15 fotosLa Transici¨®n espa?ola, en im¨¢genesActores pol¨ªticos y sociales con voz propia que participaron en la Transici¨®n Espa?ola. 07 feb 2006 - 00:00CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceTras la muerte de Franco, Don Juan Carlos es proclamado Rey de Espa?a por el Consejo de Regencia. El monarca jura cumplir y hacer cumplir las Leyes Fundamentales franquistas, y guardar lealtad a los principios del Movimiento Nacional. En su discurso posterior, y ante Do?a Sof¨ªa y sus tres hijos, lanza un mensaje calculadamente ambiguo, en el que encomia a Franco al tiempo que asume la democracia como opci¨®n pol¨ªtica para Espa?a.LUIS MILL?NMadrid, 27 de noviembre de 1975. De izquierda a derecha, Mariano Navarro Rubio, Manuel Fraga, Torcuato Fern¨¢ndez Miranda, Juan Jos¨¦ Espinosa San Mart¨ªn y Alberto Mart¨ªn Artajo, durante el desfile de las tropas en los actos de exaltaci¨®n del trono.El l¨ªder sindicalista Marcelino Camacho ten¨ªa en 1975 una larga experiencia de lucha a favor de la clase obrera. Despu¨¦s de luchar en la Guerra Civil con los comunistas, fue encarcelado por el r¨¦gimen e indultado 18 a?os despu¨¦s. Tras una intensa actividad sindical -fue uno de los impulsores del sindicato Comisiones Obreras-, entr¨® de nuevo en la c¨¢rcel en 1967 y s¨®lo sali¨® de ella tras el llamado Proceso 1.001. En la imagen, Camacho habla por tel¨¦fono exhultante, tras ser puesto en libertad. Un a?o despu¨¦s ser¨ªa elegido secretario general del sindicato.La Nova Can?¨®, el movimiento musical que reivindic¨® durante la dictadura la normalizaci¨®n del uso de la lengua catalana termin¨® formando parte de la lucha antifranquista. As¨ª qued¨® demostrado en el recital que el cantante Raimon ofreci¨® el 5 de febrero de 1976 en Madrid. A ¨¦l asistieron buena parte de los l¨ªderes de la oposici¨®n democr¨¢tica, y en ¨¦l se escucharon consignas a favor de la amnist¨ªa de los presos pol¨ªticos, y de la libertad. Este, que deb¨ªa ser el primero de cuatro coniertos en la capital, termin¨® siendo el ¨²ltimo: el Gobierno de Arias Navarro prohibi¨® los restantes.VOLKHART M?LLERCuatro d¨¦cadas despu¨¦s de salir de Espa?a en un exilio voluntario, el prestigioso historiador Claudio S¨¢nchez Albornoz regres¨® el 23 de abril de 1976 de Argentina, donde ejerci¨® como profesor en las universidades de Mendoza y Buenos aires, y donde hab¨ªa fundado la revista Cuadernos de Espa?a. Como tantos otros intelectuales, su vuelta al pa¨ªs tuvo una enorme carga simb¨®lica, pero una escasa repercusi¨®n pol¨ªtica. El largo tiempo fuera del pa¨ªs, la distancia, les hab¨ªan alejado tanto de la sociedad que sus discursos hab¨ªan quedado desfasados.Era el 9 de mayo de 1976. Los carlistas celebraban su tradicional Via Crucis a la cumbre de Montejurra, junto a la localidad navarra de Estella: fue el ¨²ltimo suspiro de un movimiento pol¨ªtico a punto de extinguirse. La divisi¨®n entre los partidarios del pretendiente Carlos Hugo, que hab¨ªa transformado su partido en una formaci¨®n izquierdista, y los de su hermano Sixto de Borb¨®n Parma, anclado en la extrema derecha, se afirma con sangre cuando varios de ¨¦stos ¨²ltimos aparecen con una metralleta y pistolas. En la foto, los seguidores de Carlos Hugo gritan su indignaci¨®n tras los enfrentamientos.C?SAR LUCASLa sociedad espa?ola comienza a despertar. M¨¢s all¨¢ de la reivindicaciones de los -a¨²n ilegales- partidos pol¨ªticos, los ciudadanos conquistan las calles y con ellas la democracia. La crisis global por la subida de precios del petr¨®leo sacude a Espa?a, el paro aumenta y la inflaci¨®n se dispara: 50.000 personas se manifiestan el 22 de junio de 1976 en Madrid, como recoge la instant¨¢nea, tomada en la calle m¨¢s comercial de la capital, Preciados.C?SAR LUCASAs¨ª define