Entre la vocaci¨®n y la realidad: el cansancio por compasi¨®n de la enfermer¨ªa oncol¨®gica
Las enfermeras son las profesionales sanitarias mejor valoradas, pero el reconocimiento ni les llega ni les ayuda en una profesi¨®n donde la carga emocional es extrema y desdibuja los l¨ªmites entre el trabajo y la vida privada
La enfermer¨ªa es, sin duda, una profesi¨®n eminentemente vocacional. Pero algo debe estar haci¨¦ndose mal cuando, a pesar de ser los profesionales sanitarios mejor valorados socialmente, hasta un 46 % de las enfermeras considera seriamente la posibilidad de abandonar su profesi¨®n, y tres de cada 10 no volver¨ªan a estudiar la carrera si pudieran dar marcha atr¨¢s, seg¨²n un estudio realizado en 2020 por el Consejo General de Enfermer¨ªa. Turnos agotadores; falta de reconocimiento o apoyo; salarios bajos; d¨¦ficit de profesionales; carencia de formaci¨®n; ansiedad; tristeza... Los factores de este desencuentro son muchos, y la carga emocional, a veces excesiva, no se hace notar en ning¨²n otro sector con m¨¢s intensidad que en el de la enfermer¨ªa oncol¨®gica.
¡°Las enfermeras de oncolog¨ªa tratan diariamente con el sufrimiento y la muerte, y es muy importante que dispongan de los recursos necesarios que les permitan, adem¨¢s de cuidar a los pacientes de la mejor manera posible, apoyar a los cuidadores principales y a sus familias¡±, explica Mar¨ªa Andi¨®n Go?i, directora de Enfermer¨ªa del Hospital Universitario 12 de Octubre, en Madrid. La relaci¨®n que se establece entre enfermera y paciente, afirman las principales protagonistas, va mucho m¨¢s all¨¢ de la mera atenci¨®n cl¨ªnica, y conlleva una fuerte implicaci¨®n emocional que con frecuencia pasa factura. Un triple cuestionario realizado en el Hospital Ram¨®n y Cajal de Madrid, por ejemplo, reflejaba que un 41 % de los encuestados no volver¨ªa a elegir su profesi¨®n.
Para debatir sobre las consecuencias de este deterioro y compartir buenas pr¨¢cticas se celebr¨®, el pasado 13 de diciembre, un coloquio en la Facultad de Enfermer¨ªa de la Universidad de Navarra en Madrid, al que asistieron las directoras de Enfermer¨ªa de los principales hospitales p¨²blicos madrile?os.
?Qui¨¦n cuida a las cuidadoras?
¡°Tenemos mucha carga emocional, y vivimos tantos momentos duros que es dif¨ªcil de gestionar. Como humanos, empatizamos tanto que lo vivimos como nuestro; es dif¨ªcil desconectar y no llev¨¢rtelo a casa, cuando al final pasamos all¨ª m¨¢s horas que con nuestra propia familia¡±, esgrime Elisabeth Ferr¨¢ndiz, del SJD Pediatric Cancer Center Barcelona (PCCB). Es el llamado cansancio por compasi¨®n, el que experimentan quienes cuidan de personas enfermas durante un largo periodo de tiempo.
Los momentos dif¨ªciles son muchos, como reconoce Ariana Mart¨ªn, su compa?era en el PCCB: ¡°En primer lugar, cuando diagnostican al paciente, porque es muy dif¨ªcil de ver c¨®mo la vida de esos ni?os y sus familias cambia de un momento para otro; y es complicado gestionar el miedo que tienen con el conocimiento que tenemos nosotras, que ya conocemos el duro camino que les queda por pasar¡±. Luego quedan muchos otros momentos: los tratamientos, las reca¨ªdas, las preguntas comprometidas, el final de la vida... Y sin dejar nunca de acompa?ar a los pacientes y a sus familias.
