Ocho millones de alumnos atrapados en la falta de consenso pol¨ªtico
La Lomloe nace tambi¨¦n sin un acuerdo que d¨¦ estabilidad a la escuela. Las autonom¨ªas del PP estudian v¨ªas para no aplicarla
La octava ley de educativa de la democracia, la Lomloe, m¨¢s conocida como ley Cela¨¢, fue aprobada este jueves por el Congreso (todav¨ªa debe serlo por el Senado) sin consenso, como todas las anteriores. ¡°No es exclusivo de nuestro pa¨ªs, pero s¨ª es un s¨ªndrome bastante espa?ol¡±, afirma Juan Manuel Moreno, especialista en Educaci¨®n del Banco Mundial. ¡°Y tiene un coste muy importante para el sector educativo. No le ayuda a progresar ni a resolver los problemas en...
La octava ley de educativa de la democracia, la Lomloe, m¨¢s conocida como ley Cela¨¢, fue aprobada este jueves por el Congreso (todav¨ªa debe serlo por el Senado) sin consenso, como todas las anteriores. ¡°No es exclusivo de nuestro pa¨ªs, pero s¨ª es un s¨ªndrome bastante espa?ol¡±, afirma Juan Manuel Moreno, especialista en Educaci¨®n del Banco Mundial. ¡°Y tiene un coste muy importante para el sector educativo. No le ayuda a progresar ni a resolver los problemas end¨¦micos que tiene desde hace d¨¦cadas este ciclo en el que las leyes se aprueban sin acuerdo y con la coletilla de la oposici¨®n advirtiendo en el Congreso: ¡®Lo primero que haremos cuando lleguemos al Gobierno ser¨¢ derogar...¡¯ en este caso la Lomloe¡±.
La nueva ley, que se aplicar¨¢ a la ense?anza de 8,2 millones de alumnos de ense?anzas no universitarias, inicia su camino con el mismo lastre frente a un sector de la comunidad educativa con el que lo empezaron la ley Wert (PP, 2013), la LOE (PSOE, 2006) y las otras seis: ¡°Nace limitada en su impacto, ya que llegar¨¢ con contestaci¨®n a los centros educativos. Los cambios legislativos tardan en llegar a la realidad de los centros, pero tardan mucho m¨¢s si el ruido medi¨¢tico ensordece su lectura y aplicaci¨®n¡±, dice Lucas Gort¨¢zar, autor de un an¨¢lisis de la ley para el think tank EsadeEcPol.
Las resistencias a aplicar la ley no proceder¨¢n solo de los centros educativos, especialmente los concertados, que se han movilizado hasta el ¨²ltimo momento para intentar frenar el texto. El PP adelant¨® este jueves que va a movilizar a sus Gobiernos auton¨®micos y locales para intentar ¡°limitar el efecto¡± de la norma, se?alaron a EL PA?S fuentes de la direcci¨®n del partido, a trav¨¦s de ¡°¨®rdenes y decretos¡±: las normas de desarrollo auton¨®mico que deben ir desplegando la eficacia de la Lomloe. La direcci¨®n del PP reunir¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas a todos los consejeros de educaci¨®n de sus Gobiernos para coordinar las acciones y estudiar ¡°el margen¡± que les deja la ley para actuar. Por ejemplo, trasladan en el PP, si la ley Cela¨¢ impide a los Ayuntamientos ceder suelo para colegios concertados, los Consistorios gobernados por el partido tratar¨¢n de sacar concesiones de suelo igualmente para estos colegios, aunque sea a trav¨¦s del pago de un canon.
Los Ejecutivos regionales de Madrid, Castilla y Le¨®n, Andaluc¨ªa anunciaron que est¨¢n estudiando la respuesta. El de Murcia precis¨® que examina ¡°todas las opciones jur¨ªdicas para aplicar contrarreformas espec¨ªficas con el objetivo de evitar la aplicaci¨®n de la ley Cela¨¢¡±. Galicia, la ¨²nica autonom¨ªa gobernada por el PP con lengua cooficial ¡ªla supresi¨®n de la referencia al castellano como lengua vehicular ha generado la mayor pol¨¦mica de la reforma educativa¡ª, opt¨®, en cambio, por la cautela.
