Jos¨¦ Antonio Marina, fil¨®sofo: ¡°El pensamiento cr¨ªtico es nuestra defensa contra la manipulaci¨®n y el fanatismo¡±
El pensador espa?ol, galardonado con el premio al Pensamiento Humanista 2023, ha dedicado gran parte de su vida a la mejora de la educaci¨®n y a la formaci¨®n integral de las personas
¡°Soy fil¨®sofo, y hoy me lo tengo que pensar dos veces antes de afirmar que todos deber¨ªan estudiar Filosof¨ªa¡±. La frase, pronunciada por el pensador, ensayista y pedagogo Jos¨¦ Antonio Marina (Toledo, 1939) durante una entrevista en su domicilio madrile?o, cobra sentido dentro de una reflexi¨®n sobre la p¨¦rdida de importancia de las humanidades frente a las materias STEM (Ciencia, Tecnolog¨ªa, Ingenier¨ªa y Matem¨¢ticas). ¡°Los fil¨®sofos no podemos quejarnos porque no estamos defendiendo bien la importancia de las humanidades; tenemos que retomar el discurso antes de culpar a los dem¨¢s¡±.
En realidad, y como es l¨®gico, Marina no alberga dudas sobre la importancia de la Filosof¨ªa, pero s¨ª discrepa (y mucho) con la forma en que esta se ense?a en los centros escolares. ¡°En este preciso momento de gigantesca y maravillosa celebraci¨®n de las tecnolog¨ªas, debemos recuperar un nuevo tipo de humanidades, un humanismo de ¡°tercera generaci¨®n¡±. Porque estamos convencidos de que el buen pa?o en el arca se vende, y no es as¨ª: el buen pa?o, en el arca se apolilla. Y las humanidades se han apolillado¡±, se?ala. Marina recibi¨® recientemente el premio Fundaci¨®n m¨¢shumano al Pensamiento Humanista 2023.
Pregunta. ?En qu¨¦ consiste ese humanismo de tercera generaci¨®n?
Respuesta. Lo llamo as¨ª porque la primera generaci¨®n fue la del Renacimiento, que separ¨® las letras humanas de las divinas (la Teolog¨ªa). En el XIX, ese bloque de las letras humanas se dividi¨® entre las ciencias puras y las de humanidades; una fractura en la que ha existido una especie de desd¨¦n mutuo. Y el humanismo de tercera generaci¨®n aborda la idea de que las creaciones humanas, complejas, quieren resolver problemas que unas veces solucionar¨¢ la ciencia y otras las humanidades.
La inteligencia humana hace ciencia, inventa religiones, crea sistemas pol¨ªticos, literatura, arte... Tenemos que comprenderlas para luego poder evaluarlas. Una persona no tiene por qu¨¦ saber muchas matem¨¢ticas, pero s¨ª saber por qu¨¦ hacemos matem¨¢ticas. Yo no soy un tecn¨®logo, pero tengo que comprender lo que va a pasar con la tecnolog¨ªa y por suerte entenderla. Y aunque la inteligencia artificial nos est¨¢ permitiendo comprender la inteligencia humana de una manera que no lo hab¨ªan conseguido ni la psicolog¨ªa ni la filosof¨ªa, no tiene la capacidad reflexiva para comprender qu¨¦ es lo que est¨¢ haciendo.
P. ?Cu¨¢l es la clave de este nuevo tipo de humanismo?
R. Es necesario introducir en los curr¨ªculos una Filosof¨ªa que fomente de verdad el pensamiento cr¨ªtico, porque es nuestra defensa contra la manipulaci¨®n, contra el fanatismo y el adoctrinamiento; y porque es nuestra defensa sobre un poder tecnol¨®gico que lo que quiere es persuadirnos de muchas cosas. Porque las nuevas tecnolog¨ªas son t¨¦cnicas de persuasi¨®n, y con los sistemas de inteligencia artificial, pueden saber m¨¢s de tus preferencias que t¨² mismo.
