Wall Street sube y sube pese a la crisis democr¨¢tica en Estados Unidos
En vista de los desaf¨ªos del pa¨ªs, el auge del mercado no puede durar con independencia de quien gane los comicios
Parece haber en Estados Unidos una extra?a desconexi¨®n entre la subida de las Bolsas y el estado lamentable de la pol¨ªtica. Se atribuye a Winston Churchill aquello de que ¡°los estadounidenses siempre hacen lo correcto, despu¨¦s de haber probado todo lo dem¨¢s¡±. Pero la inminente repetici¨®n de la pelea entre Joe Biden y Donald Trump en la elecci¨®n presidencial de este a?o obliga a hacerle un cambio al comentario de Churchill: parece que los estadounidenses hacen lo correcto s¨®lo despu¨¦s de haber probado todo lo dem¨¢s dos...
Parece haber en Estados Unidos una extra?a desconexi¨®n entre la subida de las Bolsas y el estado lamentable de la pol¨ªtica. Se atribuye a Winston Churchill aquello de que ¡°los estadounidenses siempre hacen lo correcto, despu¨¦s de haber probado todo lo dem¨¢s¡±. Pero la inminente repetici¨®n de la pelea entre Joe Biden y Donald Trump en la elecci¨®n presidencial de este a?o obliga a hacerle un cambio al comentario de Churchill: parece que los estadounidenses hacen lo correcto s¨®lo despu¨¦s de haber probado todo lo dem¨¢s dos veces.
?C¨®mo se explica esta desconexi¨®n entre la prosperidad de las Bolsas y la crisis de la democracia estadounidense? Tal vez los mercados crean que el presidente de los Estados Unidos no tiene tanta influencia sobre la econom¨ªa local, al menos a corto plazo. O tal vez los inversores crean que la inteligencia artificial (IA) vence a todo.
Pero esta interpretaci¨®n pasa por alto las consecuencias a largo plazo de diversas decisiones que podr¨ªa tomar el Gobierno, como retirarse del libre comercio (¨¢rea en la que Biden y Trump parecen decididos a superarse mutuamente), presionar a la Reserva Federal para que reste importancia a la inflaci¨®n o mantener una trayectoria de deuda insostenible. Y en el tema de la inmigraci¨®n ¡ªuna cuesti¨®n que tiene cada vez m¨¢s peso en el ¨¢nimo de los votantes¡ª, las restricciones de Trump impedir¨ªan el ingreso de trabajadores altamente cualificados, mientras que la pol¨ªtica de fronteras abiertas de Biden no tiene sentido.
Otra explicaci¨®n ser¨ªa que los inversores entienden que el electorado estadounidense est¨¢ tan dividido que ning¨²n presidente podr¨¢ controlar las dos c¨¢maras del Congreso por m¨¢s de un par de a?os. Con la par¨¢lisis pol¨ªtica convirti¨¦ndose en norma en Washington, es menos probable que las grandes tecnol¨®gicas, que por el auge de la IA son responsables de buena parte de las ganancias recientes en las Bolsas, deban enfrentar regulaciones antimonop¨®licas.
Por cierto, ahora que la capitalizaci¨®n de mercado de Nvidia se acerca a la de Apple, Biden ha emitido una orden ejecutiva de gran alcance con el objetivo de ¡°gestionar los riesgos¡± del ascenso de la IA. Pero el escaso ¨¦xito del Gobierno en sus intentos de poner coto a la industria tecnol¨®gica siembran dudas sobre su capacidad para gestionar tales riesgos. La presidenta de la Comisi¨®n Federal de Comercio, Lina Khan, una de las pocas personas que est¨¢ tratando de revitalizar la legislaci¨®n antimonop¨®lica estadounidense, ha sido el centro de mucha atenci¨®n negativa y duras cr¨ªticas de los medios, y su determinaci¨®n no ha producido avances claros.