Mucho ruido
Antonio Cabrales, catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad Carlos III, opina que tanto en este caso como en los anteriores cambios legislativos ¡°hay m¨¢s ruido que nueces¡±. ¡°Aunque se han sucedido muchas leyes, las diferencias son en general menos grandes de lo que pueden parecer por el l¨ªo generado a su alrededor. Muchos aspectos esenciales se han mantenido, y los cambios han sido m¨¢s de ¨¦nfasis que de otra cosa. Esta ley, por ejemplo, pretende flexibilizar el curr¨ªculum, que es una buena idea. O hacer la repetici¨®n m¨¢s dif¨ªcil, que tambi¨¦n es muy buena idea. Son innovaciones, pero cautelosas. La reforma curricular se deja para futuros desarrollos, en la repetici¨®n se da el poder a los centros... Tampoco la Lomce era una revoluci¨®n. Los cambios son m¨¢s gradualistas de lo que parece significar la aprobaci¨®n de una nueva ley¡±.
Las cuestiones que encienden el debate y generan grandes dosis de polarizaci¨®n no son ¡°puramente pedag¨®gicas o de aprendizaje¡±, prosigue Cabrales. ¡°Son los temas de identidad: ling¨¹¨ªstica, religiosa y casi de ideolog¨ªa pol¨ªtica, como es decidir qui¨¦n gestiona las escuelas, si es el sector privado o el p¨²blico. Cuando en realidad, una vez descontado el nivel socioecon¨®mico, no se ve ninguna diferencia real entre los resultados de los alumnos de ambas redes educativas¡±. Uno de los elementos que Cabrales ve positivos en la nueva ley es la introducci¨®n de mecanismos para evitar la segregaci¨®n socioecon¨®mica de los alumnos, ya que hoy la concertada matricula una proporci¨®n inferior de alumnos desfavorecidos e inmigrantes que la p¨²blica, a pesar de que ambas est¨¢n financiadas por la Administraci¨®n.
La Lomloe estrecha los controles sobre la concertada y hace una defensa de la escuela p¨²blica, pero como en muchas otras partes de la ley, tras se?alar un camino deja gran parte de las decisiones en manos de las comunidades aut¨®nomas. Gort¨¢zar, cree que la gran movilizaci¨®n de la escuela concertada ¡ªen la que estudian un 25% de los alumnos espa?oles¡ª no puede entenderse sin tener en cuenta ¡°el contexto de ca¨ªda demogr¨¢fica que va a afectar al sistema educativo, y, por tanto, la consiguiente ca¨ªda de plazas que va a suponer¡±. ¡°En un contexto donde el sistema pierde, se recrudece la guerra escolar por salvar plazas, l¨ªneas, centros escolares y puestos de trabajo. Esa es quiz¨¢s la cuesti¨®n relevante de fondo y no tanto la polarizaci¨®n ideol¨®gica con la que est¨¢ transcurriendo el debate p¨²blico de las ¨²ltimas semanas¡±, dice.
?Por qu¨¦ es tan dif¨ªcil llegar a un acuerdo? ¡°En los asuntos sobre educaci¨®n entran en cuesti¨®n diversas formas de concebir la sociedad y la vida. Y se ponen en acci¨®n las convicciones y los valores, en un debate no exento de un conflicto de intereses. Hace falta generosidad y mucho di¨¢logo para sobreponerse a la mirada de la propia posici¨®n. Pero ese es el camino de acuerdo¡±, afirma el exministro de Educaci¨®n ?ngel Gabilondo, que fue el que m¨¢s cerca estuvo de lograrlo en el segundo Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero.
Ismael Sanz, que ocup¨® el cargo de director general de Educaci¨®n de la Comunidad de Madrid con el PP y es ahora profesor en la Universidad Rey Juan Carlos, a?ade: ¡°Entre 2009 y 2010, con Gabilondo de ministro, no estuvimos lejos de lograrlo. La disposici¨®n al entendimiento es quiz¨¢ m¨¢s f¨¢cil cuando un Gobierno no tiene la perspectiva de ir a durar mucho tiempo, creo que eso es un incentivo para el pacto. Pero yo lo veo factible. Cuando vas a los aspectos concretos, no hay tantas diferencias¡±.
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