Bienvenidos al caos eterno del tr¨¢fico en Los ?ngeles
La segunda ciudad de Estados Unidos carece de un sistema de transporte p¨²blico eficiente y para arreglarlo promete invertir 120.000 millones en los pr¨®ximos 40 a?os
Welcome to Los Angeles! ?Bienvenidos a Los ?ngeles! La tierra prometida, el lejano oeste del glamur del cine, de las playas de Santa M¨®nica y el cartel de Hollywood. Bienvenido, ?ha llegado usted al aeropuerto? Pues prep¨¢rese para el caos. Porque, para empezar, le va a costar salir de LAX, el principal aer¨®dromo del condado. Y, cuando lo haga, vivir¨¢ una primera experiencia inmersiva de la ciudad.
Desplazarse por la segunda urbe de EE UU es misi¨®n imposible. ...
Welcome to Los Angeles! ?Bienvenidos a Los ?ngeles! La tierra prometida, el lejano oeste del glamur del cine, de las playas de Santa M¨®nica y el cartel de Hollywood. Bienvenido, ?ha llegado usted al aeropuerto? Pues prep¨¢rese para el caos. Porque, para empezar, le va a costar salir de LAX, el principal aer¨®dromo del condado. Y, cuando lo haga, vivir¨¢ una primera experiencia inmersiva de la ciudad.
Desplazarse por la segunda urbe de EE UU es misi¨®n imposible. Los autobuses (que mueven al 70% de los usuarios) son pocos y lentos, siempre atascados en un tr¨¢fico imposible; el metro, con v¨ªas limitadas tambi¨¦n por el uso por parte de otros trenes, es escaso en sus frecuencias y sus recorridos y no siempre agradable ni seguro. La ciudad va a invertir unos estratosf¨¦ricos 120.000 millones de d¨®lares (recaudados con un impuesto espec¨ªfico) en su sistema de transporte p¨²blico durante los pr¨®ximos 40 a?os, hasta 2056. Pero parece poco para la movilidad en un lugar con m¨¢s de 10 millones de ciudadanos que, sin coche, est¨¢n perdidos. La propia ciudad lo reconoce en su plan estrat¨¦gico de transporte, cuyo objetivo es 2028, cuando llegar¨¢n por tercera vez los Juegos Ol¨ªmpicos a la ciudad (antes, en 2026, llegar¨¢ una parte del Mundial de F¨²tbol masculino). ¡°Nuestro sistema de transporte actual est¨¢ muy congestionado porque el espacio vial se utiliza de forma ineficiente¡±, afirman, y destacan que ¡±los miembros m¨¢s desfavorecidos¡± tienen ¡°opciones limitadas¡± de desplazarse. Lo que se busca son ¡°opciones de movilidad de alta calidad¡± a 10 minutos de cualquier punto, con menos tiempos de espera (como m¨¢ximo 15 minutos), mejor la velocidad y que sea una opci¨®n pr¨¢ctica y de confianza para el usuario.
Pero la puerta de entrada, como en toda ciudad, es el aeropuerto, y all¨ª es pisar un pie y llegar las dudas y el caos. Como ejemplo y para empezar, la salida tras la recogida de maletas en la terminal internacional es una rampa ascendente en curva. El m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa. Las angostas puertas de salida de las terminales no permiten pasar a dos personas. Despu¨¦s, m¨¢s complicaciones. No hay metro. Autobuses p¨²blicos, uno, que lleva a Union Station ¡ªnodo de transporte y centro financiero, donde apenas nadie vive o se aloja¡ª en unos 40 minutos por 10 d¨®lares. ?D¨®nde se meten los 66 millones de viajeros anuales, que llegaron a ser 88 antes de pandemia? En coches, en concreto, en los 32 millones que pasan por LAX cada a?o. Algo que implica un tr¨¢fico terrible en todo el aer¨®dromo. Tanto que ya no se permiten taxis ni VTC: hay que buscar un renqueante autob¨²s rotulado como LAX-it (juego de palabras con Exit, salida) que lleva a otra terminal, una especie de descampado en la que, ya s¨ª, se pide un coche v¨ªa app. Cuando hace una d¨¦cada aparecieron aplicaciones como Uber y Lyft ¡ªm¨¢s barata y muy popular¡ª, el coste de los trayectos era ¨ªnfimo, m¨¢s para los altos precios de California. Tanto que, pr¨¢cticamente, acabaron con los taxis. Ahora apenas hay taxis. Y las tarifas de los veh¨ªculos con conductor se han disparado.
El futuro pasa por el metro y el consorcio de la ciudad lo sabe. LAX ha invertido 15.000 millones para modernizar sus ocho terminales y unirlas por peque?os trenes a¨¦reos; algunos est¨¢n empezando a funcionar. Tambi¨¦n se ha creado un aparcamiento de bajo coste, lejano, eso s¨ª: hay que llegar despu¨¦s en otro autob¨²s. Pero el metro se resiste. La l¨ªnea C, alejada de los focos m¨¢s tur¨ªsticos de la ciudad (m¨¢s en el centro-sur, sin conexi¨®n con Downtown, Hollywood o Santa M¨®nica), llega hasta una parada en medio de la nada llamada Aviation/LAX. Desde ah¨ª se est¨¢ construyendo una uni¨®n con otra l¨ªnea m¨¢s popular aunque a¨²n a medias, la K, que tiene levantado al glamuroso West Hollywood y que, alg¨²n d¨ªa, pues va con retraso, acabar¨¢ en Aviation. Y de ah¨ª partir¨¢ un ambicioso proyecto de 900 millones de d¨®lares: un nodo con autobuses desde toda la ciudad, zona de descenso de viajeros desde coches, aparcamiento de bicicletas, tiendas... y donde una parada llevar¨¢ a los viajeros por trenes semiautom¨¢ticos hasta el aeropuerto. ¡°Todo el que llegue o salga de LAX debe tener acceso a un transporte p¨²blico moderno y de confianza que le lleve a su destino con puntualidad¡±, declaraba el entonces alcalde de Los ?ngeles, Eric Garcetti, cuando inaugur¨® el proyecto, en junio de 2021 y cuando cont¨® que la intenci¨®n inicial es que ese ¨²ltimo paso al aeropuerto estuviera listo para finales de 2024. Pero, por ahora, solo hay hormig¨®n, acero y cascos. Y est¨¢ a m¨¢s de siete kil¨®metros de las terminales. Vayan llamando al siguiente taxi.
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