Cuando hablamos de ¡°la verdad¡±, hablamos de niveles de verificaci¨®n, de grados de verosimilitud, de probabilidad... La forma m¨¢s elemental de educar el pensamiento cr¨ªtico deber¨ªa introducirse ya en Primaria. Que cuando alguien te diga algo, t¨² le puedas preguntar: ¡°Eso, ?c¨®mo lo sabes?¡± Y a ver qu¨¦ te responde y c¨®mo lo razona. Necesitamos dar herramientas intelectuales, emocionales y ¨¦ticas a nuestros alumnos, para que est¨¦n en buenas condiciones de tomar decisiones... Tienen que tener habilidades de comprensi¨®n, de argumentaci¨®n y de percepci¨®n de las cosas. Y luego tambi¨¦n habilidades emocionales, de empat¨ªa hacia el otro, de compasi¨®n y de esfuerzo.
El pensamiento cr¨ªtico es dif¨ªcil; te lo tienes que currar y muchas veces no es la opci¨®n f¨¢cil.
P. ?Este tipo de ense?anza no est¨¢ incluida en los curr¨ªculos?
R. Ni en los de Secundaria ni en los universitarios. El mundo entero est¨¢ en estado de emergencia educativa y en estado de pobreza te¨®rica. La literatura psicopedag¨®gica que estamos haciendo es de baj¨ªsima calidad, anticuada y viej¨ªsima; no entiende lo que est¨¢ pasando y eso lleva a que estemos haciendo una educaci¨®n de aficionados.
Mi discurso educativo es muy radical y muy cr¨ªtico, porque la situaci¨®n cultural del mundo evoluciona muy r¨¢pido y los sistemas educativos van muy lentos. Ahora, la investigaci¨®n en aprendizaje m¨¢s potente est¨¢ en manos de las grandes compa?¨ªas digitales: Google, Microsoft, Samsung, Apple, Facebook, Twitter... Se est¨¢n gastando verdaderas millonadas en sistemas de aprendizaje, y lo est¨¢n haciendo muy bien. Pero su inter¨¦s no es educativo, sino comercial. Y luego mira lo r¨¢pido que ha surgido el ChatGPT, en solo un a?o: ha sido una sorpresa para todos.
P. Y eso que se llevaba estudiando a?os, aunque fuera desconocido para el p¨²blico.
R. Pero nadie pensaba que iba a suceder tan r¨¢pido. As¨ª que hay que analizarlo: ?qu¨¦ importancia va a tener en el mundo de la educaci¨®n? Uno de los cambios m¨¢s espectaculares que hemos tenido sucedi¨® a partir del 2008, cuando el m¨®vil se conecta a internet. Eso cambi¨® nuestra forma de trabajar, de relacionarnos, de comunicarnos. Y como la aceleraci¨®n va a ser cada vez m¨¢s r¨¢pida, alguien tendr¨¢ que pensar qu¨¦ puede provocar esto en nuestros j¨®venes y adultos.
?Por qu¨¦, por ejemplo, se est¨¢ perdiendo la capacidad de comprender textos largos? Cuidado, que esto es un problema social y pol¨ªtico de primera magnitud, porque en los textos cortos est¨¢n los esl¨®ganes, los clips publicitarios, los insultos... pero no los argumentos; estos necesitan textos m¨¢s largos. En una vi?eta de The New Yorker, hay un juez en lo alto de un estrado, y abajo est¨¢n los abogados defensores. Y les dice: ¡°Miren ustedes, para acelerar el procedimiento, vamos a prescindir de las pruebas y pasar directamente a la sentencia¡±. Bien, eso es lo que estamos haciendo en pol¨ªtica. Vamos a quitarnos lo pesado, que son las pruebas, los datos, los argumentos... y vamos directamente a insultar y descalificar. Todo eso tiene su historia.
P. ?C¨®mo ha de ser el aprendizaje en la era de las nuevas tecnolog¨ªas?
R. A m¨ª me gustar¨ªa que la sociedad comprendiera que no es verdad que hayamos entrado en la sociedad de la tecnolog¨ªa o en la sociedad digital. Donde hemos entrado es en la sociedad del aprendizaje, que se rige por una ley absolutamente implacable: toda persona, toda organizaci¨®n, toda empresa o toda sociedad necesita, para sobrevivir, aprender al menos a la misma velocidad con la que cambia el entorno. Y si quiere progresar, a m¨¢s velocidad. Y eso es implacable. Si aprendes a la velocidad que van las cosas, sobrevivir¨¢s; y si no, pues te quedar¨¢s marginado. Y se acab¨®.
