Los profesores se rebelan contra la precariedad en Portugal
Las movilizaciones obligan a cerrar numerosas escuelas y sacan a la calle a miles de docentes, que exigen estabilidad laboral y mejores salarios
Puede que de las escuelas est¨¦n saliendo los alumnos mejor formados de la historia de Portugal, pero eso no significa que sus profesores sean los mejor tratados. La extrema movilidad, la desmotivaci¨®n y los bajos salarios son algunas de las causas que han sacado a la calle a miles de docentes, que se manifestaron este s¨¢bado en Lisboa llegados de diferentes partes del pa¨ªs. El Sindicato de Todos los Profesionales de la Educaci¨®n (Stop), que convoc¨® la marcha, asegur¨® que se hab¨ªan superado las 100.000 personas, mientras que la polic¨ªa rebaj¨® la asistencia a menos de 40.000. En cualquier caso, ...
Puede que de las escuelas est¨¦n saliendo los alumnos mejor formados de la historia de Portugal, pero eso no significa que sus profesores sean los mejor tratados. La extrema movilidad, la desmotivaci¨®n y los bajos salarios son algunas de las causas que han sacado a la calle a miles de docentes, que se manifestaron este s¨¢bado en Lisboa llegados de diferentes partes del pa¨ªs. El Sindicato de Todos los Profesionales de la Educaci¨®n (Stop), que convoc¨® la marcha, asegur¨® que se hab¨ªan superado las 100.000 personas, mientras que la polic¨ªa rebaj¨® la asistencia a menos de 40.000. En cualquier caso, una protesta concurrida que llen¨® durante cinco horas el centro de la capital portuguesa. A su ¨¦xito contribuy¨® el ministro de Educaci¨®n, Jo?o Costa, que insinu¨® un d¨ªa antes que las ¨²ltimas huelgas celebradas, que han provocado el cierre de numerosas escuelas en todo el pa¨ªs, pod¨ªan ser ilegales. Sus declaraciones enardecieron a¨²n m¨¢s al colectivo.
Las principales quejas tienen que ver con bajos salarios y alta inestabilidad. En Portugal, el sueldo m¨ªnimo es de 20.439 euros en cualquier etapa educativa no universitaria, frente a los 27.993 (infantil) y 31.300 (ESO) en Espa?a, seg¨²n un estudio comparativo del sindicato UGT. Pero tambi¨¦n con el sistema de contrataci¨®n, la movilidad geogr¨¢fica, la falta de progresi¨®n en la carrera y la degradaci¨®n tanto de sus condiciones de trabajo como de su proyecci¨®n social. El propio primer ministro, Ant¨®nio Costa, reconoci¨® como un problema grave que muchos profesores vivan con la casa a cuestas, yendo y viniendo de un extremo a otro del pa¨ªs en cada curso. ¡°Quien est¨¢ 15 a?os en precario no es un recurso eventual, es un recurso para una necesidad permanente y esa necesidad permanente se tiene que traducir en un contrato estable¡±, admiti¨® Costa durante un acto del Partido Socialista celebrado este fin de semana. El Ministerio de Educaci¨®n est¨¢ barajando ofrecer una estabilidad definitiva a partir de los tres a?os de contrato provisional. Esta ser¨¢ una de las medidas que llevar¨¢n a las pr¨®ximas rondas de negociaci¨®n, previstas para este mi¨¦rcoles y el viernes.
En la actualidad, la estabilizaci¨®n laboral de un profesor puede tardar hasta d¨¦cadas. Adem¨¢s, los docentes no se han recuperado de los hachazos que sufrieron durante los peores a?os de la troika, que impuso recortes salvajes cuando Portugal tuvo que ser rescatado en 2011 por la Comisi¨®n Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo con 78.000 millones de euros. Al malestar acumulado durante a?os se ha sumado recientemente el temor de que el Gobierno estuviese planeando dejar en manos de organismos locales la contrataci¨®n de profesores, aunque esto ha sido desmentido por Educaci¨®n.
El rechazo a las propuestas del Gobierno es com¨²n a todos los sindicatos que, sin embargo, est¨¢n protestando de forma dividida. En paralelo se est¨¢n desarrollando tres tipos de acciones distintas, que van de la huelga contra la sobrecarga laboral de la Federaci¨®n Nacional de Profesores a paros parciales del Sindicato Independiente de Profesores y Educadores. Es, no obstante, la huelga indefinida convocada por Stop, que organiz¨® la marcha del s¨¢bado, la que ha suscitado las dudas del Gobierno y del presidente de la Rep¨²blica, Marcelo Rebelo de Sousa, sobre su encaje jur¨ªdico porque se celebra en horas variables con la intenci¨®n de que tenga el mayor impacto en la escuela con el menor coste para los profesores.
Cierre de centros
El Ministerio de Educaci¨®n ha solicitado un dictamen a la Procurador¨ªa General de la Rep¨²blica sobre su legalidad. ¡°Lo que est¨¢ ocurriendo es que se hace huelga un d¨ªa a una hora y al siguiente d¨ªa en otra distinta. En nuestra opini¨®n, esto no respeta los principios b¨¢sicos de lo que debe ser una huelga¡±, critic¨® el ministro de Educaci¨®n, Jo?o Costa, la semana pasada. ¡°Es fundamental tener una aclaraci¨®n r¨¢pida de lo que es legal o no y tambi¨¦n si es posible que haya o no servicios m¨ªnimos¡±, se?al¨® Rebelo de Sousa. La Confederaci¨®n de Asociaciones de Padres reclama que se decreten servicios m¨ªnimos que impidan el cierre de los centros para evitar el impacto que la huelga est¨¢ teniendo en las familias, que deben hacerse cargo de sus hijos durante sus jornadas laborales.
El cierre se est¨¢ produciendo en aquellos colegios donde, adem¨¢s de los profesores, se suman a los paros el personal de apoyo, a los que el sindicato Stop tambi¨¦n coloca en el centro de sus demandas. Esta organizaci¨®n reclama un aumento de 120 euros al mes para todos los empleados del sector educativo, sean o no docentes. ¡°Es impensable que continuemos viviendo con nuestros reducidos salarios. Queremos vivir con dignidad, ser felices ahora¡±, proclam¨® al final de la marcha de Lisboa el coordinador nacional de Stop, Andr¨¦ Pestana, un profesor que enlaza contratos desde hace 21 a?os.
Aunque no hay cifras sobre el n¨²mero de colegios que han cerrado en las ¨²ltimas semanas, s¨ª se ofrecieron sobre la jornada de ayer, cuando comenz¨® otra protesta distinta, convocada por ocho organizaciones sindicales, que contempla un d¨ªa de huelga en cada uno de los 18 distritos de Portugal. En total cerraron 32 centros del distrito de Lisboa, donde comenz¨® esta protesta que concluir¨¢ el 8 de febrero en Oporto.