Cambio clim¨¢tico y estabilidad financiera
No se trata de invertir ¡°verde¡±, sino de dejar de hacerlo en aquellos sectores que son contaminantes
El pasado d¨ªa 22 de septiembre, el Banco Central Europeo (BCE) hac¨ªa p¨²blico un informe con los resultados de su primer test de estr¨¦s clim¨¢tico para el conjunto de la econom¨ªa de la eurozona. El ejercicio sigue las estelas de otros bancos centrales, y responde a los objetivos marcados en su hoja de ruta clim¨¢tica, aprobada y publicada tambi¨¦n este pasado verano. De esta manera, la autoridad monetaria ampl¨ªa su rango de instrumentos clim¨¢ticos y permite ofrecer una panor¨¢mica comple...
El pasado d¨ªa 22 de septiembre, el Banco Central Europeo (BCE) hac¨ªa p¨²blico un informe con los resultados de su primer test de estr¨¦s clim¨¢tico para el conjunto de la econom¨ªa de la eurozona. El ejercicio sigue las estelas de otros bancos centrales, y responde a los objetivos marcados en su hoja de ruta clim¨¢tica, aprobada y publicada tambi¨¦n este pasado verano. De esta manera, la autoridad monetaria ampl¨ªa su rango de instrumentos clim¨¢ticos y permite ofrecer una panor¨¢mica completa de los efectos del cambio clim¨¢tico no s¨®lo en la econom¨ªa de la eurozona, sino tambi¨¦n en su estabilidad financiera.
Como no se pod¨ªa esperar de otro modo, los resultados llaman a la acci¨®n. El banco maneja tres escenarios: uno denominado ¡°transici¨®n ordenada¡±, en la que los pa¨ªses asumen exitosamente sus compromisos para lograr mantener el calentamiento global por debajo de dos grados cent¨ªgrados; un escenario en el que esos compromisos no se alcanzan y la temperatura sube por encima de tres grados, y otro intermedio en el que los compromisos se producen a destiempo y de manera desordenada. La primera conclusi¨®n del informe es que en todos los supuestos se produce un coste en t¨¦rminos de PIB, que puede variar desde el 2% del escenario de transici¨®n ordenada hasta un 8% en el caso del escenario sin compromisos asumidos. En definitiva, el cambio clim¨¢tico traer¨¢ costes, y lo que debemos decidir es cu¨¢les queremos asumir: si los de mitigarlo, o el de los efectos de un calentamiento descontrolado del planeta.
Los resultados del informe no se acaban aqu¨ª, sino que profundizan en los impactos del cambio clim¨¢tico en m¨¢s de cuatro millones de empresas europeas. Los resultados, de nuevo, son de inter¨¦s, al ser desglosados por pa¨ªses. Seg¨²n el BCE, Espa?a es el tercer pa¨ªs con mayor porcentaje de empresas posiblemente afectadas por los impactos f¨ªsicos del cambio clim¨¢tico, con m¨¢s del 60% de las firmas expuestas a sus efectos, s¨®lo por detr¨¢s de Grecia y de Portugal. Los efectos sobre la estabilidad financiera son notables: m¨¢s del 60% de los pr¨¦stamos bancarios de la banca espa?ola se encuentran sometidos a un alto impacto de riesgos f¨ªsicos asociados al cambio clim¨¢tico, con la eventual p¨¦rdida de activos y el incremento de las posibilidades de default o mora. De nuevo, Espa?a se encuentra entre los pa¨ªses con mayor vulnerabilidad asociada a los riesgos f¨ªsicos del cambio clim¨¢tico, donde el incremento del default aumentar¨ªa m¨¢s de un 8% sobre el a?o 2020.
Las consecuencias macroprudenciales de este ejercicio no se pueden soslayar. El BCE ha identificado, de manera sistem¨¢tica y expl¨ªcita, una fuente de inestabilidad financiera que, de acuerdo con sus propios planes, puede incorporarse en un futuro pr¨®ximo a los test de estr¨¦s de la banca de la eurozona, donde el paso l¨®gico ser¨ªa demandar mayores provisiones de capital a aquellos bancos m¨¢s expuestos a los riesgos del cambio clim¨¢tico. En el caso de Espa?a, esto puede suponer la necesidad de mejorar las ratios de capital de nuestro sistema financiero, en un contexto de baj¨ªsimas rentabilidades bancarias y con las amenazas de nuevos competidores provenientes de la industria fintech. De momento, el ejercicio desarrollado por el BCE tiene un car¨¢cter ilustrativo y piloto, pero es probable que su integraci¨®n en el r¨¦gimen de supervisi¨®n macroprudencial lo convierta en un elemento clave de futuros test de estr¨¦s bancarios, donde, de nuevo, nuestro sistema bancario tendr¨¢ que responder de una manera robusta.
El recurso a una cartera de activos caracterizados como ¡°inversiones sostenibles¡± no ser¨¢ suficiente, pues no se trata de invertir ¡°verde¡±, sino de dejar de hacerlo en aquellos sectores que no lo son, o que pueden sufrir p¨¦rdidas provocadas por los riesgos f¨ªsicos. Las consecuencias de este movimiento sobre la econom¨ªa est¨¢n todav¨ªa por analizar, pero todo indica que si las reglas macroprudenciales incentivan una transici¨®n financiera acelerada hacia la sostenibilidad, el impacto sobre las firmas con menos capacidad de adaptaci¨®n ser¨¢ elevado, incrementando sus costes de financiaci¨®n y dificultando su viabilidad financiera. La pregunta que debemos hacernos es qu¨¦ pasar¨¢ con los trabajadores de esas industrias y de las que les prestan servicios auxiliares. La necesidad de una transici¨®n justa se abre, de nuevo, camino.
Jos¨¦ Mois¨¦s Mart¨ªn es economista y consultor.