A ninguno nos preguntaron si quer¨ªamos aprender a manejar un ordenador: pero t¨² aprend¨ªas o te quedabas fuera. Como el entorno est¨¢ cambiando a una velocidad cada vez m¨¢s acelerada, el aprendizaje tiene que ser cada vez m¨¢s acelerado. Y adem¨¢s, a todos los niveles. F¨ªjate en un detalle: la India afirma estar formando a 500.000 ingenieros, y su primer ministro acaba de recibir a los jefes de todas las empresas inform¨¢ticas que tienen origen indio: y all¨ª estaban el presidente de Google, de Microsoft, de Adobe Systems, de IBM... Eso da que pensar.
P. ?No se fomentan lo suficiente, en la escuela actual, el desarrollo de las habilidades emocionales, cognitivas o ¨¦ticas?
R. No, porque las horas de docencia son limitadas y porque hay demasiadas asignaturas y demasiados alumnos por aula. Me parece que el olvido de la Historia es una cat¨¢strofe educativa, como tambi¨¦n lo es el olvido de la Filosof¨ªa, si se hiciera bien. Pero adem¨¢s hay una cosa m¨¢s grave: tenemos unos curr¨ªculums atestados en materia y carecemos de tiempo para desarrollar no ya las habilidades emocionales, sino las cognitivas. En realidad, lo que estas intentan hacer es crear h¨¢bitos de razonamiento, h¨¢bitos emocionales, de disciplina, de resistencia a la frustraci¨®n... Y eso se hace con el ejercicio, dedicando tiempo a repetir cosas.
Habr¨ªa que empezar por podar dr¨¢sticamente los programas para poder introducir actividades que tengan que ver con la utilizaci¨®n de esos programas. Y dar importancia a una serie de habilidades blandas enormemente trascendentes. Un ejemplo: aunque para resolver un problema matem¨¢tico tienes que saber Matem¨¢ticas, tambi¨¦n tienes que tener constancia, soportar el esfuerzo, tener tenacidad, no decepcionarte a la primera... Y eso son habilidades cognitivas.
P. ?Cu¨¢l es la formaci¨®n de los docentes en el ¨¢mbito de las humanidades?
R. Me parece que los docentes tienen, en general, una formaci¨®n muy mala. En Espa?a hay buenos docentes, pero todos ellos son autodidactas: no se trata solo de saber cosas sino de saber ense?arlas. F¨ªjate en esta frase con trampa: ¡°Yo ense?¨¦ Matem¨¢ticas a mis alumnos, pero ellos no las aprendieron¡±. Eso no es correcto, porque ense?ar implica que alguien aprenda. Y, si no han aprendido, yo no he ense?ado, sino que habr¨¦ hecho otra cosa: he explicado, he expuesto, he contado...
Los docentes somos expertos en conseguir que aprendan, y eso es muy complicado. Y ah¨ª, en la educaci¨®n (y sobre todo en la obligatoria), es donde nos lo jugamos todo. Necesitamos subir un nivel y que, por ejemplo, t¨² me expliques cu¨¢les son las grandes creaciones emocionales e ideol¨®gicas que provienen de la cultura romana y que todav¨ªa est¨¢n vigentes, como la historia de los derechos.
?Por qu¨¦ seguimos prohibiendo la poligamia? ?Hay alguna raz¨®n, no la hay...? Tenemos que contar la historia, porque si no, no vas a comprender por qu¨¦ algunas de las cosas que decimos tienen sentido y otras no. Tendr¨¢s que comprenderlo porque, si no, vas a adoptar una postura fan¨¢tica, una postura en la que no te doy razones (porque no las tengo), pero tampoco voy a atender a las tuyas.
P. Adem¨¢s, en la ense?anza obligatoria es donde un buen docente puede despertar las ganas de aprender.
R. Todos los ni?os entran en la escuela con ganas de aprender y salen de la escuela con ganas de aprobar. En ese intervalo se ha perdido lo fundamental, porque no estamos fomentando la alegr¨ªa de aprender, que recupera despu¨¦s mucha gente mayor cuando vuelve a las universidades de la tercera edad.
