El Bachillerato Internacional, un modelo para cultivar la pasi¨®n por aprender
Desde Primaria hasta el acceso a la universidad, casi 6.000 centros de todo el mundo adoptan una metodolog¨ªa que aporta una educaci¨®n superior en competencias y valores
Ana Hidalgo recuerda sus a?os de Secundaria como una ¨¦poca de frustraci¨®n constante: era buena estudiante, sacaba las mejores notas y, sin embargo, sent¨ªa que ni el sistema se adaptaba a ella, ni ella al sistema: ¡°No le encontraba sentido al formato de clases magistrales, al aprendizaje memor¨ªstico ni a los curr¨ªculums exageradamente densos en contenidos que resultaban inabarcables e imposibles de recordar una vez pasado el examen¡±, explica. Ten¨ªa inter¨¦s por aprender, pero en su instituto le resultaba imposible... hasta que cumpli¨® los 16 y encontr¨® en el Bachillerato Internacional todo lo que llevaba tanto tiempo buscando: un modelo que fomente el esp¨ªritu indagador, el pensamiento cr¨ªtico y un aprendizaje significativo y competencial, ayudando a desarrollar una mentalidad abierta y la empat¨ªa necesaria para querer cambiar el mundo.
Durante los siguientes dos a?os, y antes de empezar a estudiar Bioqu¨ªmica en la Universidad Aut¨®noma de Madrid, Ana curs¨® el programa del Diploma de Bachillerato Internacional (IB) en el Colegio St. George, en Madrid. Y todo cambi¨®: ¡°Desde el principio sent¨ª que se adaptaba mucho m¨¢s a mi forma de aprendizaje ideal, asimilando conceptos para despu¨¦s aplicarlos en situaciones que reflejen la realidad. Y sent¨ªa c¨®mo mi mente se expand¨ªa a cada rato; los conocimientos encajaban como las piezas de un rompecabezas y yo era capaz de ver y comprender la imagen que formaban. Entend¨ªa lo que d¨¢bamos en clase y su utilidad en el mundo real¡±, recuerda. Una metodolog¨ªa pr¨¢ctica, actualizada y personalizable para que el alumno escoja parte de las materias que estudia y las adapte a sus propios intereses, potenciando as¨ª la curiosidad por aprender y mejorando sus resultados acad¨¦micos.
Parte del ¨¦xito del IB, hoy presente en 5.963 centros p¨²blicos y privados de 163 pa¨ªses, radica en que sus programas ¡°no est¨¢n dirigidos hacia los ex¨¢menes, sino a que los estudiantes aprendan a pensar de forma cr¨ªtica y a resolver problemas complejos. Los mejores resultados se obtienen cuando el aprendizaje permite conectar el curr¨ªculo con su talento innato¡±, sostiene Marip¨¦ Men¨¦ndez, responsable de la Organizaci¨®n del Bachillerato Internacional para Iberoam¨¦rica.
Y aunque el aprendizaje basado en competencias solo ha empezado a generalizarse ahora, en el marco de la nueva ley educativa, los programas del Bachillerato Internacional llevan m¨¢s de cuatro d¨¦cadas implement¨¢ndolo. ¡°Con la llegada de la Lomloe, hay muchos m¨¢s colegios interesados en implantar los programas del IB en Primaria y Secundaria, porque ayudan a los profesores a acelerar el proceso de cambio pedag¨®gico en el aula¡±, a?ade por videoconferencia. Se va por buen camino, pero a¨²n queda un largo trecho: ¡°Evaluar lo que un alumno sabe y lo que sabe hacer con lo que sabe sigue siendo una asignatura pendiente en Espa?a¡±.
Es importante aclarar que, a pesar de que el Diploma del IB es su programa m¨¢s popular, no se trata del ¨²nico, ya que su metodolog¨ªa puede iniciarse desde la etapa de Primaria (PEP) con un programa de indagaci¨®n adaptado a su edad, para continuar con el Programa de A?os Intermedios (el PAI, equivalente a la ESO) y finalizar en el Diploma o el Programa de Orientaci¨®n Profesional (POP). Este ¨²ltimo, su programa m¨¢s reciente, se desarroll¨® a instancias del Gobierno de Finlandia y viene implant¨¢ndose internacionalmente desde 2012, aplicando la metodolog¨ªa del IB a la Formaci¨®n Profesional. Este a?o ha llegado por fin a Espa?a, donde hay ya tres centros certificados.
?En qu¨¦ consiste el Bachillerato Internacional?
Los alumnos matriculados en el Diploma del Bachillerato Internacional han de cursar seis asignaturas troncales (tres a nivel medio y otras tres a nivel superior): su lengua materna; un idioma extranjero; Matem¨¢ticas; una materia de humanidades; otra de ciencias experimentales y una m¨¢s a elegir entre Arte u otra asignatura adicional de humanidades, ciencias o una segunda lengua extranjera. Pero tambi¨¦n deben cursar Teor¨ªa del Conocimiento (una materia dirigida al pensamiento cr¨ªtico y a la indagaci¨®n sobre el proceso de conocer); realizar 150 horas de servicios comunitarios dentro del CAS (Creatividad, Acci¨®n y Servicio) y completar un trabajo de investigaci¨®n.
