?Cu¨¢nto cuesta conseguir un mundo verde?
La voluntad de arrimar el hombro por perpetuar el planeta y los recursos de sus habitantes (y sus descendientes) es algo en los que coinciden ricos y pobres, grandes y peque?os. Pero, a la hora de echar cuentas, la euforia se ralentiza
El sue?o de un mundo verde, con silenciosos coches el¨¦ctricos, transporte de mercanc¨ªas sin emisiones de carbono y hogares sostenibles gracias a la energ¨ªa renovable, se torna pesadilla a la hora de cuantificar los costes y de resolver qui¨¦n financia la fiesta. La crisis energ¨¦tica y el encarecimiento de las materias primas en el mundo han venido a recordarnos una parte de ese coste a corto plazo.
La inconcreci¨®n de los acuerdos en la Cumbre de Glasgow (Escocia), la conocida como COP26, respecto a c¨®mo conseguir que las emisiones de di¨®xido de carbono en 2030 sean un 45% inferiores a las de 2010 para que el calentamiento global no supere los 1,5 grados respecto a los niveles preindustriales, es una muestra de las dificultades que atraviesa la denominada transici¨®n verde.
Los expertos del Foro Futuro coinciden en se?alar que ¡°los costes de actuar pronto compensan sobradamente los costes de no actuar a tiempo¡±. Es la opini¨®n de Diego Rodr¨ªguez, catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad Complutense de Madrid e investigador de FEDEA, aunque otros se muestran m¨¢s esc¨¦pticos. Es el caso de Fernando Fern¨¢ndez, profesor de Econom¨ªa del IE Business School, quien estima que ¡°nadie se cree los objetivos de 2030 porque es imposible pagarlos. La clave -dice- es saber c¨®mo se financia toda esta transici¨®n: ahora la gente es muy fan, pero cuando tengamos que pagarlo, ya veremos¡±.
Los objetivos de reducci¨®n de emisiones en 2030 y neutralidad de carbono en 2050 son muy ambiciosos, con implicaciones de inversiones masivas: 350.000 millones m¨¢s en el decenio entrante que en el anterior.
Costes y beneficios de la transici¨®n hacia una econom¨ªa verde pesan en la balanza de los gobiernos, las empresas y los consumidores y todos se preguntan c¨®mo se van a financiar de aqu¨ª a 2050 y qui¨¦n acabar¨¢ pag¨¢ndolos. Los consumidores se temen lo peor.