El agente que inspeccion¨® la furgoneta de Alcal¨¢ no vio indicios de ETA en el 11-M
Los autores materiales pudieron recibir apoyo de desconocidos, seg¨²n una agente de la UCI
En el juicio por los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid que se sigue desde hace tres semanas en el pabell¨®n de la Audiencia Nacional en la Casa de Campo, hoy ha sido el turno de testificar para la agente 79.858. Bajo esta cifra se esconde una experta en lucha contra la organizaci¨®n terrorista ETA asignada a la Brigada de Informaci¨®n de la Polic¨ªa Nacional en la capital. Seg¨²n ha contado a los jueces, los investigadores descartaron de inmediato la pista de ETA tras encontrar la furgoneta Renault Kangoo aparcada en las inmediaciones de la estaci¨®n de Alcal¨¢ de Henares, de donde partieron los trenes de la muerte.
La polic¨ªa ha explicado que acudieron al lugar porque un testigo hab¨ªa visto bajar de ese coche a tres tipos con bufanda y gorros, pese a que la temperatura no invitaba a abrigarse tanto. Cada uno de ellos llevaba una mochila a la espalda. A trav¨¦s de las ventanas delanteras de la furgoneta, la agente busc¨® algo con pinta de bomba sin encontrarlo. “Todo fue desde el exterior”, “nunca en ning¨²n momento” entraron en el veh¨ªculo.
Los agentes comprobaron que la furgoneta hab¨ªa sido robada el 28 de febrero. No ten¨ªa las placas de matr¨ªcula dobladas, lo que llev¨® a descartar que ETA tuviera nada que ver porque no se correspond¨ªa con su forma de actuar. Entonces llamaron a los artificieros y a los perros que huelen explosivos. No se detect¨® nada sospechoso, de forma que un gu¨ªa canino entr¨® en la parte de atr¨¢s de la furgoneta mientras el resto de agentes observaba desde 10 metros de distancia. En cualquier caso, la agente ha aclarado que el hecho de que la furgoneta no se correspondiera con la forma de actuar de ETA no significa que se descartase esa pista.
Confidente 'Cartagena'
Abdelkader El Farssaoui, Cartagena ha sido el primer testigo protegido que comparece en la vista. Cartagena ha incurrido en numerosas contradicciones. En primer lugar, se ha desdicho de todas las declaraciones que prest¨® ante jueces de la Audiencia Nacional como Baltasar Garz¨®n o Juan del Olmo en las que incriminaba a algunos de los acusados, entre ellos, a Rabei Osman El Sayed, Mohamed El Egipcio o a Mohamed Larbi Ben Sellam, a los que ahora exculpa. En su defensa ha se?alado que si hasta ahora no hab¨ªa dicho la verdad era por miedo y que si ahora lo confesaba era porque hab¨ªa perdido ese miedo, no porque le hubieran presionado. A la pregunta de la fiscal Olga S¨¢nchez, el testigo ha afirmado que ten¨ªa miedo de "los medios de comunicaci¨®n".
Cartagena ha corrobor¨® las afirmaciones que hizo acerca del extremismo del presunto l¨ªder de la c¨¦lula que perpetr¨® los atentados, el suicida El Tunecino, al que conoci¨® en la mezquita de la que era im¨¢n, y al que se tuvo que acercar, seg¨²n ¨¦l, obligado por la UCIE. De este modo, indic¨®, pudo advertir a la Polic¨ªa de que El Tunecino buscaba m¨¢rtires tras estudiar su comportamiento en las reuniones, sobre todo, a la ¨²ltima que ¨¦l asisti¨®, y en las que, confirm¨®, se hac¨ªan cantos y proclamas a la yihad (guerra santa) e, "individualmente", se hablaba de "ir a Afganist¨¢n".
Querella por falso testimonio
Tambi¨¦n ha relatado este testigo que inform¨® a la Polic¨ªa de que en una conversaci¨®n que tuvo antes del 11-M en una mezquita madrile?a con Berraj y otro individuo al que se refiri¨® como Mustaf¨¢ Riffi hablaron de la posibilidad de solicitar ayuda a grupos terroristas para cometer sus acciones y entre ¨¦stos, record¨®, hicieron referencia a ETA, aunque dijo que los agentes "no quisieron reflejarlo" en ning¨²n informe.
Esta sorprendente declaraci¨®n de este confidente policial, que, no obstante, en diciembre de 2006, envi¨® una carta de 17 folios a la Audiencia Nacional en la que ya se desdec¨ªa de sus testimonios y que asegur¨® elabor¨® con la ayuda de un abogado que contrat¨® como asesor, ha provocado que el abogado de una acusaci¨®n particular Gonzalo Boye pidiera al tribunal una copia del acta de lo que declar¨® en la vista con la intenci¨®n de querellarse contra ¨¦l por falso testimonio.
Fuentes jur¨ªdicas han se?alado que aunque el tribunal entregar¨¢ el acta a este abogado no podr¨ªa querellarse contra este testigo sin su autorizaci¨®n, ya que el C¨®digo Penal as¨ª lo prev¨¦ para evitar que se perturbe con este tipo de maniobras el desarrollo de la vista o ello suponga una coacci¨®n a los testigos que le suceder¨¢n. De apreciarse que este testigo ha mentido, el tribunal decidir¨¢ en sentencia si debe abrir un procedimiento aparte contra ¨¦l por falso testimonio.
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