Los festivales de cine no quieren pel¨ªculas hechas por robots
La industria cinematogr¨¢fica duda sobre c¨®mo valorar las creaciones generadas con inteligencia artificial
El Festival Internacional de Cine de San Sebasti¨¢n, que ech¨® el cierre este s¨¢bado de su 72 edici¨®n, ha servido de puesta de largo de numerosas producciones que estrenan la temporada en el circuito de premios. Entre ellos, los Goya, cuya edici¨®n 2025 trae importantes novedades. Los acad¨¦micos no quieren que un robot recoja el cabez¨®n a la mejor m¨²sica o canci¨®n original y, por primera vez, las bases del concurso exigen que compositores y productores garanticen que la melod¨ªa no se hizo con inteligencia artificial...
El Festival Internacional de Cine de San Sebasti¨¢n, que ech¨® el cierre este s¨¢bado de su 72 edici¨®n, ha servido de puesta de largo de numerosas producciones que estrenan la temporada en el circuito de premios. Entre ellos, los Goya, cuya edici¨®n 2025 trae importantes novedades. Los acad¨¦micos no quieren que un robot recoja el cabez¨®n a la mejor m¨²sica o canci¨®n original y, por primera vez, las bases del concurso exigen que compositores y productores garanticen que la melod¨ªa no se hizo con inteligencia artificial (IA). Es un importante precedente que refleja una preocupaci¨®n creciente en la industria cinematogr¨¢fica: los l¨ªmites ¨¦ticos y legales de la IA.
En detalle, las bases de los Goya 2025 rechazan literalmente el uso de la IA ¡°como medio generador¡± para la creaci¨®n de la m¨²sica a concurso. Aunque hay matices. David Fuentes, abogado de Bird & Bird, analiza que dichas condiciones no impiden utilizar esta tecnolog¨ªa ¡°como mera herramienta de apoyo¡±. En opini¨®n del letrado, ser¨ªa posible, a priori, que una canci¨®n mejorada a base de algoritmos se alzase con el premio, siempre y cuando quien haya llevado la batuta de la composici¨®n sea una persona. En ese caso, el resultado podr¨ªa no considerarse obra de un robot ya que ¡°la decisi¨®n creativa del sistema de inteligencia artificial quedar¨ªa afectada¡±, explica Fuentes. Asimismo, no hay que obviar que se trata de premios art¨ªsticos y, como indica, ¡°arte es lo que hace un artista, es decir, una persona¡±.
Los creadores (guionistas, directores, actores¡) llevan d¨¦cadas explorando con herramientas que han transformado su trabajo. Pero ?c¨®mo digerir esta revoluci¨®n tecnol¨®gica cuando ya es posible crear pel¨ªculas sint¨¦ticas ¨²nicamente a partir de prompts o instrucciones? Por ejemplo, ¡°haz una pel¨ªcula sobre Romeo y Julieta al estilo Tarantino¡±.
La cuesti¨®n abre un debate ¨¦tico, por un lado, y otro de corte legal, por otro. ¡°Existe una sensibilidad en relaci¨®n con el lugar que debe ocupar la inteligencia artificial en el campo de la creaci¨®n¡±, reconoce Violeta Arnaiz, directora de propiedad intelectual tecnol¨®gica en Pons IP. En este sentido, la experta observa una tendencia a prohibir, con importantes matices, obras creadas por IA en bases de concursos, cert¨¢menes o contratos de obras de tipo art¨ªstico. Una especie de instinto de supervivencia que el a?o pasado moviliz¨® a los guionistas de Hollywood en una hist¨®rica huelga en la que se ondearon mensajes como AI has no soul (la IA no tiene alma) o No pages without fair wages (no hay p¨¢ginas sin salarios justos).
Desde el punto de vista jur¨ªdico, el debate sobre la IA en el cine gira en torno a la propiedad intelectual, ¡°el motor del sector audiovisual¡±, subraya Mabel Klimt, socia directora de Elzaburu. Uno de los problemas actuales es c¨®mo mantener el monopolio de las obras creadas por algoritmos. Hay dos corrientes, explica la experta: mientras algunos especialistas rechazan la autor¨ªa de los robots porque la ley de propiedad intelectual exige que intervenga un humano, otros creen que podr¨ªa otorgarse alg¨²n derecho a los prompters, es decir, a quienes formulan la idea. Pero esta postura choca con la norma, que no reconoce este matiz.
Del otro lado, hay quien pone el dedo en la posible vulneraci¨®n de los diversos derechos sobre los miles de historias y obras que los robots engullen para aprender y generar contenido. En EE UU ya hay batallas legales por el copyright en esta direcci¨®n. En 2023, por ejemplo, un grupo de artistas demandaron a tres compa?¨ªas que usan Stable Diffusion, una IA que genera im¨¢genes.
¡°El problema est¨¢ en la dificultad que conlleva detectar cu¨¢ndo se usa IA, por ejemplo, en creaciones de guiones y m¨²sica¡±, se?ala Nerea Sanjuan, directora en el ¨¢rea de cultura, entretenimiento y deporte de Andersen. Adem¨¢s, existe cierto vac¨ªo normativo. El flamante Reglamento de Inteligencia Artificial europeo solo exige transparencia, por ejemplo, indicando la existencia de contenido generado o manipulado artificialmente. Por eso, ¡°los contratos con creadores incluyen cada vez m¨¢s cl¨¢usulas que piden saber si se han usado herramientas y exigen que este sea l¨ªcito¡±.
El Ministerio de Cultura ya veta en los premios a las obras creadas ¨ªntegra y exclusivamente por IA. En una gu¨ªa lanzada este a?o, subraya que su uso debe respetar a los autores y, en su caso, remunerarles. La convocatoria de ayudas a la producci¨®n 2024 del ICAA (Instituto de la Cinematograf¨ªa y de las Artes Audiovisuales) exige garant¨ªas sobre el cumplimiento de la normativa de propiedad intelectual.
Los autores
Los creadores, por su parte, tienen que tomar decisiones. ¡°Algunos optan por la restricci¨®n y el control de da?os y otros por la experimentaci¨®n¡±, expone Mabel Klimt. Seg¨²n apunta la experta, ya hay plataformas que han prohibido por contrato la entrega de material elaborado por IA.
Para Paco Torres, director, productor y consejero delegado de Blend Studios, es urgente regular esta situaci¨®n y defiende que debe establecerse un sistema de compensaci¨®n para los autores. ¡°Cualquier trabajo que se coja de las redes tiene que generar una tarifa¡±, zanja. Como director creativo de Lunaaran Media ha experimentado con la IA, por ejemplo, en un anuncio para New Balance, pero explica que no comercializa contenido sint¨¦tico. ¡°Usamos IA porque hay que entenderla para avanzar como empresa y es ¨²til para presentaciones y previsualizar resultados¡±. La IA permite que creadores con ideas y poco capital puedan hacer realidad sus sue?os, pero ¡°no puede ser la ley de la selva, el humano siempre debe tener el control¡±, concluye.
Los int¨¦rpretes se blindan
Los profesionales del cine están revisando con lupa sus contratos para evitar que la IA les reemplace en un futuro. La Unión de Actores y Actrices ha publicado unas recomendaciones para que sus afiliados no admitan ninguna cláusula de cesión de derechos de imagen que no tenga que ver con la película o serie que están rodando. Desde el sindicato aclaran que “la legislación y el convenio ya dejan claro que no son un cheque en blanco. Todo uso abusivo sería nulo”, defienden. Piden una regulación basada en la negociación colectiva que, sin criminalizar los avances técnicos, “garantice los derechos de todos”.