Un sangriento historial de catorce asesinatos
Soledad Iparragirre, Anboto, compa?era sentimental de Mikel Albizu, Mikel Antza, formaba parte en la actualidad del aparato pol¨ªtico de ETA, despu¨¦s de haber sido responsable de los comandos legales (no fichados) de la banda y de haber estado integrada, presuntamente, en los comandos Araba y Madrid. La polic¨ªa le acusa de estar implicada en catorce asesinatos cometidos entre 1985 y 1992.
Iparragirre, de 43 a?os, natural de la localidad guipuzcoana de Eskoriatza, estaba huida desde el a?o 1981. Seg¨²n fuentes de la lucha antiterrorista, actualmente era la compa?era sentimental de Mikel Albizu, Mikel Antza, con quien ten¨ªa un hijo nacido en Cuba. Tras pasar un tiempo en esa isla del Caribe hab¨ªa regresado a Francia.
Los tribunales franceses le han condenado dos veces en rebeld¨ªa a sendas penas de cinco a?os de c¨¢rcel, una en un sumario relacionado con el aparato log¨ªstico de ETA y otra en el juicio contra los jefes de los comandos Juan Luis Aguirre Lete y Jos¨¦ Javier Arizkuren Ruiz. Adem¨¢s, desde febrero de 2001 figura en las listas de terroristas de la Uni¨®n Europea.
Vinculada a ETA desde la adolescencia
La vinculaci¨®n de Soledad Iparragirre con ETA se inici¨® cuando era todav¨ªa una adolescente ya que en el caser¨ªo propiedad de su familia, ubicado en la localidad guipuzcoana de Eskoriatza, hab¨ªa un escondite subterr¨¢neo en el que se ocultaban los miembros del comando Araba. Por el caser¨ªo ?ngel de la Guarda pasaron los sucesivos integrantes del comando Araba desde 1974 hasta 1981, fecha en la que fue descubierto por la polic¨ªa el escondite subterr¨¢neo donde se ocultaban los etarras. El escondite sirvi¨® tambi¨¦n para ocultar 3.000 kilos de explosivos procedentes del robo de Soto de la Marina.
Soledad Iparragirre conoci¨® en 1978 a uno de los miembros del citado comando, Jos¨¦ Aristimu?o Mendiz¨¢bal, Pana, de quien se hizo novia. En 1981, Pana result¨® muerto en un enfrentamiento con la polic¨ªa y su compa?ero de comando Miguel Lopetegui Larrarte, detenido. A ra¨ªz de esta operaci¨®n fue descubierto el escondite del caser¨ªo y detenidos la madre y varios hermanos de Soledad, mientras su padre se daba a la fuga. La propia Soledad Iparragirre, que entonces ten¨ªa veinte a?os y estudiaba magisterio, fue arrestada, aunque qued¨® en libertad, huyendo posteriormente a Francia.
En 1985 volvi¨® como miembro del comando Araba y lo mismo hizo en 1987. La detenci¨®n de Santi Potros, en octubre de 1987, sorprendi¨® a los integrantes de este grupo en Bergara, por lo que huyeron a Llodio abandonado toda la infraestructura anterior para evitar ser detenidos por la polic¨ªa. En Llodio se pusieron en contacto con el entonces dirigente de HB y confidente del polic¨ªa Jos¨¦ Amedo, Joseba Urkijo, Kinito, a quien pidieron ayuda para ocultarse. Kinito puso a los miembros del comando en contacto con el dirigente de LAB Joselu Cereceda, quien les facilit¨® contacto con otras personas para ayudar en la fuga. El comando permaneci¨® oculto hasta el 26 de diciembre de 1987, d¨ªa en el que Soledad y Jos¨¦ Javier Arizkuren pasan a Francia acompa?ados de dos militantes legales.
Durante el tiempo en el que estuvo integrada en el comando Araba tom¨® parte, presuntamente, en once atentados con un resultado de cuatro personas muertas y tres heridas. As¨ª, se le acusa de participar en el asesinato a tiros del cartero de Amurrio Estanislao Gal¨ªndez, ocurrido el 26 de junio de 1985, y en la colocaci¨®n de una bomba que caus¨® la muerte al guardia civil Antonio Amor Calvo, el 3 de agosto en Luyando.
Tambi¨¦n se le atribuye el ametrallamiento de un equipo m¨®vil de RTVE en el polideportivo de Mendizorroza, el 10 de marzo de 1985. En el atentado resultaron heridos dos polic¨ªas nacionales que custodiaban el equipo. El 11 de abril particip¨®, presuntamente, en la colocaci¨®n de una bomba bajo el coche de un guardia civil de Llodio. El artefacto fue localizado y desactivado sin ocasionar da?os.
