?Por qu¨¦ a las ni?as les gustan menos las matem¨¢ticas?
La brecha de g¨¦nero empieza a generarse en primaria. Las alumnas tienden a considerarse menos buenas en la asignatura y los ex¨¢menes les generan m¨¢s ansiedad, pero consiguen las mismas notas
¡°Es que las matem¨¢ticas son dif¨ªciles¡±. Lea tiene 11 a?os, un buen expediente escolar y el motivo por el que de un tiempo a esta parte la asignatura no le gusta le parece evidente. En el comedor de su casa en Godella (Valencia), su madre, Sonsoles, que es orientadora de instituto, comenta: ¡°Ha tenido tardes de ponerse tensa con las matem¨¢ticas porque cree que no sabe. Con otras materias no le pasa. Antes incluso de empezar se bloquea y, para no fracasar, prefiere no intentarlo¡±.
La relaci¨®n de Lea con las matem¨¢ticas es un asunto personal. Pero las estad¨ªsticas apuntan a que las ni?as, en promedio, tienden a alejarse de las matem¨¢ticas m¨¢s que los chicos. Y algunos estudios apuntan a que la materia les genera a ellas m¨¢s malestar que a sus compa?eros, aunque sus resultados no difieren. El nuevo dise?o de la asignatura de matem¨¢ticas que est¨¢ preparando el Ministerio de Educaci¨®n contempla ese rechazo y plantea algunas medidas para paliarlo.
Investigadoras de la Universidad de Zaragoza publicaron el a?o pasado en la revista IEEE Transactions on Education un estudio en el que analizaron, con datos recogidos antes de la pandemia, la opini¨®n de 2.137 alumnos aragoneses de primero a sexto de primaria sobre sus asignaturas. La principal conclusi¨®n fue que el 75% de los ni?os y el 55% de las chicas se consideraban buenos en matem¨¢ticas, y que la divergencia se ampliaba conforme los estudiantes crec¨ªan, dice Natalia Ayuso, una de las autoras del art¨ªculo y profesora del departamento de Inform¨¢tica e Ingenier¨ªa de Sistemas.
¡°A partir de los ocho a?os, las ni?as prefieren la lengua y los ni?os las matem¨¢ticas. Unas diferencias que no se ven en ciencias naturales y sociales. Las chicas muestran, adem¨¢s, una ansiedad mucho mayor que ellos ante los ex¨¢menes de matem¨¢ticas¡±, sigue Ayuso, que es miembro de la Asociaci¨®n de Mujeres Investigadoras y Tecn¨®logas.
La diferente percepci¨®n de las ni?as y ni?os aragoneses sobre su habilidad con las matem¨¢ticas no se corresponde con lo que muestran sus calificaciones. Los resultados de las pruebas de matem¨¢ticas que realiza el Gobierno de Arag¨®n muestran resultados similares entre ambos sexos. Ayuso a?ade que los profesores (en el estudio se pregunt¨® a 212 docentes) no intu¨ªan, en general, que hubiera una brecha entre la visi¨®n de los chicos y las chicas sobre las matem¨¢ticas. Tampoco el tutor que Lea tuvo el curso pasado pensaba que la ni?a tuviera un problema con la materia, y cuando su madre le pregunt¨® si deb¨ªa repasar en verano le dijo que no.
Necesidad de ser brillantes
Marta Macho, profesora de Matem¨¢ticas en la Universidad del Pa¨ªs Vasco y divulgadora cient¨ªfica cree que la ¡°falta de confianza¡± de las ni?as ante las matem¨¢ticas est¨¢ relacionada con la creencia de que se trata de una materia ¡°que requiere una brillantez especial¡±. Y menciona que otros estudios sobre autopercepci¨®n, como el publicado en 2017 en la revista Science, han apuntado que a partir de los seis a?os las chicas tienden a pensar que son trabajadoras, pero menos brillantes que sus compa?eros, una opini¨®n en la que influyen los estereotipos de g¨¦nero. ¡°El entorno que las rodea provoca esto y lo refuerza. No es que se les diga: ¡®T¨² no vales¡¯, aunque algunos lo piensen, pero se les acaba haciendo pensar que no son igual de v¨¢lidas y brillantes que sus compa?eros¡±, dice Macho.
La profesora de Matem¨¢ticas en la Universidad de Sevilla, Clara Grima, menciona el mismo art¨ªculo de Science y a?ade que, como a ella siempre le encantaron, no crey¨® en la idea de que a las ni?as, en general, les gustara la materia menos que a los chicos hasta que lo comprob¨® cuando empez¨® a dar charlas en colegios. En un posible indicio de esa inseguridad, otra investigaci¨®n publicada en agosto en la misma revista concluy¨® que las mujeres dejan m¨¢s preguntas en blanco en los ex¨¢menes tipo test que los hombres cuando las respuestas negativas penalizan, sobre todo en matem¨¢ticas.