¡°La enfermera participa de forma activa en el proceso de su enfermedad y les ayuda en la toma de decisiones y en el afrontamiento de la enfermedad, tanto al paciente como a su entorno. Esa constante exposici¨®n al sufrimiento hace a la enfermera oncohematol¨®gica m¨¢s vulnerable al desgaste emocional y profesional¡±, a?ade Gema Gonz¨¢lez, supervisora del ¨¢rea de Oncohematolog¨ªa del 12 de Octubre y con 31 a?os de experiencia como enfermera a sus espaldas. Con ella coincide Teresa Ll¨¢cer, directora de Enfermer¨ªa de la Cl¨ªnica Universidad de Navarra en Madrid: ¡°Los pacientes sufren y las enfermeras sufren con ellos, porque no pueden verlo desde la grada; tienen que ser emp¨¢ticas y emocionalmente fuertes para acompa?arlos¡±.
Estrategias y mecanismos de apoyo
Ahora bien, ?de qu¨¦ estrategias y mecanismos disponen estos profesionales a la hora de lidiar con este desgaste emocional? Programas de apoyo psicol¨®gico, t¨¦cnicas de manejo del estr¨¦s, fomento del trabajo en equipo, capacitaci¨®n en habilidades de afrontamiento, promoci¨®n del autocuidado... Algunos centros ense?an el camino a otros: ¡°En las unidades de oncolog¨ªa, se realizan sistem¨¢ticamente sesiones conjuntas de los profesionales con los psicoonc¨®logos que trabajan con ellos, donde se tratan temas como la gesti¨®n de las emociones, la comunicaci¨®n de malas noticias o los efectos del cuidado de pacientes con c¨¢ncer en el agotamiento emocional y el estr¨¦s¡±, describe Go?i.
Estrategias similares a las del 12 de Octubre se implementan en muchos otros centros, pero los hay que no tienen tanta suerte: ¡°El hospital no proporciona recursos espec¨ªficos para el apoyo a las enfermeras que trabajan en oncolog¨ªa. Ni siquiera se ha generado un perfil que indique las caracter¨ªsticas que ser¨ªan necesarias¡±, reivindica Consuelo Garc¨ªa, jefa de unidad de Enfermer¨ªa desde hace 31 a?os en el Hospital Cl¨ªnico Universitario de Valladolid. ¡°No hay ninguna estructura de apoyo, ni siquiera psicol¨®gico, para gestionar el impacto emocional que provoca trabajar con el dolor y sufrimiento en el acompa?amiento y cuidado de este tipo de pacientes, y somos los propios profesionales los que buscamos las estrategias para gestionar el impacto emocional y el autocuidado¡±.
En algunos centros, no obstante, el apoyo psicol¨®gico que se ofrece se limita a los casos especialmente duros para los profesionales, bien sea por tratarse de un paciente joven o porque se le ha tratado durante mucho tiempo, cuando en realidad se trata de un apoyo necesario en todo momento. ¡°El m¨¢ximo apoyo nos los brindamos entre nosotras mismas. Ojal¨¢ se pudiera contar con una psic¨®loga que nos diera soporte de manera continuada, y no exclusivamente cuando un paciente concreto te afecta en exceso y no te permite seguir con tu vida¡±, reclama Ferr¨¢ndiz.
¡°Lo m¨¢s importante es la prevenci¨®n, y para ello hay que tener informaci¨®n sobre el desgaste emocional y los mecanismos de afrontamiento frente al sufrimiento¡±, recuerda Beatriz Mart¨ªn, directora de Enfermer¨ªa del Ram¨®n y Cajal. ¡°Y, por otro lado, detectar aquellas conductas o situaciones que nos llevan a una situaci¨®n de desgaste emocional¡±. Un esfuerzo en el que resulta fundamental no solo el mencionado apoyo por parte de los compa?eros, sino tambi¨¦n de las supervisoras, ¡°que se encargan de velar por el bienestar de las enfermeras y detectar situaciones de desgaste emocional¡±, cuenta Ll¨¢cer.