Adem¨¢s, se le acusa de tomar parte, el 2 de mayo de 1985, en el secuestro de una familia desde cuyo domicilio se quer¨ªa activar un explosivo y en la colocaci¨®n de un coche bomba en las inmediaciones del cuartel de la Guardia Civil de Llodio. El atentado se frustr¨® porque ninguna patrulla pas¨® por las cercan¨ªas del coche, por lo que los terroristas lo hicieron estallar sin ocasionar v¨ªctimas. Diecisiete d¨ªas m¨¢s tarde fue colocado otro coche bomba en las inmediaciones del polideportivo de Mendizorroza para atentar contra una patrulla de la polic¨ªa. Sin embargo, el veh¨ªculo fue descubierto y desactivado antes de que pudiera llevarse a cabo el atentado.
Durante los seis meses que dur¨® la campa?a de 1987, Soledad particip¨®, supuestamente, en cinco atentados, entre ellos el perpetrado el 6 de agosto contra dos coches Z del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa en el Alto de Armentia. La explosi¨®n de una bomba al paso de los veh¨ªculos caus¨® la muerte a los agentes Rafael Mucientes y Antonio Ligero.
Adem¨¢s, est¨¢ presuntamente implicada en un atentado con granadas contra el cuartel de la Guardia Civil de Orozco, que result¨® fallido, en la colocaci¨®n de sendas bombas en un concesionario de Urretxu y un bar de Eskoriatza y en el lanzamiento de granadas contra los dep¨®sitos de Campsa situados en la localidad alavesa de Rivabellosa. Ninguno de estos atentados ocasion¨® da?os personales.
Estancia en Madrid
Tras su huida a finales de 1987, se perdi¨® su pista durante los a?os siguientes, hasta que volvi¨® a ser identificada por la polic¨ªa como integrante del comando Madrid el 24 de mayo de 1992, despu¨¦s de que sus huellas fueran halladas en un coche bomba hecho estallar al paso de una patrulla del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa.
Se sospecha que Soledad Iparragirre pudo estar en Madrid desde principios de 1991 hasta finales de 1992 y que particip¨® en varios atentados que se saldaron con la muerte de diez personas. Entre estos atentados se encuentran las muertes de los tenientes Enrique Aguilar y Francisco Carballar, ocurridas el 5 de junio y el 17 de octubre de 1991, respectivamente. En esta ¨²ltima fecha, el comando Madrid coloc¨® otras dos bombas que hirieron gravemente a Irene Villa y a su madre y al comandante Villalobos.
Tambi¨¦n se sospecha de su implicaci¨®n en el atentado con coche bomba que cost¨® la vida a cuatro militares y un conductor civil el 6 de febrero de 1992, as¨ª como en la colocaci¨®n de una bomba lapa que mat¨® al hijo de un coronel cuando se dispon¨ªa a arrancar su veh¨ªculo. Adem¨¢s de estos atentados, se cree que el comando Madrid, con Soledad Iparragirre entre sus integrantes, cometi¨® el atentado que cost¨® la vida al coronel Heredero, en Salamanca, el 2 de septiembre de 1992.
El ¨²ltimo atentado en el que se sospecha que pudo estar implicada tuvo lugar el 30 de noviembre de 1992 en Madrid y cost¨® la vida al subteniente jubilado Miguel Miranda. Dos d¨ªas m¨¢s tarde, el Ministerio del Interior difundi¨® su fotograf¨ªa, lo que, seg¨²n se cree, pudo provocar su vuelta a Francia.
Tras su regreso a ese pa¨ªs, a mediados de 1993 se encontraba integrada en el aparato de direcci¨®n de los comandos legales del que era responsable Kepa Picabea. A partir de esta fecha comienza a utilizar el alias de Anboto, que aparece en las cartas que reciben los legales.
Tras la detenci¨®n de Picabea, el 7 de julio de 1994, Soledad Iparragirre pas¨® a ser la jefa de este aparato de ETA y como tal interviene en las citas con los nuevos militantes, a los que da instrucciones, facilita el adiestramiento y abastece de dinero y armas.
La pista de Anboto se perdi¨® cuatro a?os m¨¢s tarde, sin que en ninguna investigaci¨®n realizada en Francia se encontraran signos de su actividad. Al parecer, esta desaparici¨®n coincidi¨® con su traslado a Cuba, donde residi¨® un tiempo y donde dio a luz. En los ¨²ltimos meses, sin embargo, la polic¨ªa hab¨ªa tenido indicios de que hab¨ªa regresado a territorio franc¨¦s.

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