Ambas expertas piensan que la autopercepci¨®n de las chicas sobre su desempe?o condiciona el camino que van eligiendo al salir del colegio. Las mujeres son m¨¢s de la mitad (54%) del alumnado de Bachillerato, pero son minor¨ªa (47%) en la rama cient¨ªfica. Su presencia en la rama tecnol¨®gica de la Formaci¨®n Profesional tiende a ser testimonial: representan, por ejemplo, el 6% en Automatizaci¨®n y rob¨®tica industrial. Y el hecho de ser mayor¨ªa entre los estudiantes de carreras universitarias (55%), no impide que su peso caiga al 40% en el ¨¢mbito de las ciencias F¨ªsicas, Qu¨ªmicas, Geol¨®gicas, Matem¨¢ticas y Estad¨ªsticas y al 25% en las ingenier¨ªas.
Macho, editora del blog institucional de la Universidad del Pa¨ªs Vasco Ciencia y Mujeres, advierte de las consecuencias profesionales de ello. ¡°Que las mujeres piensen que las matem¨¢ticas no se les dan bien las aleja de salidas laborales que no es que sean el futuro, sino ya el presente. Significa que va a seguir habiendo una brecha salarial, que no van a realizar una actividad que puede ser altamente creativa y no van a decidir c¨®mo se emplea la tecnolog¨ªa que va saliendo¡±. Adem¨¢s, a?ade, de la p¨¦rdida de talento en dichas parcelas que supone para la sociedad.
Los cambios que vienen en la asignatura
El nuevo curr¨ªculo (los objetivos y criterios de evaluaci¨®n) de la asignatura de matem¨¢ticas que est¨¢ preparando el Ministerio de Educaci¨®n subraya la importancia de ¡°erradicar ideas preconcebidas con el g¨¦nero o el mito del talento innato indispensable¡±. Insta a los profesores a ayudar al alumnado a ¡°identificar y gestionar sus emociones, aceptando el error como parte del proceso de aprendizaje¡±, y a fomentar la motivaci¨®n por la asignatura ¡°desde una perspectiva de g¨¦nero¡±, explicando por ejemplo en clase ¡°las contribuciones de las mujeres a las matem¨¢ticas a lo largo de la historia¡±. Un planteamiento que este verano fue recibido con cr¨ªticas y burlas por PP, Vox y Ciudadanos.
Luis Miguel Iglesias es profesor de instituto en Huelva, ha participado en la elaboraci¨®n del curr¨ªculo de matem¨¢ticas en primaria y secundaria y defiende el planteamiento: ¡°Si tratamos los aspectos emocionales, promovemos un clima de colaboraci¨®n en el aula, formamos grupos heterog¨¦neos, y utilizamos una pedagog¨ªa inclusiva, yo creo que podemos avanzar¡±.
Explicaciones complementarias
Luis Sanz se ha dedicado a estudiar la brecha de g¨¦nero en la carrera investigadora desde el Instituto de Pol¨ªticas y Bienes P¨²blicos del CSIC. Y sin negar que en la visi¨®n que las alumnas tienen de las matem¨¢ticas influyan factores ¡°psicol¨®gicos o relacionados con los roles¡±, es partidario de poner sobre la mesa ¡°otras explicaciones complementarias¡±. ¡°Una que no se suele tener en cuenta es la cuesti¨®n de las preferencias. Por ejemplo, hay gente que prefiere prestar servicios sociales y otros que prefieren ganar m¨¢s dinero. Y a esas preferencias contribuyen factores sociales y estructurales, adem¨¢s de posibles elementos biol¨®gicos¡±. El investigador a?ade que dichas preferencias se forman probablemente durante la etapa escolar.
En los a?os noventa, cuando la carrera de Matem¨¢ticas estaba asociada fundamentalmente a la salida laboral de la docencia en institutos, hubo paridad e incluso mayor¨ªa de mujeres entre el alumnado. Pero, se?ala Sanz, cuando a?os m¨¢s tarde los titulados en Matem¨¢ticas empezaron a ser demandados por empresas tecnol¨®gicas, que ofrec¨ªan salarios m¨¢s altos y entornos m¨¢s competitivos, el equilibrio se rompi¨® y empez¨® un proceso de masculinizaci¨®n.
¡°Creo que hay que hacer un esfuerzo por seguir investigando¡±, dice Javier Aramayona, investigador del Instituto de Ciencias Matem¨¢ticas (ICMAT) y miembro de su comit¨¦ de igualdad, ¡°porque seguramente no hay un tema de las mujeres y las matem¨¢ticas, sino muchos temas que se engloban bajo lo mismo, pero que responden a problemas que pueden ser diferentes¡±.
Mostrar a las alumnas referentes de mujeres con carreras profesionales de ¨¦xito en el ¨¢mbito cient¨ªfico es imprescindible, opina Aramayona, que a?ade: ¡°?D¨®nde est¨¢n los referentes para los chicos de hombres que alcanzan unas cotas profesionales correctas y son adem¨¢s adultos funcionales, que cuidan a sus hijos y hacen la cena? Me refiero a que quiz¨¢ no solo debamos lanzarles a los chavales referentes de ¨¦xito profesional¡±.
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