C¨®mo garantizar la seguridad en un mundo de amenazas h¨ªbridas
Hasta hace un par de d¨¦cadas, el concepto de seguridad privada abarcaba sobre todo la vigilancia de personas y edificios. Hoy nos movemos en un mundo convulso en el que proliferan las amenazas h¨ªbridas, irregulares o poco convencionales. Todo, de la propiedad intelectual a los activos digitales o la salud alimentaria, puede ser objeto de este tipo de amenazas. Las empresas de seguridad dise?an e implementan estrategias integrales para asegurar una protecci¨®n ¨ªntegra
En 2005, dos militares estadounidenses, Frank Hoffman y James Mattis, participaron en un proyecto de investigaci¨®n del Pent¨¢gono sobre el car¨¢cter cambiante de los conflictos contempor¨¢neos. De ah¨ª surgi¨® un informe hoy pionero, Conflict in the 21st Century: The Rise of Hybrid Wars (Los conflictos en el siglo XXI: El auge de las guerras h¨ªbridas), publicado en 2007. En ¨¦l se hablaba por vez primera del concepto de amenazas h¨ªbridas, en el sentido que damos a la expresi¨®n en la actualidad, es decir, como los medios no convencionales de agresi¨®n que permiten a un enemigo desestabilizar y causar da?o sin hacer uso de un ej¨¦rcito regular ni poner un pie sobre el terreno.
Siguiendo a otro investigador militar, Nathan Freier, el informe se refer¨ªa ya a actos hostiles ¡°irregulares¡± como campa?as de desinformaci¨®n, propaganda y acciones de descr¨¦dito y, muy especialmente, ataques tecnol¨®gicos disruptivos (ciber-operaciones, uso de biotecnolog¨ªa, inteligencia artificial o nanotecnolog¨ªa¡). Su conclusi¨®n era que Estados Unidos y las democracias occidentales en general deb¨ªan desarrollar y refinar sus herramientas de respuestas contra este tipo de agresiones no b¨¦licas perpetradas por actores no gubernamentales como grupos terroristas o por reg¨ªmenes autoritarios como Rusia, China, Ir¨¢n o Corea del Norte.
La era de la gran incertidumbre
El concepto ha hecho fortuna porque describe muy bien el nuevo contexto global en que nos movemos. Aunque la guerra de Ucrania nos ha recordado que una agresi¨®n militar convencional sigue sin ser un escenario en absoluto descartable, en los 15 a?os transcurridos desde que Hoffman y Mattis dieron a conocer su trabajo, las amenazas irregulares y difusas se han multiplicado. Rub¨¦n Arcos, docente e investigador de la Universidad Rey Juan Carlos y miembro del comit¨¦ de expertos del Centro Europeo de Excelencia para Combatir las Amenazas H¨ªbridas (Hybrid CoE) de Helsinki, habla de un muy amplio espectro de ¡°actividades maliciosas con potencial desestabilizador¡±.
Tal y como explicaba en un seminario de la OTAN Susana Sanz Caballero, catedr¨¢tica de Ciencias Jur¨ªdicas de la Universidad Cardenal Herrera, estas agresiones ¡°en la zona gris¡± y bajo el umbral de la guerra son un arma habitual de estados autoritarios, ya que los dirigentes democr¨¢ticos que recurren a ellas se arriesgan a sufrir desgaste entre la opini¨®n p¨²blica o en t¨¦rminos electorales. Es decir, que las sociedades libres, por coherencia con sus valores, compiten en este nuevo escenario en condiciones de una relativa asimetr¨ªa que deben corregir con una l¨ªnea de defensa eficaz.
Es un espectro ambiguo entre la paz y la guerra, en el que la agresi¨®n externa puede consistir, por ejemplo, en una campa?a de descr¨¦dito contra la Uni¨®n Europea orquestada en las redes socialesRub¨¦n Arcos, miembro del comit¨¦ de expertos del Centro Europeo de Excelencia para Combatir las Amenazas H¨ªbridas (Hybrid CoE) de Helsinki
Arcos considera que todas las amenazas h¨ªbridas parten de un mismo principio, ¡°identificar vulnerabilidades en las sociedades atacadas y explotarlas de manera oportunista¡±. El experto habla de 13 dominios, ¡°de la diplomacia a la econom¨ªa pasando por las infraestructuras, el prestigio de las instituciones o la imagen de marca de las empresas nacionales¡± en las que un estado puede ser vulnerable. ¡°Se trata de un espectro ambiguo entre la paz y la guerra en el que la agresi¨®n externa puede consistir, por ejemplo, en una campa?a de descr¨¦dito contra la Uni¨®n Europea orquestada en las redes sociales, el hackeo de las infraestructuras digitales, los bulos y dem¨¢s estrategias de desinformaci¨®n, acciones contra aeropuertos o la estructura hotelera¡¡±. En los ¨²ltimos a?os, cobran protagonismo las amenazas h¨ªbridas de base tecnol¨®gica, ¡°basadas en explotar el alto grado de digitalizaci¨®n e interconexi¨®n de nuestras empresas o instituciones¡±, y aparecen nuevas vulnerabilidades ¡°en los mercados de criptoactivos, el metaverso, los sistemas de inteligencia artificial o la econom¨ªa de datos¡±.