Al final del programa (de dos a?os de duraci¨®n), deben presentarse a una completa bater¨ªa de 17 ex¨¢menes, id¨¦nticos y celebrados a la vez en todo el mundo, que luego son evaluados de forma externa, si bien entre el 20 y el 50 % de la nota final de una asignatura depende de la evaluaci¨®n interna continuada que se va completando a lo largo de esos dos cursos. Los estudiantes que obtienen el diploma tienen como m¨ªnimo convalidada la parte general de los ex¨¢menes de la EBAU, si bien en algunas comunidades (como Madrid) la convalidaci¨®n es total.
¡°No s¨¦ aqu¨ª, pero la primera vez que yo hice una tesis de 12.000 palabras fue justo en el ¨²ltimo a?o de mi licenciatura; y aqu¨ª los estudiantes ya escriben monograf¨ªas de 4.000 palabras sobre un tema de su elecci¨®n. Es la mejor preparaci¨®n para la universidad que he visto, y realmente fomenta la independencia y la madurez que luego necesitar¨¢n para tener ¨¦xito en su grado¡±, se?ala Nick Johnson, director de Secundaria en el St. George. ¡°Por la experiencia acumulada en los ¨²ltimos 18 a?os, sabemos que el universitario proveniente del IB es m¨¢s resistente a la frustraci¨®n, m¨¢s aut¨®nomo, m¨¢s creativo y posee m¨¢s habilidades que el estudiante promedio en todo lo relacionado con la investigaci¨®n y comunicaci¨®n¡±, a?ade Roberto V¨¢zquez, director del IES Marqu¨¦s de Santillana, en Torrelavega (Cantabria).
Todo ello, adem¨¢s, con un enfoque fundamentalmente pr¨¢ctico en el que los alumnos ¡°desarrollan habilidades de orden superior; buscan informaci¨®n; contrastan fuentes; toman decisiones y eval¨²an los efectos de estas tanto en poblaciones vulnerables como en la sostenibilidad del planeta¡±, describe Men¨¦ndez. Los alumnos pueden, adem¨¢s, personalizar alrededor de un 30 % del contenido de sus asignaturas por medio de trabajos de laboratorio, exploraciones matem¨¢ticas o preguntas de tipo hist¨®rico que han de responder. ¡°Gracias al IB aprend¨ª a gestionar mejor mi tiempo, a fortalecer mi expresi¨®n escrita y mi capacidad de investigaci¨®n y saber sobrellevar las dificultades que fueron surgiendo por el camino¡±, admite Raquel Vega, exalumna del St. George y estudiante hoy del doble grado en Derecho y Relaciones Internacionales en IE University.
Ana Hidalgo, por su parte, recuerda c¨®mo sol¨ªa realizar trabajos tanto individuales como de grupo, y la importancia que ten¨ªan las presentaciones y la comunicaci¨®n oral. Habilidades que luego le han dado un punto de ventaja en la universidad, a pesar de no estar contenta con la calidad de las clases: ¡°Siguen pr¨¢cticamente el mismo formato que en los institutos, con lecciones magistrales casi puramente te¨®ricas, pero con la diferencia de que lo que se pide es lo que se aprende en el IB. Es decir, se exige que los estudiantes desarrollemos habilidades que [en el sistema tradicional] no te ense?an¡±.
El IB en los centros p¨²blicos de Espa?a
Al comparar la titularidad de los centros con programas de IB se observa una diferencia notable entre Espa?a y los datos globales: aunque, a nivel internacional, los centros p¨²blicos representan un 54 % del total, en Espa?a este porcentaje se reduce hasta apenas un 29 %. Una de las causas puede estar en el hecho de que los estudiantes que opten por hacer el IB en un centro p¨²blico deben cursar tambi¨¦n el Bachillerato tradicional, algo que, sin embargo, no implica cursar el doble de asignaturas, ya que muchas de las materias son coincidentes (no as¨ª la metodolog¨ªa).
?Merece, entonces, la pena? Los dos directores de institutos p¨²blicos de Secundaria consultados no albergan ninguna duda al respecto, y el ¡°s¨ª¡± es rotundo: ¡°El IB no solo nos ofrece un curr¨ªculo integrado por una serie de contenidos, actividades o enfoques, sino tambi¨¦n por valores que contribuyen a la formaci¨®n de nuestro alumnado como personas ¨ªntegras y solidarias¡±, sostiene V¨¢zquez, que destaca tambi¨¦n el trabajo colaborativo que desarrollan los docentes en el marco del Bachillerato Internacional, uno de los requisitos b¨¢sicos de los distintos programas del IB que, adem¨¢s, tiene una incidencia directa en la atenci¨®n a la diversidad.
