Crisis energ¨¦tica y precios del carbono
Son imprescindibles unos precios de carbono previsibles a largo plazo, consistentes con la descarbonizaci¨®n; y m¨¢s a¨²n con problemas de seguridad en el suministro energ¨¦tico f¨®sil
El mundo est¨¢ en una crisis energ¨¦tica sin precedentes en 40 a?os por el embargo petrolero a Rusia y la incertidumbre sobre la seguridad del suministro de gas. Adem¨¢s, las medidas planteadas para sustituir la oferta rusa no son a corto plazo una alternativa efectiva sin el concurso de ajustes en la demanda, como ya se?ala el Gobierno alem¨¢n. A todo ello se le a?ade la transici¨®n hacia una econom¨ªa descarbonizada. Lo primero eleva los precios energ¨¦ticos, lo segundo exige aumentar adem¨¢s el precio al carbono generado p...
El mundo est¨¢ en una crisis energ¨¦tica sin precedentes en 40 a?os por el embargo petrolero a Rusia y la incertidumbre sobre la seguridad del suministro de gas. Adem¨¢s, las medidas planteadas para sustituir la oferta rusa no son a corto plazo una alternativa efectiva sin el concurso de ajustes en la demanda, como ya se?ala el Gobierno alem¨¢n. A todo ello se le a?ade la transici¨®n hacia una econom¨ªa descarbonizada. Lo primero eleva los precios energ¨¦ticos, lo segundo exige aumentar adem¨¢s el precio al carbono generado por la energ¨ªa de origen f¨®sil, muy bajo para el da?o que produce.
De hecho, seg¨²n el informe anual del Banco Mundial sobre la situaci¨®n y las tendencias del precio al carbono, en abril de 2022 solo una cuarta parte de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero ten¨ªa alg¨²n mecanismo de precios (impuesto, comercio de derechos de emisi¨®n), y con un nivel muy bajo: ¨²nicamente el precio del 4% de las emisiones globales se acerca al que compensa los da?os para la sociedad.
La dificultad del momento actual se refleja en los problemas para avanzar en la legislaci¨®n clim¨¢tica en la UE, la regi¨®n que hace bandera de la descarbonizaci¨®n. Ha costado lograr el acuerdo del Parlamento Europeo sobre el mecanismo de comercio de emisiones, con mayor ambici¨®n en energ¨ªa e industria, ampliaci¨®n del mecanismo a las emisiones del sector residencial y a las del transporte, e implementaci¨®n de una tarifa al carbono de ciertos productos importados. Estos avances, pendientes de negociaci¨®n con los Estados miembros, se modulan con retrasos en la entrada en vigor de algunas medidas, compensaciones a la industria exportadora por la p¨¦rdida de derechos de emisi¨®n gratuitos al entrar en vigor la tarifa al carbono, o el establecimiento de un fondo social clim¨¢tico para ayudar en la transici¨®n a los m¨¢s vulnerables.
Ese es el camino a seguir: avanzar en medidas extraterritoriales no proteccionistas que internalicen el coste de las emisiones de carbono importadas, haciendo rentable la generalizaci¨®n de mecanismos de precios en los pa¨ªses exportadores. La transici¨®n hacia la descarbonizaci¨®n es imposible si no es tambi¨¦n rentable econ¨®micamente, y en ese ¨¢nimo, el desarrollo de mercados voluntarios de carbono, por ejemplo, es una oportunidad a poco que se dise?en los incentivos apropiados: que aseguren la integridad de las transacciones, mantengan el apetito de los demandantes y fomenten las oportunidades de generaci¨®n de cr¨¦ditos de carbono, especialmente en econom¨ªas en desarrollo que pueden aprovechar as¨ª su mayor dotaci¨®n de capital natural.
Para todo ello son imprescindibles unos precios de carbono previsibles a largo plazo, consistentes con la descarbonizaci¨®n; y m¨¢s a¨²n con problemas de seguridad en el suministro energ¨¦tico f¨®sil.