¡°Los ni?os aguantan de uno a dos a?os antes de contar que sufren acoso escolar¡±
Nuria Manzano, autora de la nueva gu¨ªa oficial para frenar el ¡®bullying¡¯ y mejorar la convivencia en los centros, advierte de que ¡°los grupos de ni?as acosadoras est¨¢n aumentando¡±
Nuria Manzano (Toledo, 50 a?os) est¨¢ elaborando la nueva gu¨ªa oficial sobre c¨®mo deben actuar los centros educativos ante el acoso escolar por encargo del Ministerio de Educaci¨®n. Adem¨¢s del trabajo acad¨¦mico, Manzano, profesora de la Facultad de Educaci¨®n de la Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia (UNED), ha sido directora del Centro Nacional de Innovaci¨®n e Investigaci¨®n Educativa, un cargo que la ha acercado a la realidad de una lacra...
Nuria Manzano (Toledo, 50 a?os) est¨¢ elaborando la nueva gu¨ªa oficial sobre c¨®mo deben actuar los centros educativos ante el acoso escolar por encargo del Ministerio de Educaci¨®n. Adem¨¢s del trabajo acad¨¦mico, Manzano, profesora de la Facultad de Educaci¨®n de la Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia (UNED), ha sido directora del Centro Nacional de Innovaci¨®n e Investigaci¨®n Educativa, un cargo que la ha acercado a la realidad de una lacra que deja profundas huellas en ni?os y adolescentes. Responde a la entrevista por videollamada desde su casa en Madrid.
Pregunta. ?A partir de qu¨¦ punto se considera que hay acoso escolar?
Respuesta. A veces se mete en el saco del acoso escolar cosas que no lo son. El acoso escolar se da entre iguales, normalmente hay una relaci¨®n de poder sobre otro y es sostenido en el tiempo. Y hay que diferenciar entre acoso, discriminaci¨®n o actitudes inadecuadas.
P. ?Cu¨¢l es la situaci¨®n en Espa?a?
R. Los datos que tenemos indican que un 17% del alumnado manifiesta sufrirlo, seis puntos menos que la media de la OCDE, seg¨²n el ¨²ltimo informe PISA. Uno de los problemas es que no tenemos un ¨ªndice exacto de la prevalencia real del acoso escolar en Espa?a. La Fundaci¨®n Anar realiza un informe anual con las llamadas de denuncia de casos que recibe, pero hay muchos que no se detectan. Mi percepci¨®n, por la informaci¨®n que he visto, es que no est¨¢ aumentando especialmente el porcentaje de casos pero s¨ª est¨¢ empeorando la gravedad de los casos y hay algunas conductas emergentes.
P. ?Como cu¨¢les?
R. El ciberacoso ven¨ªa aumentando y lo ha hecho m¨¢s con la pandemia. Ha aparecido el vinculado al sexting [la difusi¨®n de im¨¢genes con contenido sexual de la v¨ªctima]. Se est¨¢n viendo las consecuencias de sufrir esa victimizaci¨®n durante mucho tiempo y hay preocupaci¨®n por la ideaci¨®n suicida [pensamientos persistentes de acabar con la vida].
P. ?Cu¨¢nto tardan las v¨ªctimas en hablar de lo que les est¨¢ pasando?
R. Pasa alrededor de un a?o de media, dos si es ciberacoso, antes de que lo cuenten.
P. Es mucho tiempo. ?Las familias no lo notan?
R. Muchas familias no lo saben porque no hay s¨ªntomas visibles. Pero hay se?ales a las que debemos estar atentos, como los cambios de comportamiento y de humor. Pasan m¨¢s tiempo en su habitaci¨®n, desciende su rendimiento, muestran tristeza, muchos empiezan a tener problemas con la comida, pierden el c¨ªrculo de amistades, ya no quieren salir, se focalizan en una o dos actividades y empiezan a aislarse, a veces incluso de la propia familia.