La iniciativa del agresor
Para Guillem Colom, profesor de Derecho en la Universidad Pablo de Olavide y autor para el Instituto Espa?ol de Estudios Estrat¨¦gicos (IEEE) del informe Amenaza h¨ªbrida: mitos, leyendas y realidades, ¡°el concepto se puso de moda en 2006, durante el conflicto entre Israel y Hezbol¨¢, cuando se hizo evidente que la milicia palestina estaba actuando como agente delegado (proxy) de Ir¨¢n y que dispon¨ªa de drones, misiles anticarro¡ Es decir, gran parte de los sofisticados recursos b¨¦licos de un estado¡±. De ah¨ª que se hiciese necesario ¡°hablar de un t¨¦rmino medio entre conflicto militar convencional y agresiones irregulares y se acabase recurriendo a la expresi¨®n guerra h¨ªbrida¡±.
El concepto de hibridaci¨®n hizo fortuna y result¨® ¡°ser muy el¨¢stico, por lo que hoy se utiliza para casi todo, de manera a veces un poco abusiva¡±. Pese a todo, Colom acepta que s¨ª es cierto que vivimos en un entorno de ¡°amenazas difusas, muchas de ellas con una robusta base tecnol¨®gica¡±. Estamos sometidos a ¡°coerciones de todo tipo: culturales, econ¨®micas, reputacionales¡ Y eso degrada nuestras sociedades y contribuye a crear una sensaci¨®n generalizada de inestabilidad e incertidumbre contra la que es muy dif¨ªcil reaccionar, porque, en t¨¦rminos tecnol¨®gicos al menos, la capacidad de agresi¨®n suele ir por delante de la capacidad de respuesta¡±.
Vivimos en un entorno de amenazas difusas, muchas de ellas con una robusta base tecnol¨®gica. Estamos sometidos a coerciones de todo tipo: culturales, econ¨®micas, reputacionales¡ Y eso degrada nuestras sociedades y contribuye a crear una sensaci¨®n generalizada de inestabilidad e incertidumbreGuillem Colom, profesor de Derecho en la Universidad Pablo de Olavide
Es el viejo dilema de la lanza y el escudo. El agresor tiene una serie de ventajas cualitativas con respecto al defensor. Entre otras cosas, porque sabe cu¨¢ndo y c¨®mo se producir¨¢ el ataque. Guillem Colom reconoce que la constataci¨®n de este hecho puede conducir a una cierta ¡°impotencia y melancol¨ªa¡±. Pero contra el pesimismo de la raz¨®n se puede (y se debe) oponer siempre el optimismo de la voluntad. La defensa siempre puede fortalecerse. Tal y como explica Rub¨¦n Arcos, ¡°contra amenazas difusas, sociedades resilientes y robustas¡±. Contra la propaganda interesada y las campa?as de descr¨¦dito de las instituciones, ¡°transparencia, coherencia y ciudadanos bien informados¡±. Contra el uso disruptivo de la tecnolog¨ªa, ¡°expertos en ciberseguridad que investiguen para crear nuevas capacidades de prevenci¨®n y respuesta¡±.
Contra riesgos h¨ªbridos, seguridad h¨ªbrida
La misma l¨®gica de protecci¨®n innovadora y proactiva puede aplicarse a la seguridad privada, otro ¨¢mbito en el que las amenazas convencionales conviven de manera creciente con un nuevo surtido de peligros irregulares y difusos. Fernando Ab¨®s, director general de Prosegur Security, una de las compa?¨ªas l¨ªderes de este segmento de mercado, explica que su empresa ha acu?ado un nuevo concepto estrat¨¦gico, ¡°seguridad h¨ªbrida¡±, que, partiendo de un an¨¢lisis de las nuevas tendencias del mundo en que vivimos y los vol¨¢tiles contextos en que nos movemos, sirve de gu¨ªa a su modelo de negocio.
Desde Prosegur se han desarrollado y publicado diversos estudios sobre las que consideran que van a ser las claves del futuro inminente. En ellos se reflexiona sobre el previsible incremento del desorden social y auge del crimen organizado o se analiza la guerra de Ucrania como un ejemplo de riesgo sist¨¦mico: es decir, susceptible de generar una cadena de amenazas derivadas (altos niveles de inflaci¨®n, subida de tipos de inter¨¦s, migraciones masivas, crisis alimentarias, nuevas primaveras revolucionarias¡).