De repente les metemos dentro que lo importante es que apruebes el examen. Y hay quienes repiten cursos en Primaria. Pero ?qu¨¦ disparate es este? Todos los ni?os tienen capacidad de aprender, y el talento docente es ver c¨®mo me las arreglo para que todo el mundo aprenda.
P. ?Crees que la falta de atenci¨®n hacia las humanidades en el sistema educativo ha llevado a una p¨¦rdida de empat¨ªa y de comprensi¨®n en la sociedad?
R. S¨ª, a una falta de comprensi¨®n. Y dentro de ella est¨¢n la empat¨ªa; la capacidad de comunicaci¨®n y de entendimiento; el comprender c¨®mo funciona nuestra inteligencia y la de los dem¨¢s... Y eso s¨ª es espec¨ªfico de las humanidades. Y eso podemos hacerlo, por supuesto, a trav¨¦s de la literatura, que ha sido la gran educadora de las emociones. Y en ello han estado tambi¨¦n la Psicolog¨ªa, la Filosof¨ªa y la Historia.
Y tambi¨¦n se trata de entender lo que significa la democracia, que lleg¨® tras un largo trayecto de ensayo y error. A ver c¨®mo resolvemos la violencia; c¨®mo superamos el poder dictatorial; c¨®mo creamos la noci¨®n de derechos y c¨®mo se protegen; c¨®mo reconocemos que la universalidad fue una gran creaci¨®n ilustrada... Todo eso lo tenemos que saber.
P. ?C¨®mo se deja ver esto en la pol¨ªtica?
R. Los problemas pol¨ªticos o de intereses van a existir siempre, pero a la hora de plantearlos se puede hacer de dos maneras: una, en formato conflicto, donde hay vencedores y vencidos; y otra, en formato problema, donde se identifica un problema y se trata de ver c¨®mo lo resolvemos. De la primera forma, se acaba en guerras o problemas insolubles: mira las guerras que ha habido en el siglo XX, o el conflicto actual de Ucrania. Y en Espa?a tenemos el problema de que parte de los catalanes quieren ser independientes, pero otra parte no. Desde luego, no se resolver¨¢ con un ¡°a ver si acabo con los catalanistas¡±, o ¡°a ver si acabo con los espa?olistas¡±. Habr¨¢ que intentar comprenderse.
Mi ideal del humanismo de la tercera generaci¨®n es que se organice a trav¨¦s de una asignatura ¨²nica a la que yo llamo Ciencia de la Evoluci¨®n de las Culturas. Porque hemos llegado hasta aqu¨ª despu¨¦s de una evoluci¨®n biol¨®gica y de la inteligencia humana, y que tiene unos momentos decisivos, porque aparece el lenguaje; la escritura; las ciudades; las normas que regulan la convivencia; cuando, para dar sentido a la vida, se inventan las religiones...
P. Hay quienes argumentan que las humanidades no tienen un retorno econ¨®mico directo en t¨¦rminos de empleabilidad.
R. Es como si me dices que la paz tampoco tiene un retorno econ¨®mico porque hay una industria de guerra que est¨¢ estimulando la educaci¨®n. De lo que se trata es de que, a trav¨¦s de los sistemas educativos, facilitemos lo que llamamos los ilustrados la felicidad pol¨ªtica, que es tener un modo de vida donde la posibilidad de cada persona de desarrollar su proyecto privado de felicidad est¨¦ lo m¨¢s acompa?ada posible. Y eso no significa que solo haya que subir el nivel econ¨®mico; habr¨¢ que subir tambi¨¦n el capital social, habr¨¢ que mejorar la forma de relacionarse; la manera de resolver conflictos; la eficiencia y el contenido de las instituciones... Pensar que todos los problemas se resuelven econ¨®micamente es un disparate.
No hay que pensar si acaso el humanismo va a mejorar nuestra productividad econ¨®mica, sino nuestra calidad social y pol¨ªtica; nuestra manera de resolver los conflictos y de redistribuir la riqueza. Ya es bastante. Hay productividades mucho m¨¢s eficientes y mucho m¨¢s importantes que la econ¨®mica, que por supuesto que es una base necesaria.
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