La que se avecina

Hace pocas semanas, el Panel Intergubernamental de Cambio Clim¨¢tico (IPCC por sus siglas en ingl¨¦s) public¨® su sexto informe de s¨ªntesis recogiendo el consenso cient¨ªfico sobre los factores que causan el cambio clim¨¢tico, sus impactos, riesgos y c¨®mo las pol¨ªticas de mitigaci¨®n y adaptaci¨®n pueden reducirlos. El panorama que dibuja el documento es sombr¨ªo: la ventana de oportunidad para actuar se sigue cerrando. ...

Hace pocas semanas, el Panel Intergubernamental de Cambio Clim¨¢tico (IPCC por sus siglas en ingl¨¦s) public¨® su sexto informe de s¨ªntesis recogiendo el consenso cient¨ªfico sobre los factores que causan el cambio clim¨¢tico, sus impactos, riesgos y c¨®mo las pol¨ªticas de mitigaci¨®n y adaptaci¨®n pueden reducirlos. El panorama que dibuja el documento es sombr¨ªo: la ventana de oportunidad para actuar se sigue cerrando. La emisi¨®n de di¨®xido de carbono registr¨® un m¨¢ximo hist¨®rico en 2022, y las previsiones basadas en las pol¨ªticas vigentes o incluso en compromisos anunciados (que van mejorando) quedan a¨²n muy lejos de ser consistentes con limitar el calentamiento global a 1,5 grados este siglo.

Esta lentitud en la mejora de las pol¨ªticas es especialmente relevante en un fen¨®meno f¨ªsico que es muy inercial: aunque se diesen ya ca¨ªdas intensas y sostenidas de emisiones a la atm¨®sfera, la concentraci¨®n de gases de efecto invernadero y, por tanto, la temperatura, tardar¨ªa en reaccionar a la baja no uno o dos a?os, sino tres o cuatro quinquenios. Por eso hay que acompa?ar (no sustituir) las pol¨ªticas de reducci¨®n de emisiones con medidas que faciliten la adaptaci¨®n a eventos (sequ¨ªas, incendios, tormentas, inundaciones¡­) que son m¨¢s severos y frecuentes.

?C¨®mo lograrlo? El diagn¨®stico es bien conocido: incentivar decisiones de gasto, inversi¨®n y financiaci¨®n que reduzcan emisiones a la atm¨®sfera encareciendo (o simplemente poniendo un precio cuando no lo hay) las transacciones econ¨®micas que las aumentan, y redistribuyendo para compensar a las regiones, las empresas y los hogares m¨¢s expuestos y con menos capacidad de reacci¨®n, tanto en las econom¨ªas emergentes como en las m¨¢s desarrolladas. Proteger un bien p¨²blico global, el clima, exige medidas coordinadas globalmente, y aunque hay una ¡°carrera clim¨¢tica¡± entre China, Europa y EE UU, la descarbonizaci¨®n est¨¢ siendo m¨¢s un instrumento para lograr autonom¨ªa estrat¨¦gica en un escenario geopol¨ªtico complejo que un fin en s¨ª mismo. Y la falta de coordinaci¨®n internacional es determinante para que no est¨¦ aumentando suficientemente la financiaci¨®n clim¨¢tica. Faltan datos comparables y confiables, gobernanza com¨²n, proyectos clim¨¢ticos homologables y colaboraci¨®n p¨²blico-privada con organizaciones multilaterales para establecer, por ejemplo, mecanismos de compartici¨®n de riesgos de financiaci¨®n clim¨¢tica.

No es gratis, pero como muestra un trabajo publicado recientemente por BBVA Research, la ca¨ªda del bienestar econ¨®mico en la OCDE por internalizar el coste que generan para la sociedad las emisiones de gases de efecto invernadero es m¨¢s que asumible, y permitir¨ªa evitar los peores escenarios futuros de calentamiento global. No ser¨¢ por falta de avisos de la que se avecina, y de saber lo que hay que hacer para evitar que termine resultando que aqu¨ª no hay quien viva.

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