En palabras de Ab¨®s, ¡°hace 20 a?os, nuestra actividad consist¨ªa, en esencia, en garantizar la seguridad de instalaciones y personas¡±. Ahora, en cambio, ¡°existe una demanda de protecci¨®n ampliada que incluye aspectos como la seguridad alimentaria, de propiedad industrial o inform¨¢tica, la imagen de marca, el prestigio personal¡¡±. Un amplio abanico de bienes y valores que deben ser protegidos de manera eficaz.
Hace 20 a?os, nuestra actividad consist¨ªa en garantizar la seguridad de instalaciones y personas. Ahora, existe una demanda de protecci¨®n ampliada que incluye aspectos como la seguridad alimentaria, de propiedad industrial o inform¨¢tica, la imagen de marca, el prestigio personal¡Fernando Ab¨®s, director general de Prosegur Security
Ab¨®s pone ejemplos tan llamativos como ¡°las tareas de custodia inteligente de silos de soja que estamos realizando en Argentina: los protegemos contra posibles robos, pero tambi¨¦n supervisamos sus condiciones de conservaci¨®n, temperatura y humedad para garantizar que conserven sus propiedades y puedan ser consumidos con totales garant¨ªas de salud alimentaria¡±. Y a?ade: ¡°En este escenario de poderes difusos y gran desorden mundial, en un mundo fragmentado y polarizado en el que las amenazas se multiplican y, en paralelo, la gente quiere vivir m¨¢s y vivir mejor, con menos sobresaltos, el reto es dotarnos de nuevas herramientas que nos permitan protegerlo todo¡±.
?C¨®mo se hace eso? Con innovaci¨®n y una s¨®lida base tecnol¨®gica. Practicando, como suger¨ªa Arcos en el terreno de la geopol¨ªtica, un pensamiento creativo y prospectivo que se anticipe a las amenazas y fortalezca las defensas. De ah¨ª que, tal y como explica Ab¨®s, Prosegur est¨¦ adaptando su modelo de negocio partiendo de una nueva base conceptual: proporcionar a su plantilla de expertos en seguridad todo un arsenal de tecnolog¨ªas inteligentes y conectadas que aprovechan los datos de manera estrat¨¦gica.
Ab¨®s a?ade que la clave consiste en concebir ¡°la seguridad como un servicio flexible adaptado a las necesidades espec¨ªficas de cada cliente¡±. Un traje a medida: ¡°Ellos nos dicen qu¨¦ quieren que protejamos y nosotros realizamos un diagn¨®stico lo m¨¢s preciso posible de posibles amenazas y dise?amos una estrategia de prevenci¨®n y respuesta¡±. El sistema es h¨ªbrido tambi¨¦n porque combina, seg¨²n descripci¨®n de Ab¨®s, ¡°personas, tecnolog¨ªa y datos¡±. Los primeros, los vigilantes, aportan la necesaria dosis de ¡°experiencia e inteligencia contextual¡±. Y su eficacia cuenta con el auxilio de la tecnolog¨ªa m¨¢s innovadora potenciada por un modelo global de datos e inteligencia que permite hacer frente tanto a lo previsible como a lo disruptivo: ¡°Debemos estar preparados, porque el cambio que se est¨¢ produciendo es exponencial¡±, explica Ab¨®s. ¡°Estamos en un momento en que hay que extremar la consciencia situacional para poder detectar se?ales que se conviertan en alertas tempranas. Y, a la vez, entender las tendencias subyacentes que permitan dibujar y revisar escenarios futuros¡±.
Centrales de videovigilancia con sistemas de anal¨ªtica de v¨ªdeo dotados de inteligencia artificial y aplicaciones pr¨¢cticas de nuevos desarrollos tecnol¨®gicos, en ¨¢reas como la rob¨®tica o el internet de las cosas, forman parte de este enfoque h¨ªbrido
Centrales de videovigilancia con sistemas de anal¨ªtica de v¨ªdeo dotados de inteligencia artificial y aplicaciones pr¨¢cticas de nuevos desarrollos tecnol¨®gicos, en ¨¢reas como la rob¨®tica o el internet de las cosas, forman parte de este enfoque h¨ªbrido. ¡°Ese es el concepto con el estamos desembarcando en Estados Unidos, el mercado de seguridad privada m¨¢s grande del mundo¡±, explica Ab¨®s.
Todo muy en la l¨ªnea de la receta global que promueve el Centro Europeo de Excelencia del que forma parte Rub¨¦n Arcos: ¡°No podemos prever todas las amenazas potenciales, pero s¨ª entender mejor qu¨¦ sucede para potenciar nuestra capacidad de respuesta y reducir nuestras vulnerabilidades¡±. En ¨²ltima instancia, se trata, como se?ala Colom, ¡°de movernos con inteligencia en un entorno convulso y vol¨¢til y encontrar una manera flexible de que prevalezcan nuestros valores y nuestro modelo de sociedad¡±. De preservar aquello que nos resulta valioso, ya sea nuestra democracia, nuestro buen nombre, nuestra propiedad intelectual o nuestros brotes de soja.