As¨ª ser¨¢n las ciudades de la (nueva) ¨²ltima milla
Entrega r¨¢pida, compartida, donde diga el cliente, en taquillas inteligentes o en la tienda de la esquina, con veh¨ªculos el¨¦ctricos nunca vistos y un ojo digital que todo lo ve y todo lo coordina. La evoluci¨®n de la log¨ªstica en la renovaci¨®n de la ciudad
Lo has hecho todo bien. O eso crees. Has planificado el suministro de una buena dieta. Has hecho el esfuerzo de desterrar malos, y caros, h¨¢bitos. En general tus ¨®rganos trabajan correctamente en cadena. Pero llega el momento decisivo de entregar ox¨ªgeno (el producto) a tus c¨¦lulas (los clientes) y flaquea por un deficiente sistema capilar.
Algo parecido puede suceder con la ¨²ltima milla. Es un eslab¨®n, pero no un eslab¨®n cualquiera porque remata toda la cadena log¨ªstica, pone a prueba la calidad del servicio completo y un error grave anula los aciertos anteriores, al menos de cara al cliente porque esa entrega es su ¨²nico contacto directo con el proceso.
Las entregas de ¨²ltima milla suponen hasta un 50% del coste log¨ªstico en las entregas de ¡®e-commerce¡¯Jos¨¦ Mar¨ªa G¨®mez, CEO y cofundador de Scoobic
De ah¨ª que se considere una especialidad clave. Por su misi¨®n en s¨ª, depositar el pedido en las manos del consumidor, pero tambi¨¦n por su condici¨®n de sensor para diagnosticar la salud del organismo log¨ªstico. Si eclosiona un nuevo factor, por ejemplo el e-commerce, o se estrecha un cuello de botella, lo acusa ese cara a cara final. El Sal¨®n Internacional de la Log¨ªstica (SIL 2022, organizado por el Consorci de la Zona Franca de Barcelona del 31 de mayo al 2 de junio en la ciudad) le dedicar¨¢ varias sesiones de trabajo.
Tambi¨¦n es cuesti¨®n de dinero
No solo hablamos de calidad o impacto ambiental, sino de peso econ¨®mico. ¡°Las entregas de ¨²ltima milla suponen hasta un 50% del coste log¨ªstico en las entregas de e-commerce, con productos que pueden venir de otros pa¨ªses por avi¨®n o barco. Esta primera y larga cadena de env¨ªo cuesta la mitad de la entrega y llevarlo a una casa, el otro 50%¡±, afirma Jos¨¦ Mar¨ªa G¨®mez, CEO y cofundador de Scoobic, que dise?a peque?os veh¨ªculos el¨¦ctricos y de hidr¨®geno para reparto ¨¢gil y no contaminante. Adem¨¢s, en modo alquiler y pago por uso, no solo de compra en propiedad.
Las empresas del sector anuncian cambios dr¨¢sticos de forma y fondo. De aqu¨ª a una d¨¦cada, m¨¢s o menos, tendremos una ¨²ltima milla in¨¦dita y con efecto directo en la reconfiguraci¨®n del urbanismo.
Los indicadores son claros: concentraci¨®n de la poblaci¨®n, la econom¨ªa y el consumo en las ciudades; auge sostenido del comercio electr¨®nico impulsado por la pandemia; y adem¨¢s los retos de repartir con mayor eficiencia energ¨¦tica, enlazar con las cadenas globales y, por si fuera poco, responder a las crecientes expectativas tanto de los clientes finales, que ¡°quieren elegir c¨®mo, cu¨¢ndo y donde entregan o reciben paquetes¡±, como de los negocios en proceso acelerado de digitalizaci¨®n, ¡°que compran, almacenan y venden en cualquier parte del mundo¡±, apunta Nicol¨¢s Mouze, director de Marketing y Ventas de DHL Express.