Torcuato Fern¨¢ndez Miranda, el presidente de las Cortes, al elegido por el Rey para sustituir a Arias Navarro en la Presidencia del Gobierno. Adolfo Su¨¢rez, hasta entonces secretario del Movimiento, jura su cargo el 5 de julio de 1976, y de inmediato cumple con el cometido que le ha sido encomendado: inicia contactos con la oposici¨®n pol¨ªtica para legalizar los partidos de iquierdas, y se pone al frente de la normalizaci¨®n democr¨¢tica, que culminar¨¢ en la hist¨®rica Ley para la reforma pol¨ªtica, de 1977.Una joven, con un clavel en la mano y una cinta en el pelo con la bandera catalana, participa en las celebraciones de la Diada en Barcelona. Pese a que no ser¨ªa una fiesta oficial hasta 1980 con la constituci¨®n de la Comunidad Aut¨®noma de Catalu?a, la muerte de Franco abri¨® muchas ventanas de expresi¨®n, y la de la identidad pol¨ªtica era la mayor de todas ellas. Dormidos durante la dictadura, exiliados tras la ca¨ªda de la Segunda Rep¨²blica y el final de la Guerra Civil, los nacionalismos hist¨®ricos resurgieron con fuerza en torno a sus s¨ªmbolos y a una reivindicaci¨®n que consideraban fundamental: el uso cotidiano de la lengua propia.C?SAR LUCASMadrid, 14 de febrero de 1978. Enrique Tierno Galv¨¢n entrega a Susana Estrada, musa er¨®tica de la Transici¨®n, el premio Populares de Pueblo, que se concede a personalidades destacadas en pol¨ªtica, artes, ciencias, periodismo y espect¨¢culos, elegidos anualmente por el diario Pueblo.MARISA FL?REZMadrid, abril de 1978. Santiago Carrillo junto a Dolores Ib¨¢rruri, Pasionaria, en el IX Congreso del PCE.MARISA FL?REZMadrid, 23 de mayo. Felipe Gonz¨¢lez en una cabina telef¨®nica del Palacio de las Cortes, el d¨ªa que fue ratificado como presidente del Grupo Parlamentario Socialista.MARISA FL?REZAgentes de la Polic¨ªa Nacional cargan, el 14 de diciembre de 1979, contra los j¨®venes que protestaban por la muerte de los estudiantes Emilio Mart¨ªnez y Jos¨¦ Luis Monta?es. Ambos hab¨ªan muerto el d¨ªa anterior en la madrile?a Ronda de Valencia, por los disparos de la polic¨ªa en una manifestaci¨®n contra la Ley de Autonom¨ªa Universitaria que preparaba el gobierno de la UCD, y en la que hab¨ªan participado decenas de miles de estudiantes.BERNARDO P?REZEl intento de golpe de Estado del teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero, que irrumpi¨® en el Congreso la tarde del 23 de febrero de 1981, demostr¨® a los espa?oles y a todo el mundo que el camino del cambio pol¨ªtico que Espa?a hab¨ªa emprendido seis a?os antes era ya irreversible. Durante la larga noche de esa jornada, en la que los espa?oles permanecieron atentos a todos los medios de comuniciaci¨®n -el diario EL PAIS sac¨® a la calle hasta siete ediciones-, el intento simb¨®lico del vicepresidente y teniente general Guti¨¦rrez Mellado y el presidente Su¨¢rez de echar al uniformado del Parlamento, y el decisivo discurso televisado del Rey devolvieron el aire a una democracia que dudaba de s¨ª misma. En la imagen, Tejero sostiene su arma en la presidencia del Congreso, justo encima del socialista Jos¨¦ Bono.MANUEL HERN?NDEZ DE LE?NJos¨¦ Mar¨ªa P¨¦m¨¢n asisti¨® desde su condici¨®n de escritor al surgimiento, el auge y la ca¨ªda de la dictadura. Entre el famoso "?Muera la inteligencia! ?Viva la muerte!", que pronunciara ante Unamuno y Pem¨¢n el militar Jos¨¦ Mill¨¢n-Astray, en 1936, y esta instant¨¢nea, tomada el 19 de mayo de 1981, median 45 a?os. Un tiempo en el que el poeta, dramaturgo, novelista y ensayista cre¨® casi toda su obra y que en su condici¨®n de escritor, periodista y miembro de la Real Academia de la Lengua, consagr¨® al idioma castellano. Morir¨ªa justo dos meses despu¨¦s de recibir la condecoraci¨®n real del Tois¨®n de oro, el 19 de julio.MARISA FL?REZ