Jordi Musons: ¡°En educaci¨®n estamos demasiado alejados de la ciencia, de los datos de c¨®mo se aprende¡±
El profesor y director de la escuela Sadako de Barcelona cree que memorizamos mucho, pero no transferimos lo que aprendemos a nuestros contextos reales
Como tantos otros innovadores, Jordi Musons (53 a?os) cree que el sistema educativo espa?ol sigue anclado en el pasado. Este maestro y director de la escuela Sadako de Barcelona, uno de los centros de referencia en Catalu?a de la pedagog¨ªa transformadora, se?ala que aunque el mundo ha cambiado dr¨¢sticamente y las investigaciones apuntan a la necesidad de un modelo mucho m¨¢s flexible y adaptado a las competencias del siglo XXI, el paradigma ¡°se sigue basando m¨¢s en las creencias que en las evidencias cient¨ªficas o los datos que tenemos de c¨®mo se aprende¡±.
Musons, que acaba de publicar ...
Como tantos otros innovadores, Jordi Musons (53 a?os) cree que el sistema educativo espa?ol sigue anclado en el pasado. Este maestro y director de la escuela Sadako de Barcelona, uno de los centros de referencia en Catalu?a de la pedagog¨ªa transformadora, se?ala que aunque el mundo ha cambiado dr¨¢sticamente y las investigaciones apuntan a la necesidad de un modelo mucho m¨¢s flexible y adaptado a las competencias del siglo XXI, el paradigma ¡°se sigue basando m¨¢s en las creencias que en las evidencias cient¨ªficas o los datos que tenemos de c¨®mo se aprende¡±.
Musons, que acaba de publicar Reinventar la escuela (ARPA), donde da las claves para una ense?anza personalizada, responde por tel¨¦fono desde Barcelona a las preguntas de este diario.
Pregunta. ?Cu¨¢les son las dificultades m¨¢s grandes que se encuentra hoy una escuela?
Respuesta. Lo m¨¢s complejo est¨¢ siendo romper con las inercias y con la resistencia al cambio que est¨¢ tan instaurada en la din¨¢mica docente. Las dificultades est¨¢n m¨¢s en nosotros que en el sistema. Es cierto que la estructura es muy r¨ªgida, con poca autonom¨ªa de los centros, pero la principal dificultad es el estr¨¦s de los equipos docentes.
P. ?Estas resistencias son cuesti¨®n de miedo o ¡°comodidad¡±?
R. Supongo que se generan por la rutina. Me gusta compararlo con el sistema sanitario. Nadie puede imaginar que en pandemia los sanitarios dejaran de usar las vacunas y de utilizar las herramientas m¨¦dicas actuales porque conf¨ªan m¨¢s en las t¨¦cnicas y los recursos de hace 100 a?os. En la educaci¨®n pasa esto, estamos demasiado alejados de la ciencia: todo se basa m¨¢s en las creencias y en las opiniones que en las evidencias cient¨ªficas o los datos que tenemos de c¨®mo se aprende. La situaci¨®n es p¨¦sima si se compara con Europa. Es urgente hacer algo. Me atrever¨ªa a decir que hay un consenso internacional de cu¨¢les son las metodolog¨ªas que funcionan mejor.
P. ?Est¨¢ preparado nuestro sistema para ese cambio?
R. Estamos m¨¢s preparados que nunca. Vivimos un momento de bullicio educativo local e internacional muy interesante. O lo aprovechamos o quiz¨¢s estemos hablando de la primera generaci¨®n de ni?os que tendr¨¢ un futuro peor que el de sus padres. Debemos educar para que nadie se quede atr¨¢s y con las herramientas de la escuela tradicional no lo vamos a conseguir.
Hay un consenso internacional de cu¨¢les son las metodolog¨ªas que funcionan mejor.
P. ?La sociedad se toma en serio este asunto?
R. El sistema educativo depende demasiado de los intereses pol¨ªticos y de las ideolog¨ªas. Es cierto que, m¨¢s all¨¢ de los gobiernos, s¨ª hay muchos centros que se est¨¢n atreviendo a cambiar. Pero, en general, en Espa?a nos hemos quedado encallados.
P: ?Qu¨¦ implica reinventar la escuela?
R. Apostar por un cambio sist¨¦mico a trav¨¦s del cual pongamos en valor muchas competencias y habilidades que son imprescindibles en el siglo XXI, como la capacidad de resoluci¨®n de problemas complejos, aprender a trabajar con personas y en contextos diferentes o ser resilientes. Hay que poner en valor las competencias m¨¢s sociales y combinarlas con las m¨¢s acad¨¦micas. Y necesitamos docentes que sean capaces de conectar estos dos mundos: el del conocimiento y el de la acci¨®n. Tenemos un modelo educativo basado en la transmisi¨®n de informaci¨®n, pero con muy poca capacidad de acci¨®n.
P. El pedagogo Gregorio Luri que el problema fundamental de la educaci¨®n en Espa?a es que a¨²n no tenemos muy claro su fin.
