¡°Hay ni?as que, siendo muy buenas en Matem¨¢ticas, tienen la percepci¨®n de que no lo son¡±

Cada vez menos graduados en Matem¨¢ticas quieren dar clases de la asignatura en secundaria, y su lugar lo van ocupando titulados de otras carreras. El presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Sociedades de Profesores de Matem¨¢ticas, Julio Rodr¨ªguez Taboada (Lal¨ªn, Pontevedra, 56 a?os), considera necesarios a estos nuevos docentes, pero le preocupa la formaci¨®n con la que llegan a las aulas. La entrevista, en la que Rodr¨ªguez tambi¨¦n habla de la incorporaci¨®n de la perspectiva de g¨¦nero a la ense?anza de su disciplina, tuvo lu...

Cada vez menos graduados en Matem¨¢ticas quieren dar clases de la asignatura en secundaria, y su lugar lo van ocupando titulados de otras carreras. El presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Sociedades de Profesores de Matem¨¢ticas, Julio Rodr¨ªguez Taboada (Lal¨ªn, Pontevedra, 56 a?os), considera necesarios a estos nuevos docentes, pero le preocupa la formaci¨®n con la que llegan a las aulas. La entrevista, en la que Rodr¨ªguez tambi¨¦n habla de la incorporaci¨®n de la perspectiva de g¨¦nero a la ense?anza de su disciplina, tuvo lugar este lunes, por tel¨¦fono, en un hueco de sus clases en el instituto p¨²blico As Barxas de Moa?a, en la r¨ªa de Vigo.

Pregunta. ?Faltan profesores de Matem¨¢ticas?

Respuesta. S¨ª. Y hay un cambio en la procedencia de los que se est¨¢n incorporando ahora. No hace mucho, unos 10 a?os, los institutos se nutr¨ªan sobre todo de las facultades de Matem¨¢ticas y, en menor medida, de F¨ªsica. Ahora, en cambio, hay bastantes profesores que vienen de ingenier¨ªas, de Arquitectura, y tambi¨¦n de otros grados como ADE, Administraci¨®n y Direcci¨®n de Empresas. Eso no quiere decir que no puedan ser buenos profesores de Matem¨¢ticas. Pero a lo mejor la formaci¨®n que necesitan para ser docentes en Matem¨¢ticas debe ser distinta. Hay personas dando clase de Matem¨¢ticas que, adem¨¢s, ni siquiera han hecho el m¨¢ster de secundaria en la especialidad de Matem¨¢ticas, sino en otra. Y las did¨¢cticas espec¨ªficas tienen caracter¨ªsticas propias. No es lo mismo la de Matem¨¢ticas que la de Biolog¨ªa o Dibujo. Si soy arquitecto y hago el m¨¢ster de secundaria para especializarme como profesor de dibujo, aprendo la especificidad de esa materia, aunque haya algunas materias comunes sobre psicolog¨ªa del adolescente u organizaci¨®n escolar.

P. ?Qu¨¦ hace falta ahora para dar clase de Matem¨¢ticas?

R. Como interino, tener el m¨¢ster de secundaria en cualquier especialidad, y haber estudiado un m¨ªnimo de cr¨¦ditos de Matem¨¢ticas en tu formaci¨®n acad¨¦mica, en la carrera de ADE o de Arquitectura, por ejemplo. El n¨²mero de cr¨¦ditos de Matem¨¢ticas que tienes que haber estudiado depende de la normativa auton¨®mica.

P. ?Les preocupa el nivel con el que algunos profesores llegan al aula?

R. Claro, nos preocupa porque estamos hablando de la formaci¨®n matem¨¢tica de la sociedad. El informe Eurydice, de la Uni¨®n Europea, dice que hay una enorme correlaci¨®n entre la calidad del docente y de la educaci¨®n. Queremos que se atienda la situaci¨®n porque el cambio de perfil del que proceden los docentes de Matem¨¢ticas no parece coyuntural. Y si vamos en esa direcci¨®n hay que pensar qu¨¦ hace falta para que los futuros profesores sean lo mejor posible. No buscamos otra cosa, no queremos tener la exclusividad de la docencia, porque la realidad es que no podemos competir contra el mercado laboral y convencer a un alumno de Matem¨¢ticas de que la docencia es la mejor salida profesional.

P. ?La docencia no puede competir con los sueldos que los graduados en Matem¨¢ticas pueden conseguir en otros campos?

R. Tienen salidas m¨¢s atractivas y perspectivas de carreras profesionales muy distintas, no s¨¦ si es solo dinero. La docencia aqu¨ª est¨¢ poco valorada socialmente. Y a lo largo de la carrera, los estudiantes de Matem¨¢ticas tienen jornadas en las que se les habla de modelizaci¨®n, an¨¢lisis de datos o simulaci¨®n num¨¦rica como salidas profesionales, pero no de docencia. Se queda la an¨¦cdota. El: ¡®con los adolescentes de ahora, las clases son un infierno...¡¯ Y esa no es la realidad. Puede serlo de alg¨²n docente en alg¨²n momento, pero no es la realidad de la docencia.

P. La nueva ley educativa pide al profesorado que piense sobre c¨®mo ense?ar Matem¨¢ticas a las ni?as, porque buena parte de ellas empieza a sentir rechazo por la materia entre primaria y secundaria y eso las aleja de los estudios cient¨ªfico-t¨¦cnicos. ?Qu¨¦ opina?

R. Creo que es as¨ª, por mi experiencia personal, y porque hay investigaciones de did¨¢ctica de las Matem¨¢ticas que estudian la autoimagen que ni?os y ni?as tienen sobre su competencia matem¨¢tica y la contrastan con su competencia real, medida con pruebas objetivas, que lo muestran. Hay ni?as que, siendo muy buenas en Matem¨¢ticas, tienen la percepci¨®n de que no son buenas. Es algo que llevo tiempo viviendo en mis clases. Y a lo que tanto la ley como los docentes tenemos que prestarle atenci¨®n.

P. ?A qu¨¦ lo atribuye?

R. Las ni?as, en general, adquieren la madurez antes. Y cuanto m¨¢s maduro eres, m¨¢s te afecta lo que percibes como un fracaso. La inconsciencia lleva, en cambio, a quitar importancia al hecho de equivocarse. El problema es identificar error con fracaso. Cuando uno anda en bicicleta lo normal al principio es caerse. Y cuando uno est¨¢ aprendiendo Matem¨¢ticas, lo normal es equivocarse. El error te ayuda para mejorar y para aprender. No solo c¨®mo se hacen las cosas, sino c¨®mo no se hacen y por qu¨¦ no se pueden hacer de esa otra manera. Cuando incorporemos esa concepci¨®n del error a las aulas, de alguna manera vamos a liberar a muchas alumnas de esa presi¨®n que sienten, que las hace huir de las Matem¨¢ticas incluso cuando sacan buenas notas. Creo que tambi¨¦n influye la ausencia de referentes femeninos en determinados campos, pero que es m¨¢s lo primero.

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