En tanto, se aguarda un fallo de la Corte Suprema que anular¨ªa o limitar¨ªa leyes de los Estados de Texas y Florida que buscan negar a las empresas de redes sociales el derecho editorial a decidir qu¨¦ publicaciones aceptar en sus plataformas. Aunque la mayor¨ªa de los miembros del Supremo parece reacia a regular el contenido en l¨ªnea, es indudable que la desregulaci¨®n de las plataformas de redes sociales y las c¨¢maras de eco informativas han agravado muchos de los problemas de Estados Unidos, en particular la polarizaci¨®n pol¨ªtica y la crisis de salud mental.
Los riesgos de la IA son muy superiores a los de las redes sociales, de modo que no debemos repetir los mismos errores. Aunque estas nuevas tecnolog¨ªas prometan mejorar los marcos jur¨ªdicos, ¨¦ticos, econ¨®micos y pol¨ªticos, lo mismo pueden sumirlos en el caos si no se las regula debidamente.
La evoluci¨®n de la regulaci¨®n financiera ofrece ideas valiosas respecto a c¨®mo fijar normas en el ¨¢rea de la IA sin sacrificar la innovaci¨®n. A los reguladores (que por lo general van detr¨¢s de los innovadores) no les resulta f¨¢cil hallar un equilibrio entre eficiencia y riesgo. Pero tras la crisis financiera de 2008 supieron implementar medidas estrictas que, aunque restaron eficiencia a los mercados, tambi¨¦n ayudaron a los bancos a soportar el impacto de la covid?19 y las posteriores presiones inflacionarias.
La actual subida de las Bolsas obedece en parte a la expectativa de que la IA siga desregulada, a pesar de su capacidad para desplazar a varios millones de trabajadores, la amenaza de inestabilidad pol¨ªtica y la distorsi¨®n del discurso p¨²blico. La industria de la IA podr¨ªa acumular poder pol¨ªtico suficiente para aplastar cualquier intento de regularla, con estrategias similares a las que usaron los bancos antes de la crisis financiera global y las plataformas de redes sociales en la actualidad. En esencia, el mercado est¨¢ dando por sentado que las empresas de IA prosperar¨¢n con independencia del resultado de la elecci¨®n presidencial en los Estados Unidos.
Pero una victoria de Trump ser¨ªa mala noticia para todos. Su regreso a la Casa Blanca puede provocar una escalada en la guerra comercial entre China y Estados Unidos o la retirada estadounidense de la OTAN con posterior conflicto militar. En ninguno de los casos la econom¨ªa estadounidense saldr¨ªa beneficiada a largo plazo. Y el plan de Trump de imponer un arancel del 10% a casi todos los bienes importados ¡ªmedida que puede alentar una respuesta similar de los socios comerciales de Estados Unidos¡ª s¨®lo empeorar¨¢ las cosas.
Adem¨¢s, las ambiciones expansionistas de Rusia no se detendr¨¢n en Ucrania, y los pa¨ªses europeos necesitar¨¢n a?os para reforzar sus capacidades militares y tecnol¨®gicas, incluso si este a?o consiguen aumentar su gasto en defensa al 2% del PIB. Permitir que la mayor econom¨ªa del mundo se rija por las pol¨ªticas arbitrarias e impulsivas de Trump debilitar¨¢ las instituciones de las que depende la fortaleza econ¨®mica de Estados Unidos.
Por la otra parte, las consecuencias de una victoria de Biden ser¨ªan mucho m¨¢s predecibles, sobre todo si los dem¨®cratas conservan el control del Senado y recuperan el de la C¨¢mara de Representantes. Lamentablemente, el resultado probable ser¨ªa una importante subida de los tipos de inter¨¦s que contraer¨ªa la demanda privada, junto con sutiles presiones sobre la Fed para que acepte m¨¢s riesgo inflacionario.
Pero en vista de los desaf¨ªos e incertidumbres a los que se enfrentan Estados Unidos y el resto de las econom¨ªas, no parece que el auge actual de las Bolsas pueda durar, independientemente de quien gane la elecci¨®n de noviembre.
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