R. Estoy completamente de acuerdo. Algunas escuelas estamos probando otras formas de evaluar. Hemos lanzado pruebas internas para analizar otras competencias. ?Podemos evaluar la empat¨ªa, la creatividad, la flexibilidad? ?Podemos valorar los talentos? ?Estas competencias ser¨¢n ¨²tiles en contextos laborales? Hay consenso en la idea de que hay otras competencias que deben ense?arse y evaluarse, y que pueden convivir con los contenidos tradicionales.
De nada sirve saber mucho sobre ecolog¨ªa si no tengo un comportamiento ecol¨®gicamente sostenible
P. Dice que el curr¨ªculo actual es extenso y superfluo, que se adecua poco o nada a las necesidades reales. ?Qu¨¦ cambios deben darse para adaptarlo a esas necesidades?
R. Primero, que tenga sentido. Hace unos d¨ªas me encontr¨¦ con chavales de un centro cercano que preparaban una prueba. Parec¨ªa que era una prueba sobre h¨¢bitos saludables y estaban recitando sus criterios de clasificaci¨®n. Entonces me di cuenta de que todos estaban con bolsas de patatas fritas y refrescos en las manos. Este es nuestro modelo educativo. Memorizamos mucho, pero no somos capaces de transferir lo que aprendemos a nuestros contextos reales. De nada sirve saber mucho sobre ecolog¨ªa si no tengo un comportamiento ecol¨®gicamente sostenible, de igual modo que de nada sirve aprender sobre las mujeres m¨¢s importantes de la historia si no soy capaz de promover la igualdad en mi entorno.
P. Menciona mucho en el libro la necesidad de incorporar metodolog¨ªas centradas en el alumno y en la personalizaci¨®n de sus aprendizajes. ?Por qu¨¦ es importante?
R. Es la ¨²nica forma de que todo el alumnado tenga posibilidades de aprender. Hace un rato he estado con un alumno, con un trastorno bastante importante, que posiblemente entre en la escuela. Hablando con ¨¦l me ha ense?ado en su m¨®vil todos los dibujos que es capaz de hacer. Este chico es un pintor potencial. Sin embargo, en un sistema r¨ªgido y cerrado como el nuestro va a ser excluido porque no tiene los talentos acad¨¦micos convencionales. Este chico tiene un talento, pero si le decimos que no sirve porque no entra en nuestros est¨¢ndares, va a acabar siendo un ciudadano excluido. Tenemos que pasar de un modelo de educaci¨®n de talla ¨²nica a una educaci¨®n a medida. Hoy en d¨ªa disponemos de metodolog¨ªas mucho m¨¢s flexibles. Necesitamos una educaci¨®n m¨¢s abierta. Si no, es muy injusto.
P. ?Son las repeticiones de curso una muestra de esa injusticia?
R. La tasa de repetici¨®n en Espa?a es el doble de la media europea. Muchos cient¨ªficos han encontrado que la mejora que se garantiza con la repetici¨®n es muy baja. Entendemos la repetici¨®n y la evaluaci¨®n como el poder del docente, como la amenaza para generar aprendizaje. Es cierto, el miedo puede ser una emoci¨®n que fomente el aprendizaje, pero es restrictivo a nivel emocional y no es positivo para el alumnado con m¨¢s dificultades.
P. Habla en el libro del modelo competitivo y cooperativo en la educaci¨®n. ?Qu¨¦ ventajas tiene un modelo frente a otro?
R. Si quiero promover que esos alumnos, el d¨ªa de ma?ana, sean ciudadanos m¨¢s flexibles, con m¨¢s empat¨ªa y que se adapten con facilidad a diferentes contextos, ser¨¢ m¨¢s eficiente un modelo cooperativo. Lo mismo que si yo quiero que el aprendizaje entre iguales haga m¨¢s duradero y significativo ese aprendizaje. El aprendizaje competitivo favorece a los alumnos m¨¢s talentosos, y deja atr¨¢s al resto. Es m¨¢s excluyente. Creo que son dos perspectivas sociales y educativas opuestas.
P. ?Es posible esto en el sistema p¨²blico con las ratios que tenemos en muchos centros?
R. No soy nada partidario del victimismo, que solo lleva al inmovilismo. ?Las condiciones podr¨ªan ser mejores? Desde luego. Pero con lo que tenemos podemos avanzar. Que t¨² promuevas un modelo competitivo o cooperativo depende de ti, tengas 10 alumnos o 30. L¨®gicamente, m¨¢s eficientes seremos cuanto m¨¢s recursos, ratios bajas y tiempo tengamos para pensar,
De todas formas, no soy partidario de reducir las ratios con menos alumnos en la clase. Tener un grupo m¨¢s peque?o de alumnos empobrece las relaciones sociales positivas. Es m¨¢s interesante mantener el n¨²mero de alumnos aumentando plantillas para promover el trabajo en equipo de los docentes.
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