Nuevo factor de resiliencia para la econom¨ªa espa?ola
La recuperaci¨®n salarial, a¨²n incierta, se contrapone al ciclo de restricci¨®n monetaria
Que la econom¨ªa espa?ola haya capeado mejor de lo vaticinado las consecuencias de la crisis energ¨¦tica, de la inflaci¨®n y de una guerra, es ya una evidencia. La pregunta es hasta qu¨¦ punto puede seguir sorprendiendo. Para responder, aparte de realizar un ejercicio de humildad, es importante identificar la sostenibilidad de los principales pilares del impulso. Algunos, como la estabilizaci¨®n de los mercados energ¨¦ticos o...
Que la econom¨ªa espa?ola haya capeado mejor de lo vaticinado las consecuencias de la crisis energ¨¦tica, de la inflaci¨®n y de una guerra, es ya una evidencia. La pregunta es hasta qu¨¦ punto puede seguir sorprendiendo. Para responder, aparte de realizar un ejercicio de humildad, es importante identificar la sostenibilidad de los principales pilares del impulso. Algunos, como la estabilizaci¨®n de los mercados energ¨¦ticos o la normalizaci¨®n del turismo, seguir¨¢n teniendo un impacto positivo, pero cada vez menor al tratarse de fen¨®menos por naturaleza transitorios.
Otros, como el tir¨®n de las exportaciones de productos industriales y de servicios no tur¨ªsticos, alentados por el buen posicionamiento competitivo de nuestras empresas, parecen m¨¢s s¨®lidos. Es un hecho que el sector exterior ha sido el principal art¨ªfice del crecimiento desde finales del pasado ejercicio (de ah¨ª buena parte del error de previsi¨®n). Sin embargo, el debilitamiento de los mercados europeos deja escaso margen de sorpresa. La fuerte ca¨ªda de los indicadores de coyuntura de la eurozona es preocupante a este respecto.
Asimismo, se percibe una desaceleraci¨®n del mercado laboral, que ha sido otro importante factor de resiliencia en esta etapa. Ante el riesgo de no disponer de personal suficiente durante el periodo vacacional, las empresas habr¨ªan anticipado las contrataciones durante la primavera, de modo que no cabe ya esperar grandes avances. Los datos de afiliaci¨®n de junio, menos boyantes que la norma para un inicio de temporada, ya apuntan en esta direcci¨®n.
Pero la principal inc¨®gnita radica en la pugna entre dos fuerzas contrapuestas: las subidas de tipos de inter¨¦s, y, por otra parte, el restablecimiento del poder adquisitivo de los salarios y su posible efecto en el consumo. La desescalada de los precios de las materias primas energ¨¦ticas y de las que entran en la cadena alimentaria est¨¢ ayudando a doblegar el IPC. Asimismo, se espera una disipaci¨®n de la presi¨®n alcista de los beneficios empresariales, que ya se sit¨²an por encima de los valores previos a la pandemia en t¨¦rminos agregados (con enormes diferencias entre sectores, seg¨²n los datos de la Agencia Tributaria), en un contexto de debilitamiento de las expectativas.
Todo ello apunta a una paulatina desaceleraci¨®n del IPC, que coincide con el repunte de los salarios: ¨¦stos crecen ya por encima de 3% (en concepto de salarios pactados), dejando atr¨¢s el periodo de erosi¨®n de la capacidad de compra de los hogares que se inici¨® con el brote inflacionario. El alza de las remuneraciones en relaci¨®n a los precios, en consonancia con el acuerdo salarial, aportar¨¢ un respiro al consumo, muy alica¨ªdo ¨²ltimamente. Sin embargo, este efecto ser¨¢ sin duda limitado a corto plazo, ya que los hogares querr¨¢n asegurarse que ese plus de ingresos es sostenible antes de gastarlo.
Entre tanto, el BCE, preocupado por las presiones subyacentes en Alemania y otros pa¨ªses del n¨²cleo duro del euro, seguir¨¢ subiendo tipos de inter¨¦s: nos asomamos a una nueva vuelta de tuerca este mismo mes, y otra despu¨¦s del verano, lo que llevar¨¢ el Euribor a nuevos m¨¢ximos. Los tipos de inter¨¦s se mantendr¨ªan en ese nivel durante bastante tiempo, hasta que el gur¨² monetario considere que el proceso de desinflaci¨®n es irreversible.
Con todo, el ciclo de restricci¨®n monetaria pesar¨¢ necesariamente sobre la coyuntura ¡ªya ha dado pie a un descenso de los pr¨¦stamos de nueva concesi¨®n a empresas y particulares¡ª. El ejercicio podr¨ªa acabar con un crecimiento del PIB superior al 2%, gracias a la progresiva recuperaci¨®n de los salarios unida al efecto arrastre asociado al buen inicio de a?o. Pero, con la desaparici¨®n de este ¨²ltimo factor, una neta ralentizaci¨®n parece inevitable para 2024. Eso, siempre y cuando la pol¨ªtica monetaria no reaccione en exceso, ni que los costes financieros se disparen ¡ªsiendo ¨¦ste el principal riesgo de previsi¨®n¡ª. A la inversa, el entorno de recuperaci¨®n de renta disponible de los hogares podr¨ªa abrir la v¨ªa a una trayectoria econ¨®mica m¨¢s favorable de lo anticipado.
Balanza externa
La balanza de pagos por cuenta corriente de la economía española arrojó un superávit histórico durante el primer trimestre de este año, en concrto de 10.300 millones de euros, la mejor cifra de un primer trimestre de toda la serie histórica sobre la que hay datos disponibles. El déficit de la balanza comercial de bienes se redujo con respecto al mismo periodo del pasado año, mientras que el superávit de las balanzas de servicios, tanto turísticos como no turísticos, creció de forma notable, solo mínimamente compensado por un ligero incremento de los pagos netos al exterior por rentas de la propiedad.
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