En el IES Gerardo Diego, en Pozuelo de Alarc¨®n (Madrid), la adopci¨®n del Programa de A?os Intermedios (recordemos, el de Secundaria) del IB desde el curso 2022/23 obedeci¨® a una necesidad de responder a las demandas de las familias, en un entorno con una alt¨ªsima competencia de centros privados y concertados (27). Para ello, remodelaron sus espacios, formaron al profesorado y empezaron a desarrollar metodolog¨ªas activas.
M¨¢s all¨¢ de los numerosos beneficios para alumnos y profesores (mejora de los resultados acad¨¦micos; fomento del aprendizaje permanente a trav¨¦s de la indagaci¨®n y de las habilidades blandas; orgullo y sentimiento de pertenencia; desarrollo profesional o poder transformador, entre otras), la evidencia del impacto se ve en otros factores de convivencia: ¡°En el primer curso de implantaci¨®n, el porcentaje de alumnos con m¨¢s de dos materias suspensas en primero de la ESO baj¨® 10 puntos porcentuales; las faltas contrarias a la convivencia se redujeron a la mitad y la admisi¨®n se increment¨® en un 80 %. Adem¨¢s, el a?o pasado este centro fue finalista en los Premios Princesa de Girona a la mejor escuela del a?o¡±, enumera Jes¨²s ?lvarez, su director.
Ambos directores destacan, adem¨¢s, la influencia de las horas de servicio comunitario en la formaci¨®n de sus alumnos: en Torrelavega, los alumnos del IB del IES Marqu¨¦s de Santillana desarrollaron proyectos en ¨¢mbitos como la mediaci¨®n escolar, la atenci¨®n al alumnado inmigrante o la incorporaci¨®n tard¨ªa al sistema educativo (...), colaboraron con asociaciones y fundaciones ben¨¦ficas relacionadas con la atenci¨®n a personas mayores o la protecci¨®n de los animales.
Mientras, en el IES Gerardo Diego donaron material escolar a las escuelas de Paiporta (Comunidad Valenciana) afectadas por la dana; recogieron juguetes usados y participaron en un programa de Cruz Roja ayudando a ni?os de tres a 10 a?os en sus estudios. ¡°Los beneficios derivados de la satisfacci¨®n y realizaci¨®n personal que supone ayudar a los dem¨¢s repercuten muy positivamente en la autoestima y la capacidad de trabajo en equipo del alumnado y, por extensi¨®n, favorece su evoluci¨®n acad¨¦mica y su desarrollo integral como persona¡±, a?ade V¨¢zquez.
El programa de Orientaci¨®n Profesional
?C¨®mo (y por qu¨¦) se implanta una metodolog¨ªa como la del Bachillerato Internacional en un contexto eminentemente pr¨¢ctico como el de la FP? La respuesta la conocen muy bien en Finlandia, ¡°donde la formaci¨®n profesional ya gozaba de prestigio, pero carec¨ªa de visi¨®n internacional. Adem¨¢s, se quer¨ªa ayudar a desarrollar j¨®venes con una mayor capacidad de pensamiento cr¨ªtico y que poseyeran todas las habilidades que fomenta el IB, de pensamiento, investigaci¨®n, comunicaci¨®n, sociales y de autogesti¨®n¡±, sostiene Men¨¦ndez.
Se trata, a?ade la responsable del IBO, de ¡°elevar de alguna manera la parte acad¨¦mica del programa de FP¡±, de manera que ese alumno ¡°est¨¦ preparado para ir a la universidad, al mercado de trabajo o que sea capaz de montar su propia empresa, entrando y saliendo del sistema educativo siempre que lo necesite. Los trabajos de hoy cambian tan r¨¢pidamente que pr¨¢cticamente ser¨¢ necesario formarse a lo largo de toda la vida¡±. En Espa?a est¨¢ dirigido a estudiantes de Grado Medio de FP.
¡°Si t¨² estudiaras en un centro donde se desarrolle el programa de Orientaci¨®n Profesional, cursar¨ªas dos asignaturas acad¨¦micas del IB (por ejemplo, matem¨¢ticas a nivel superior o, si est¨¢s en una rama sanitaria, estudiar por ejemplo una Biolog¨ªa y una Qu¨ªmica). Y luego, estudiar las materias propias del IB: una lengua extranjera, un proyecto de investigaci¨®n, las horas de aprendizaje y servicio y una asignatura de habilidades sociales y profesionales¡±, describe Men¨¦ndez.
La diferencia, de nuevo, entre Espa?a y otros pa¨ªses como Reino Unido o Estados Unidos es que en estos pa¨ªses los estudiantes pueden progresar a la universidad, mientras que en Espa?a (de momento) evolucionan a un Grado Superior, a la espera de negociar con el Gobierno una futura ruta de acceso al sistema universitario.