Gitanas en la EVAU: Sarai, Manuela y Dolores destrozan el techo de cristal

Sarai de la Rosa baja con ¨ªmpetu la escalera del Campus de la Universidad de C¨¢diz en Jerez. El examen de Lat¨ªn de la EVAU, la antigua Selectividad, ¡°ha ido bien¡±, explica la joven de 17 a?os a Carmelo, un padre tan entusiasmado que inmortaliza el momento con su m¨®vil. No es solo el tercer examen que le abrir¨¢ la llave del grado de Educaci¨®n Infantil. Porque De la Rosa no es una alumna m¨¢s de los 7.637 que este a?o se presentan a esta prueba en la universidad gaditana. Sarai naci¨® ...

Sarai de la Rosa baja con ¨ªmpetu la escalera del Campus de la Universidad de C¨¢diz en Jerez. El examen de Lat¨ªn de la EVAU, la antigua Selectividad, ¡°ha ido bien¡±, explica la joven de 17 a?os a Carmelo, un padre tan entusiasmado que inmortaliza el momento con su m¨®vil. No es solo el tercer examen que le abrir¨¢ la llave del grado de Educaci¨®n Infantil. Porque De la Rosa no es una alumna m¨¢s de los 7.637 que este a?o se presentan a esta prueba en la universidad gaditana. Sarai naci¨® mujer y gitana, una etnia en la que solo el 1,6% de los estudiantes logra acceder a la Universidad, y ha luchado para doblegar la preocupante estad¨ªstica. De paso, se convertir¨¢ en ¡°la ¨²nica¡± de sus 40 primos que llegar¨¢ a la facultad. Normal que a Carmelo el orgullo no le quepa en el pecho.

Sarai, Manuela Moreno y Dolores Cornejo destrozan en estos d¨ªas el techo de cristal de la educaci¨®n en la comunidad gitana desde Jerez de la Frontera. Las tres forman parte de la lista de 29 estudiantes gitanos que se presentan a la EVAU en estos d¨ªas en toda Espa?a en el programa Promociona+, impulsado por la Fundaci¨®n Secretariado Gitano para intentar revertir la desigualdad materializada en una triste estad¨ªstica que lleva una d¨¦cada clavada, sin apenas cambios. La tasa de fracaso escolar entre j¨®venes gitanos de 16 a 24 a?os que no han terminado la ESO es del 62,8%, frente al 4% en la poblaci¨®n general. Solo un 14,3% de los estudiantes gitanos que se grad¨²an contin¨²an estudiando, frente al 71,2% del resto de Espa?a. Apenas un 9% accede al bachillerato frente al 67% general y, de ellos, solo un 1,6% llega a la Universidad, frente al 31,5% del conjunto de la sociedad, seg¨²n el informe La situacio?n educativa del alumnado gitano en Espan?a.

¡°La brecha es escalofriante y solo afecta a los ni?os gitanos¡±, explica Sara Gim¨¦nez, directora de la fundaci¨®n. Malena Zarzana, gitana y orientadora de las tres j¨®venes jerezanas, la palpa en su trabajo cada d¨ªa. Pero estos d¨ªas de junio est¨¢ ilusionada y nerviosa al ver a tres de los 25 alumnos de su aula de apoyo presentarse a la prueba. ¡°Los ni?os suben una monta?a y yo estoy detr¨¢s con una red para lo que haga falta: de gestiones a apoyo emocional. Para la mayor¨ªa de los ni?os soy la ¨²nica referente gitana [con estudios superiores]¡±, explica Zarzana, de 29 a?os y graduada en Magisterio.

Su aula, en la calle Chapiner¨ªa de Jerez, es una de las que el Secretariado Gitano tiene desplegadas en 14 comunidades aut¨®nomas, en el seno de en Promociona+, en el que 647 j¨®venes reciben clases complementarias y orientaci¨®n para sus estudios postobligatorios. El programa complementa al Promociona que lleva desde 2009 trabajando en el salto de la educaci¨®n Primaria a la Secundaria.

Un c¨®ctel de falta de recursos econ¨®micos, ausencia de referentes educativos en los padres, una gran brecha digital o un sistema educativo que invisibiliza la historia gitana en el pa¨ªs se mezcla para complicar el recorrido educativo de los j¨®venes de esta etnia. Aunque tienen puntos coincidentes, los problemas var¨ªan en funci¨®n de las zonas.

