Toallas con microchips y galletas a domicilio: as¨ª se reinventan las empresas para adaptarse a los tiempos inciertos

Renovarse o morir es una de esas m¨¢ximas que, por mucho que se utilicen, no dejan de tener validez en cualquier momento de la historia, y de manera especial en tiempos de cambio de paradigma. En el sector de las pymes esta necesidad se hace m¨¢s evidente: hablamos de empresas que, en muchas ocasiones, no cuentan con el suficiente m¨²sculo como para afrontar largos periodos de crisis o abrir l¨ªneas de negocio completamente nuevas. Sin embargo, son uno de los pilares fundamentales de nuestra econom¨ªa, y uno de los que m¨¢s se ha visto afectados por la crisis de la covid-19. Seg¨²n datos de la consultora Informa, antes de la pandemia, las pymes concentraban el 97% de las empresas de todo el pa¨ªs, con aproximadamente 3.417.000 compa?¨ªas, y generaban algo m¨¢s del 90% de empleo. Sin embargo, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo situaba en 2.872.000 el n¨²mero de estas compa?¨ªas en marzo de este a?o.

Saber adaptarse a los tiempos y reformular las v¨ªas de negocio son, por tanto, estrategias fundamentales para aquellos proyectos empresariales que cuentan con menos recursos. En este caso, como en casi todos los ¨¢mbitos, hay una aliada clave: la creatividad. A ella tuvo que recurrir Dana Knowles, fundadora de las tiendas Taste of America. ¡°Llevamos m¨¢s de 25 a?os importando productos de Estados Unidos, y siempre hab¨ªa so?ado con abrir una pasteler¨ªa para compartir las aut¨¦nticas recetas familiares y de tradici¨®n americana¡±, explica sobre su proyecto The Cookie Lab. ¡°Cuando se qued¨® el local disponible al lado de una de nuestras tiendas m¨¢s emblem¨¢ticas vimos la oportunidad de ofrecer algo diferente en el mercado. Era la manera perfecta de diversificar¡±.

Sin embargo, y como en otros tantos casos, la irrupci¨®n de la covid-19 provoc¨® un cambio repentino de planes. ¡°Cuando se anunci¨® el estado de alarma en marzo de 2020 cerramos la pasteler¨ªa e incluimos a la plantilla en el ERTE. Era un momento de incertidumbre, ya que se paraliz¨® todo¡±, recuerda Knowles. ¡°Despu¨¦s de dos semanas, volv¨ª al obrador y decidimos lanzar el e-commerce desde nuestra p¨¢gina web, junto con una campa?a de redes sociales¡±. Un pr¨¦stamo ICO del Banco Santander fue lo que le impuls¨® a hacer la transici¨®n hacia el negocio digital. ¡°El cr¨¦dito nos permiti¨® tomar una de las decisiones m¨¢s importantes para la expansi¨®n de nuestra empresa¡±, se?ala. ¡°Abrimos un segundo centro de producci¨®n que sirve tambi¨¦n de oficina central y tienda. La inversi¨®n en el espacio y maquinaria nos dan la confianza de llegar a los vol¨²menes requeridos en este fase de expansi¨®n¡±.

Ese cambio de enfoque, obligado por las circunstancias, no solo le permiti¨® seguir adelante, sino que le abri¨® una nueva v¨ªa de negocio. ¡°La respuesta fue tremenda: gente de toda Espa?a buscaba conectar con sus seres queridos y mandaban nuestras cookies en lugar de abrazos, con mensajes personales de ¨¢nimo. As¨ª que poco a poco volvimos a trabajar y expandirnos. La primera franquicia, en la calle Pez de Madrid, por fin pudo abrir en junio de 2020, seguida por otras cinco m¨¢s hasta la fecha. En el primer semestre de 2021 hemos incrementado las ventas en m¨¢s de un 200% comparado con 2020, y ahora estamos en situaci¨®n de abarcar m¨¢s extensi¨®n¡±.

Enfoques pioneros

A la hora de comenzar un proyecto empresarial, esta capacidad para encontrar soluciones y formatos innovadores puede marcar la diferencia. Lo sabe muy bien Carmen Santillana, CEO de Carsan Renting and Laundry, una empresa nacida hace 22 a?os que dio con una idea rupturista dentro del sector de la lavander¨ªa industrial: un servicio de renting a trav¨¦s del cual sus clientes solo pagan por el servicio que utilizan en textiles como s¨¢banas o toallas, y por el mantenimiento y limpieza de los mismos. ¡°Cuando empezamos, en Espa?a hab¨ªa empresas de lavander¨ªa industrial tradicionales, pero nosotros hicimos un modelo nuevo: nacimos especializados en renting, montamos una plataforma de lavander¨ªas independientes por todo el territorio, que dan soporte a los clientes que captamos, y hacemos un servicio integral¡±.

