La clave del ¨¦xito de las pol¨ªticas contra la pobreza y la exclusi¨®n social
Que nuestro pa¨ªs encabece, con Ruman¨ªa, la clasificaci¨®n europea de pobreza infantil es algo incomprensible
La situaci¨®n de pobreza y exclusi¨®n social que padecen muchas personas en nuestro pa¨ªs es un drama humano inaceptable. Esas privaciones les impiden construir trayectorias personales exitosas, llevar una vida digna y obtener reconocimiento social. Este drama se agrava cuando se trata de la pobreza infantil. Que nuestro pa¨ªs encabece, junto con Ruman¨ªa, el ranking europeo con un 27,6% de pobreza infantil es algo incomprensible e impropio de una socie...
La situaci¨®n de pobreza y exclusi¨®n social que padecen muchas personas en nuestro pa¨ªs es un drama humano inaceptable. Esas privaciones les impiden construir trayectorias personales exitosas, llevar una vida digna y obtener reconocimiento social. Este drama se agrava cuando se trata de la pobreza infantil. Que nuestro pa¨ªs encabece, junto con Ruman¨ªa, el ranking europeo con un 27,6% de pobreza infantil es algo incomprensible e impropio de una sociedad decente y de una democracia desarrollada.
Esta pobreza y exclusi¨®n social tiene un elevado coste para la sociedad y constituye un freno para el crecimiento. As¨ª, seg¨²n la OCDE, la falta de inversi¨®n en la infancia resta, en promedio, a los pa¨ªses desarrollados un 1,6% de PIB anual. En el caso de Espa?a, un 2,6%. Vamos, un despilfarro. Si dejamos en la cuneta de la exclusi¨®n a cientos de miles de personas, el pa¨ªs no puede tener un futuro de progreso. Ahora que tanto preocupa el ¡°talento¡±, es necesario recordar que la mejor m¨¦trica del futuro que le espera a una sociedad es ver c¨®mo cuida a sus generaciones j¨®venes.
?Por qu¨¦ no somos capaces de erradicar estas lacras? La respuesta convencional es la falta de recursos econ¨®micos. Pero tengo la convicci¨®n de que hay algo m¨¢s. Que el Ingreso M¨ªnimo Vital no llegue a todas las personas que lo necesitan no es un problema de recursos. Como tampoco lo es que las pol¨ªticas de empleo no logren sus objetivos. La relaci¨®n con instituciones dedicadas a estudiar o erradicar estas lacras me ha hecho ver que, al margen de que haya que aumentar los recursos financieros, la clave del ¨¦xito de los programas contra la pobreza y la exclusi¨®n es la calidad de la orientaci¨®n y del acompa?amiento que reciben las personas que quieren escapar de esa situaci¨®n. Perm¨ªtanme mencionar algunos ejemplos.
Esta semana fui invitado a participar en un acto de celebraci¨®n del 40 aniversario de los Servicios Sociales Locales de Aldaia (Valencia). Al escuchar a sus responsables pude comprobar el avance logrado en este tiempo, pero tambi¨¦n la necesidad de mejorar. Los servicios sociales locales son la primera trinchera del Estado del Bienestar en la lucha contra la pobreza y la exclusi¨®n. Es en el ¨¢mbito local donde se manifiestan con toda su crudeza estas privaciones. La proximidad permite a estos servicios sociales hacer ¡°trajes a medida¡± para cada una de las personas que necesitan ayuda que van m¨¢s all¨¢ de las ayudas monetarias Y, que, aunque alivian las carencias, no las curan. Hace falta poder orientar y acompa?ar a las personas en su esfuerzo para salir de la pobreza. Para tener ¨¦xito en esta tarea, los servicios sociales requieren capacidad para elaborar planes de trabajo precisos; y, especialmente, contar con equipos humanos bien formados, con condiciones laborales adecuadas.
La orientaci¨®n y el acompa?amiento es tambi¨¦n la clave para reducir el abandono escolar y mejorar la empleabilidad de los j¨®venes, de los parados o de aquellos que teniendo empleo necesitan prepararse para las nuevas condiciones que implican las nuevas tecnolog¨ªas.
Un reciente informe del Consejo Econ¨®mico y Social de Espa?a (CES) sobre Formaci¨®n dual en Espa?a. Situaci¨®n y perspectiva utiliza evidencia emp¨ªrica para concluir que la orientaci¨®n temprana y el acompa?amiento de los alumnos es clave para evitar el abandono y acertar la elecci¨®n de especialidad que mejore su empleabilidad. Por ello, recomienda invertir en la formaci¨®n de tutores, tanto en los centros educativos como en las empresas. El informe sostiene que esto es v¨¢lido tambi¨¦n para la universidad y para las pol¨ªticas de empleo.
Otro ejemplo revelador de la importancia de la orientaci¨®n y el acompa?amiento de las personas en situaci¨®n de pobreza y exclusi¨®n me viene de mi relaci¨®n con la Sareb, la entidad creada en 2012 para gestionar y vender los activos problem¨¢ticos que le transfiri¨® la banca en la crisis financiera de 2008. A partir de la toma de posesi¨®n del 100% por parte del Estado, la Sareb ha creado una nueva divisi¨®n de vivienda social y asequible. Dispone de un stock creciente de viviendas y terrenos que antes estaban a la venta. En el corto espacio de un a?o y medio los resultados (finales de 2023) son extraordinariamente alentadores. Ha aprobado contratos de alquiler con m¨¢s de 6.500 familias que viv¨ªan en condiciones inciertas en viviendas en las que la Sareb ha recuperado la posesi¨®n. Lo novedoso del programa de alquiler social es que el contrato incorpora un componente de reciprocidad por parte del inquilino. Por un lado, el compromiso con un Plan de Acompa?amiento, formalizado con 2.600 familias. Por otro, el compromiso con un Plan de Inserci¨®n Laboral, firmado por 2.574 personas. Otro resultado notable es que esta cartera de alquiler social tiene una tasa de morosidad de s¨®lo el 10%, inferior al resto de la cartera de alquiler. ?Los pobres son buenos pagadores cuando se les ayuda a salir de la miseria y la exclusi¨®n!
?C¨®mo ha logrado la Sareb estos buenos resultados en tan poco tiempo? Se debe a dos razones. Gracias a la elaboraci¨®n de un plan de trabajo con objetivos precisos. Y, adem¨¢s, por la elecci¨®n de un equipo profesional de orientaci¨®n y acompa?amiento de estas familias. El contacto directo y el seguimiento crean confianza rec¨ªproca y da resultados r¨¢pidos. Pienso que este es un ejemplo de que es posible desplegar una pol¨ªtica eficaz de alquiler social. El aumento de su cartera de viviendas en alquiler y la continuidad en el tiempo de la propia Sareb har¨¢n de ella el operador p¨²blico estatal de vivienda social que tanto necesitaba nuestro pa¨ªs.
En definitiva, la pobreza y la exclusi¨®n social son un drama humano, con un elevado coste para la sociedad y un freno para la econom¨ªa. Pero no son una fatalidad inevitable. Se pueden erradicar. La clave del ¨¦xito es lograr que los servicios sociales p¨²blicos y las entidades y empresas que colaboran con ellos tengan la capacidad para ofrecer una orientaci¨®n y acompa?amiento de calidad a las personas que quieren escapar de las situaciones de vulnerabilidad. Los recursos utilizados en esta tarea no son un gasto improductivo, sino una inversi¨®n con elevados retornos para las personas, para la sociedad y para la econom¨ªa. Sociedad justa y eficiencia econ¨®mica no se oponen, se complementan.
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