En Jerez, aunque m¨¢s abierta e inclusiva, se ha ¡°normalizado¡± que las familias gitanas vivan en permanente carest¨ªa, como explica Zarzana. En Chiclana de la Frontera ¡ªa apenas 42 kil¨®metros¡ª, la madre de Sarai de la Rosa sufri¨® el racismo y, en su entorno, la condena de privarla de oportunidades educativas. ¡°Sus padres [los abuelos de Sarai] no le compraban ni libros¡±, rememora la joven. Por eso, Carmelo y su mujer ten¨ªan claro que ese no era el futuro que quer¨ªan para una hija que ya ve¨ªan que ser¨ªa tan buena estudiante que ahora es dif¨ªcil que la media no le d¨¦ para estudiar Educaci¨®n Infantil.

De la Rosa lleg¨® al aula de Zarzana como un refuerzo para mejorar en ingl¨¦s, ¡°su tal¨®n de Aquiles¡±, como explica su padre. Manuela Moreno, hija del c¨¦lebre guitarrista Pepe del Morao, lleg¨® al aula de Zarzana cuando cursaba 4? de ESO. Ven¨ªa de sufrir discriminaci¨®n en Secundaria. ¡°Por mi condici¨®n de gitana y porque mis padres estaban separados. Lo pas¨¦ mal, fueron tres a?os supermalos. Llegu¨¦ a la fundaci¨®n, me puse a estudiar y sacaba ochos y nueves¡±, rememora la joven, que ahora sue?a tambi¨¦n con que la nota le d¨¦ para Magisterio. ¡°Fue un cambiazo¡±, confirma Zarzana. Dolores Cornejo, que ahora se examina confiada en poder entrar en Administraci¨®n y Direcci¨®n de Empresas, aterriz¨® en Promociona+ a trav¨¦s de una prima. Hoy ve a todos sus compa?eros y Zarzana como su familia. ¡°En mi casa nadie hab¨ªa estudiado, pero yo quer¨ªa la oportunidad de estudiar, desarrollarme y tener una buena vida¡±, explica la estudiante.

Las tres j¨®venes jerezanas integrar¨¢n la estad¨ªstica exitosa del programa del Secretariado Gitano para el a?o pr¨®ximo. En el curso pasado, el 74% de los estudiantes de los ¨²ltimos cursos consigui¨® titular y el 91% se mantuvo en su itinerario formativo. ¡°Pero es evidente que no llegamos a todos los j¨®venes gitanos. En mi caso, es imposible, no doy a m¨¢s¡±, explica Zarzana. De ah¨ª que Gim¨¦nez lleve ya tiempo alertando a las administraciones de la necesidad de que den un paso al frente y asuman el programa, que ahora mismo se financia con fondos europeos y p¨²blicos, para darle una cobertura global a la comunidad gitana espa?ola, algo que por ahora solo ha hecho la Comunidad Valenciana con su proyecto Kumpania. ¡°Somos la demostraci¨®n de que esto funciona, pero tambi¨¦n somos una gota en el oc¨¦ano (¡­) Se est¨¢ dejando a los estudiantes gitanos en la estacada. Si este dato fuese de la poblaci¨®n general, ser¨ªa un nivel de alarma, ?qu¨¦ pasar¨ªa entonces?¡±, reflexiona la directora.

Sarai, Manuela y Dolores, apoyadas en los tres casos por sus familias, han roto adem¨¢s la presunci¨®n de lo que se espera de una mujer gitana joven. ¡°Mi abuela siempre me ha dicho que soy libre. Ella s¨ª se tuvo que casar¡±, explica la segunda. Por eso, ahora en sus planes de presente y futuro solo entra la formaci¨®n: ¡°Estudiar, mis amigos, conocerme a m¨ª misma y ya despu¨¦s que venga lo que sea¡±. En las mismas est¨¢ Sarai de la Rosa, solo preocupada, como cualquier joven de su edad, por lo que se encontrar¨¢ en la facultad: ¡°Estoy nerviosa por no conocer a nadie¡±. Aunque, de nuevo, su condici¨®n gitana le har¨¢ tener un reto m¨¢s. ¡°Se dar¨¢ cuenta de que ser¨¢ la novedad en la universidad, a m¨ª ya me pas¨®. Quiz¨¢s alg¨²n d¨ªa no seremos noticia porque ser¨¢ s¨²per normal que estemos en la vida educativa¡±, dice Zarzana con esperanza.

Puedes seguir EL PA?S Educaci¨®n en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.