Las ayudas que se ofrecen en estas unidades, adem¨¢s del apoyo de los psicoonc¨®logos, pueden incluir terapias de relajaci¨®n o autoayuda, actividades que fomenten el trabajo en equipo o reuniones de equipo donde se repasen casos de pacientes que hayan afectado a los profesionales de una forma especial. M¨¢s all¨¢, todos insisten en la importancia de reservar tiempo de calidad para el descanso personal, encontrar algo que te haga desconectar y disfrutar de la familia y de amigos ajenos al ¨¢mbito sanitario: ¡°Y evidentemente, dedicarte tiempo a ti misma: hacer deporte, yoga, meditar, leer o ir al mar a recargar pilas¡±, a?ade Mart¨ªn.
Las enfermeras de pr¨¢ctica avanzada, una posible soluci¨®n
Para Esther Rey, directora de Enfermer¨ªa del Hospital Universitario La Paz, en Madrid, las competencias de la enfermera de pr¨¢ctica avanzada son fundamentales ¡°para garantizar los cuidados del paciente a lo largo de todo el proceso oncohematol¨®gico, tanto en el diagn¨®stico y tratamiento como en la continuidad asistencial, en el ¨¢mbito hospitalario y en el domiciliario; y para potenciar el autocuidado de los pacientes¡±. Y para ello se requiere una formaci¨®n espec¨ªfica que incluye tambi¨¦n competencias para liderar l¨ªneas de investigaci¨®n e incorporarse a equipos de investigaci¨®n multidisciplinares.
Pero estas profesionales son, adem¨¢s, referentes para los profesionales de las unidades oncol¨®gicas y los estudiantes de Enfermer¨ªa, gracias a su labor de mentor¨ªa y capacitaci¨®n, al facilitar grupos de apoyo o fomentar el autocuidado, acciones que pueden resultar claves para prevenir situaciones de fatiga. Tambi¨¦n pueden colaborar para realizar intervenciones tempranas en situaciones dif¨ªciles, ¡°as¨ª como fomentar el desarrollo profesional y la diversificaci¨®n de tareas para ayudar a las enfermeras de oncolog¨ªa a establecer metas profesionales u explorar oportunidades de desarrollo¡±, se?alan desde la Universidad de Navarra.
?C¨®mo mejorar la realidad laboral de las enfermeras de oncolog¨ªa?
Una de las reivindicaciones del sector es el reconocimiento formal de la especialidad de Enfermer¨ªa Oncol¨®gica, algo que, para Gonz¨¢lez, facilitar¨ªa dotar a los profesionales de esta ¨¢rea con la mejor formaci¨®n posible. ¡°La contrataci¨®n de profesionales sin experiencia ni formaci¨®n en el ¨¢rea, por no existir la especialidad ni bolsas espec¨ªficas, no permite formar adecuadamente a las personas¡±.
Aunque las ¨¢reas de oncolog¨ªa suelen disfrutar de menores ratios de enfermeras, las reivindicaciones sobre los largos turnos de trabajo son frecuentes. ¡°Una opci¨®n de mejora es hacer turnos alternos con varios d¨ªas de descanso en medio, porque la carga asistencial y psicol¨®gica que provoca el cuidado cada d¨ªa, incluso los festivos y fines de semana, hace que sea m¨¢s dif¨ªcil desconectar y conciliar con la vida personal (...). Y otra cosa ser¨ªa compensar de manera remunerada y competente la categor¨ªa y los turnos¡±, argumenta Ferr¨¢ndiz. Un aspecto sobre el que tambi¨¦n incide su compa?era Mart¨ªn, pidiendo ¡°un reconocimiento merecido tanto a nuestra formaci¨®n como a la responsabilidad que tenemos con pacientes tan complejos. Y evidentemente un aumento de salario, porque la vocaci¨®n no paga la hipoteca¡±.
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