Especializada en el sector hotelero, su compa?¨ªa surge con unas necesidades muy exigentes. ¡°A diferencia de otro tipo de rentings, como los de los coches, es un renting vivo, hay que mantenerlo 365 d¨ªas al a?o. Diariamente la ropa de un hotel tiene que salir limpia y recibir otra sucia. Entramos en este sector con un planteamiento innovador: el cliente no soporta un coste fijo, sino que este var¨ªa en funci¨®n de lo que utiliza¡±, explica.

El que quiere, puede. Cuando se trata de innovar, casi todo lo que est¨¢ inventado se puede ampliar, se puede mejorar o se le puede a?adir tecnolog¨ªa

Carmen Santillana, empresaria

Carmen Santillana tuvo que enfrentarse a varios retos. Alguno de ellos, por ser mujer en un sector al que no le un¨ªa una tradici¨®n. ¡°Como todas las industrias es un sector muy masculinizado. Era una china en el zapato para este sector, y que me viesen como una mujer advenediza que ven¨ªa de fuera hizo que me encontrase con muchas dificultades¡±. Su modelo de negocio y la confianza de los fabricantes de textiles acab¨® por hacer respetar su propuesta, pero tambi¨¦n su capacidad para innovar. ¡°Cuando empezamos, casi toda la lencer¨ªa de los hoteles era muy uniforme, muy est¨¢ndar. Entend¨ª que ser muy creativos, proporcionar distintos acabados, era un valor a?adido. De esa forma pod¨ªas ofrecer un producto diferenciado para cada cliente y aportar un estilo m¨¢s hogare?o. En un sector en el que se mueven de 700 a 800 millones de euros anuales, lo m¨¢s f¨¢cil es globalizar, no distinguir al cliente, pero nosotros buscamos la direcci¨®n contraria. ?ramos una empresa peque?a y sab¨ªamos que ten¨ªamos que diferenciarnos, hacer algo distinto que no existiese en el sector¡±.

A lo largo de los a?os, esa visi¨®n de adaptaci¨®n constante sigui¨® marcando el rumbo de su empresa. ¡°Despu¨¦s de la crisis de 2008 nos dimos cuenta de que hab¨ªa que dar una vuelta de tuerca, buscar la tecnologizaci¨®n en este sector. Unificamos un sistema operativo ¨²nico para todos nuestros lavanderos, con el que pudi¨¦ramos compartir a tiempo real la producci¨®n por kilos por cliente. Esto permit¨ªa agilizar la facturaci¨®n¡±, comenta.

M¨¢s adelante, justo antes de la pandemia, tuvo que enfrentarse a otro reto ¡°En febrero de 2020 comenzamos la implantaci¨®n de una lavander¨ªa industrial en Madrid con sistemas de trazabilidad de toda la ropa que entra en nuestra planta. En marzo de ese a?o, por la pandemia, bajamos la facturaci¨®n en un 90%. Tuvimos la suerte de que en diciembre hab¨ªamos firmado una financiaci¨®n con el Fondo Smart del Santander y se nos plante¨® un gran reto. No sab¨ªa ni si pod¨ªamos llevar a cabo la obra. Fue una decisi¨®n dif¨ªcil, pero hab¨ªa que seguir. La industria tur¨ªstica mueve el 15 o 16% del PIB, as¨ª que esa situaci¨®n no pod¨ªa durar para siempre. El Fondo Smart apoy¨® nuestra decisi¨®n y continu¨® financiando¡±.

Superado ese bache, la empresa de Santillana contin¨²a con su negocio, en buena parte gracias a su visi¨®n y a su capacidad de adaptaci¨®n. Ella apuesta por la creatividad para encontrar nuevas v¨ªas de actividad. ¡°El que quiere, puede. Estoy convencida. Cuando se trata de innovar, casi todo lo que est¨¢ inventado se puede ampliar, se puede mejorar, se le puede a?adir tecnolog¨ªa. ?C¨®mo ¨ªbamos a pensar en Espa?a que una toalla iba a llevar un microchip? Ahora lo lleva, porque lo hemos puesto nosotros. O hacer un inventario de un hotel de 20.000 piezas con una PDA en unos 20 minutos. Hay que mirar, escuchar, ver... porque casi todo est¨¢ en nuestro entorno¡±.