Los clientes quieren elegir c¨®mo, cu¨¢ndo y donde entregan o reciben paquetesNicol¨¢s Mouze, director de Marketing y Ventas de DHL Express
Para Ignasi Sayol ¡ªCEO de Inprous y presidente de PIMEC Log¨ªstica y del Cl¨²ster Log¨ªstico de Catalunya¡ª, ¡°estamos ante un cambio de paradigma donde las empresas buscamos planes B, C y hasta D para anticiparnos¡±. Esa nueva ¨²ltima milla persigue la cuadratura del c¨ªrculo: entregar de forma inmediata m¨¢s productos y cada vez m¨¢s personalizados, a un coste competitivo y con menor huella ambiental, explica el experto.
El efecto reindustrializaci¨®n
Y debe lograrlo mientras se acelera otra tendencia: la regionalizaci¨®n de las cadenas de suministro para producir mucho m¨¢s cerca del consumidor. ¡°Nos hemos dado cuenta de que no todo puede fabricarse en China ¡ªcomenta Sayol¡ª y es clave desarrollar cadenas que soporten las sucesivas crisis¡±. ¡°Estamos pasando del just-in-time al just-in-case, lo que implica disponer de stocks y proveedores cercanos. Aunque sus costes sean superiores, es mayor el de no vender y perder clientes¡±.
Para Jos¨¦ Mar¨ªa G¨®mez, ubicar centros de log¨ªstica y distribuci¨®n mucho m¨¢s c¨¦ntricos ¡°es un cambio sin marcha atr¨¢s¡± que se completa con apoyos tecnol¨®gicos como la geolocalizaci¨®n, la gesti¨®n de stocks, flotas y rutas, una nueva generaci¨®n de veh¨ªculos cero emisiones peque?os, operativos y mucho menos molestos que furgonetas y camiones, o automatizar por completo la preparaci¨®n de pedidos individuales en almac¨¦n.
¡°Inventario m¨¢s cercano al cliente¡±, lo llama Mickael Devena, VP Southern Europe & LATAM de Project 44, multinacional de plataformas log¨ªsticas que integran en una sola cadena todos los medios de transporte posibles.
Una gran tendencia es el inventario m¨¢s cercano al cliente debido tanto a los impactos positivos en sostenibilidad como a la reducci¨®n de los tiempos de tr¨¢nsitoMickael Devena, VP Southern Europe & LATAM de Project 44
La tendencia es la gesti¨®n distribuida, que los minoristas puedan recurrir a varios puntos de distribuci¨®n para un mismo producto, desde micro-almacenes en la ciudad o su ¨¢rea metropolitana a modalidades como la recogida en tienda, gesti¨®n compartida de rutas para reducir las ¡°millas vac¨ªas¡± y as¨ª mejorar la competitividad minorista frente a gigantes como Amazon. Estas peque?as empresas tambi¨¦n comienzan a compartir datos de sus inventarios en tiempo real para que el sistema de gesti¨®n defina los puntos de acopio o entrega m¨¢s cercanos.
Alianza de tiendas y plataformas
En este sentido, Sayol cree que parte de la soluci¨®n ya est¨¢ dada: ¡°La convergencia del retail y el online¡±. Es decir, el comercio de proximidad urbano puede servir como red de conveniencia para recoger y entregar productos del e-commerce. ¡°Por mucha automatizaci¨®n que tengamos, el modelo no es escalable¡±; el incremento del comercio electr¨®nico necesita esa red de intercambio en tiendas para no colapsar el tr¨¢fico y acercar los objetivos sostenibles.
A ese marco de gesti¨®n y organizaci¨®n ¡ªinsiste Sayol¡ª, hay que a?adir un marco mental. La colaboraci¨®n no solo ata?e a empresas, no solo es t¨¦cnica en datos o rutas, sino humana y de todos los sectores implicados, incluidas las asociaciones ciudadanas y las administraciones. ?Con qu¨¦ fin? Consensuar leyes y ordenanzas urban¨ªsticas aliadas de esa flexibilidad, que no se conviertan en lo contrario de lo que pretenden.
