Los tijeretazos presupuestarios en Nueva York, la capital de los millonarios
El alcalde anuncia nuevos ajustes con el pretexto de sufragar la crisis migratoria que sufre la ciudad
Nueva York es la capital mundial de las finanzas y, dicen, la ciudad con m¨¢s multimillonarios por metro cuadrado. No hay m¨¢s que ver el poder¨ªo de Billionaires¡¯ Row, el nombre que recibe un grupo de rascacielos residenciales de ultralujo y la zona que los rodea, a los pies de Central Park. Pero las cuentas p¨²blicas son otro cantar y la Gran Manzana tiene que apretarse el cintur¨®n para afrontar el gasto que supone la gesti¨®n de la crisis migratoria provocada por la llegada de 120.000 extranjeros desde la primavera de 2022. Cuestiones pol¨ªticas al margen ¡ªlos migrantes son enviados en autobuses desde los Estados republicanos de la frontera, para presionar a Washington¡ª, lo cierto es que la ciudad ha gastado en alojamiento y manutenci¨®n de los reci¨¦n llegados m¨¢s de 2.000 millones de d¨®lares desde entonces. La previsi¨®n es que cueste a la ciudad m¨¢s de 12.000 millones en los pr¨®ximos tres ejercicios fiscales.
As¨ª que el alcalde, Eric Adams, una persona peculiar que ha impuesto un men¨² vegano los viernes en la red de escuelas p¨²blicas porque asegura que el veganismo le salv¨® la vida, o que celebr¨® su ingreso en una logia mas¨®nica rodeado de fot¨®grafos, ha pedido a las distintas agencias de la ciudad que estudien c¨®mo recortar sus respectivos presupuestos hasta en un 15%. Ello no resultar¨ªa extra?o, dada la presi¨®n financiera de la crisis migratoria, si no fuera porque es la cuarta vez desde que Adams lleg¨® a la alcald¨ªa, en enero de 2022, que insta un recorte: ya en abril, orden¨® una rebaja del gasto del 4% en casi todos los departamentos municipales. Ahora, pide a los funcionarios que hagan un agujero del 5% a sus presupuestos para cada uno de los tres pr¨®ximos planes fiscales.
La ciudad, que por una ley de 1981 denominada doctrina Callahan est¨¢ obligada a dar cobijo a cualquiera que lo necesite ¡ªsea extranjero o estadounidense sin hogar¡ª, ha habilitado m¨¢s de 200 centros de emergencia desde que empez¨® la crisis, hace a?o y medio. Pero la capacidad de los albergues est¨¢ saturada, y Adams no se cansa de clamar ayuda. ¡°Mientras nuestra compasi¨®n no conoce l¨ªmites, nuestros recursos s¨ª¡±, dirige sus ruegos hacia el Gobierno federal.
Chivos expiatorios
Pero el contralor (auditor) de la ciudad ha advertido a Adams de que, adem¨¢s de la ayuda de Washington y Albany (la capital del Estado), la ciudad necesita un plan de ahorro ¡°real a largo plazo¡±. ¡°Aunque nuestra oficina examinar¨¢ los recortes propuestos, una cosa est¨¢ clara: utilizar a los solicitantes de asilo como chivos expiatorios no mejorar¨¢ la educaci¨®n, la seguridad p¨²blica, la asequibilidad de la vivienda ni la calidad de vida de los neoyorquinos¡±, dijo en septiembre Brad Lander.
El contralor puso el dedo en la llaga: las numerosas disfunciones existenciales de la ciudad de los millonarios. Tras la urgencia de la crisis migratoria, el panorama es sombr¨ªo: un parque de vivienda p¨²blica escaso y anticuado; una agencia de transporte m¨¢s que deficitaria, impopulares proyectos para imponer peajes en el acceso a Manhattan, hacer caja y a la vez aliviar la presi¨®n del tr¨¢fico; programas escolares cancelados o jibarizados; un intento, parcialmente abortado, de rebajar el presupuesto de la estupenda red p¨²blica de bibliotecas y, en resumen, un recorte generalizado en gasto social que perjudica a los ya de por s¨ª perjudicados por los precios prohibitivos de la ciudad. Un solo, y revelador, ejemplo: la tarifa de casi todos los tipos de cuidado infantil se ha disparado desde 2017 ¡ªlas familias de clase trabajadora deben pagar al menos 2.000 d¨®lares al mes por una guarder¨ªa¡ª, obligando a miles de padres y madres a dejar el trabajo para ocuparse de los hijos.
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