P. ?C¨®mo debe actuar el centro educativo ante un caso?
R. Lo primero es verificar si es acoso f¨ªsico, verbal, sexual, social o ciberacoso. Ver cu¨¢nta gente est¨¢ implicada, analizar los antecedentes y determinar la gravedad. El caso debe ponerse en conocimiento del profesorado, del equipo directivo y las familias de los implicados, y si es necesario hay que aplicar medidas de protecci¨®n. Solo como ejemplo, porque hay que estudiar cada caso, se puede decidir que el grupo de la v¨ªctima no permanezca sin supervisi¨®n entre clase y clase. O que el menor tenga un acompa?amiento por parte de los mediadores escolares o compa?eros de su confianza para que le presten apoyo y comuniquen al profesorado cualquier incidencia. Los casos m¨¢s graves se derivan a la inspecci¨®n educativa o a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
P. ?No hay que sacar a la v¨ªctima del grupo?
R. Actuar sobre la v¨ªctima sac¨¢ndola del entorno agresor puede implicar una revictimizaci¨®n, estigmatizarla. En algunos casos, durante unos d¨ªas puede tener que hacerse mientras se realizan otras actuaciones en paralelo. No hay soluciones generales. A largo plazo, hay que conseguir que el grupo neutralice las situaciones de acoso, no mirando para otro lado ni toler¨¢ndolas. Y el ni?o tiene derecho a ser reparado, a recuperar las relaciones de confianza con sus iguales. Es un proceso que lleva su tiempo y en el que deben participar el centro educativo, la familia y la clase.
P. Afirma que hay que ampliar el foco del problema.
R. Hay que atender a la relaci¨®n entre v¨ªctimas, agresores y testigos, y en las de estos con los profesores. Tener una mirada m¨¢s esc¨¦nica del centro educativo y de lo que influye en ¨¦l desde fuera, condicionando las creencias, actitudes y comportamientos de los alumnos. Trabajar sobre unas relaciones sanas y saludables basadas en un modelo de convivencia positiva, no solo en el centro, sino en la sociedad, incluidos los medios de comunicaci¨®n. Hay muchos chavales que se van del centro y siguen sufriendo acoso en el nuevo.
P. ?Qui¨¦n debe llevar la iniciativa?
R. El orientador [normalmente psic¨®logos y pedagogos] es la figura por excelencia, pero debe actuar junto al profesorado y al equipo directivo. Y, por supuesto, con las familias. La responsabilidad es compartida. Tiene que detectarse en las aulas y en los pasillos, dentro y fuera del per¨ªmetro del centro, y abordarse en los claustros y en las reuniones con las familias. Hace falta m¨¢s formaci¨®n y acompa?amiento a los centros para poder actuar de forma preventiva. Muchos profesores, sobre todo en secundaria, dicen: ¡®Yo es que soy profesor de F¨ªsica¡¯. Se saben el plan de convivencia, conocen los documentos, pero no se trata solo de actuar cuando ocurre, sino de saber detectar los indicios.
P. ?C¨®mo influyen las familias?
R. Hay agresores que mimetizan comportamientos que ven en casa, y familias que tienen creencias que generan poca tolerancia a la diversidad y a la diferencia. Pero en general los padres est¨¢n cada vez m¨¢s sensibilizados.
P. ?Hay perfiles de alumnos m¨¢s expuestos a sufrir acoso?
R. Los colectivos que m¨¢s lo sufren son el alumnado con diversidad afectivo-sexual [LGTBI], con sobrepeso, diversidad funcional [discapacidad] y el de minor¨ªas ¨¦tnicas y culturales. Por g¨¦nero, los ni?os ejercen m¨¢s el acoso y las ni?as lo sufren un poco m¨¢s. El acoso f¨ªsico es m¨¢s ejercido por ellos y entre ellas predomina el verbal y psicol¨®gico. Hay una tendencia, seg¨²n los datos de la Fundaci¨®n Anar, hacia el acoso en grupo. Y los grupos de ni?as acosadoras est¨¢n aumentando. Siguen siendo m¨¢s los ni?os, pero la tendencia es a equilibrarse.
Nueve a?os sin reunirse
En septiembre, el ministerio lanzar¨¢ un curso online de 70 horas para formar al profesorado contra el acoso escolar, como ya hizo el a?o pasado.
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