Pasos hacia el nuevo modelo
Mientras cuaja, o no, esa colaboraci¨®n p¨²blico-privada, el sector anticipa movimientos. Devena, por ejemplo, ve el despegue de la distribuci¨®n por drones o bicicletas el¨¦ctricas, la robotizaci¨®n en gesti¨®n de almac¨¦n o los servicios de distribuci¨®n comunes para varias empresas, adem¨¢s de la transparencia en el impacto ambiental de cada servicio o nuevos usos como las taquillas inteligentes (puntos PUDO) de entrega y recogida.
Estamos ante un cambio de paradigma donde las empresas buscamos planes B, C y hasta D para anticiparnosIgnasi Sayol, CEO de Inprous, presidente de PIMEC Log¨ªstica y del Cl¨²ster Log¨ªstico de Catalunya
Para Mouze, el modelo ser¨¢ flexible en el servicio por demanda, donde el cliente decide fecha, hora y lugar del intercambio. Tendremos una ¨²ltima milla m¨¢s autom¨¢tica, m¨¢s rob¨®tica, m¨¢s digital, m¨¢s anal¨ªtica de datos, con m¨¢s inteligencia artificial para deducir y optimizar patrones, m¨¢s coordinada entre micro-centros log¨ªsticos repartidos por la trama urbana, y con muchos m¨¢s puntos de servicio propios o de terceros.
Pero que lo sea a tiempo, en forma y a la altura de la necesidad tambi¨¦n depender¨¢ de otro factor humano, adem¨¢s del consenso social: la cualificaci¨®n avanzada de los trabajadores para apurar las promesas de la nueva log¨ªstica. Cambio cultural previo al cambio tecnol¨®gico.
Esa ciudad log¨ªstica podr¨ªa ser Barcelona
José Luis Haro, técnico de Economías Locales y Emergentes del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), la ciudad que acoge desde hace 22 ediciones el Salón Internacional de la Logística (SIL), cree que nunca como ahora el destino de la ciudad ha estado tan unido a la última milla.
Por un lado, se solapan las grandes tendencias: crecimiento urbano, globalización, nuevas formas de producir como Lean (minimiza las pérdidas) o stock cero, descarbonización y hábitos como el boom del e-commerce. Y por otro, se acumulan sus efectos: proliferación de rutas, vehículos y su amenaza de colapso, contaminación y problemas como los cuellos de botella en el suministro y ahora unos precios energéticos que socavan la rentabilidad. Así, la última milla “tiene el reto de reducir estos riesgos y aumentar la resiliencia urbana”. Es más, “la ciudad metropolitana basará la competitividad de su tejido económico en servicios e infraestructuras logísticas de alto valor añadido, que conecten a sus ciudadanos y empresas con las cadenas globales y a la vez se reequilibren con actividades relocalizadas”.
Puede hacerlo desde varios frentes. Por ejemplo, gestión para optimizar la ocupación de vehículos y rutas, segmentar horarios y que los camiones solo entreguen de noche, reparto desde múltiples microhubs con vehículos cero emisiones más pequeños, adaptados a las calles estrechas y coordinados con infraestructuras municipales como los aparcamientos para usar sus plazas libres. Haro apuesta por la hibridación y el beneficio mutuo entre comercio tradicional y comercio online, que las tiendas sean además puntos de entrega y recogida.
La segmentación llegará a las flotas: propulsión eléctrica en vehículos pequeños y medianos e hidrógeno para los grandes (AMB ya lo hace con sus autobuses que repostan en la primera hidrogenera de uso público en España). Y la digitalización mejorará la coordinación mediante el internet físico que interconecta redes y vehículos logísticos.
Y de nuevo el factor humano: la necesidad de concienciar al consumidor sobre el impacto de los diferentes modelos de consumo y servicio. ¿Por qué apurar una entrega inmediata si un cliente no tiene prisa y prioriza la eficiencia energética?