"Le contar¨¢s esta historia a tu hijo"
La mujer secuestrada por los etarras que dispararon contra dos guardia civiles en Francia relata su experiencia
Los terroristas que el pasado s¨¢bado mataron a balazos a un guardia civil y dejaron malherido a otro agente en la localidad francesa de Capbreton emprendieron una huida precipitada de la escena del crimen que les llev¨® a secuestrar a una mujer y tomar prestado su coche para escapar. El testimonio de esa mujer fue publicado ayer por el peri¨®dico franc¨¦s Sud Ouest.
Fanny Tilhet cuenta que poco despu¨¦s de las diez y media de la ma?ana sali¨® de la peluquer¨ªa de la vecina localidad de Haut-Mauco y que cuando fue a arrancar su coche y dar marcha atr¨¢s, otro veh¨ªculo le cort¨® el paso. Sin apenas tiempo para darse la vuelta, un hombre, al que ni siquiera hab¨ªa o¨ªdo llegar, accedi¨® a su veh¨ªculo por el asiento del pasajero. "Me dijo que era de la polic¨ªa y me pidi¨® las llaves del coche", recuerda esta mujer, que asegura que no fue amenazada con ning¨²n arma. No hizo falta. Porque al entregarle las llaves y salir del coche otras dos personas se le echaron encima y la introdujeron por la fuerza en el maletero.
Conserv¨¦ mi sangre fr¨ªa"
"Grit¨¦, pero no hab¨ªa nadie m¨¢s que nosotros en el parking. El hombre mont¨® delante, la mujer en la parte trasera y arrancaron bruscamente", indica. Al poco de salir del pueblo, los presuntos etarras abrieron el maletero y obligaron a la mujer a ocupar el asiento trasero pero cubierta con la capucha de su propio abrigo.
Seg¨²n el testimonio de la secuestrada, la pareja de terroristas parec¨ªa preocupada por el trayecto. Recuerda que la conducci¨®n fue brusca y que circulaban sin cintur¨®n de seguridad y con las ventanas delanteras abiertas.
"Al principio estaba aterrada. Cuando les o¨ª hablar espa?ol me dije que podr¨ªan ser de ETA y que iban a matarme. Al final, acab¨¦ por conservar mi sangre fr¨ªa y me dirig¨ª a la mujer", contin¨²a. "Yo estaba encajonada entre ella y la silla de mi beb¨¦, le dije que ten¨ªa marido y dos hijos, que eran lo m¨¢s importante del mundo para m¨ª, que quer¨ªa volver a verles y que me necesitaban", prosigue. "Al principio no me respondi¨® y luego me dijo: tranquila, tranquila. Esta noche, marido, casa y ni?os. En ese momento, me cogi¨® la mano", narra Fanny Thilhet.
Dice tambi¨¦n que durante el trayecto no ve¨ªa pr¨¢cticamente nada porque ten¨ªa la cara cubierta por su capucha pero que vio desfilar muchos pinos y casi ning¨²n signo de zona habitada, por lo que supone que los etarras transitaban por carreteras secundarias. Recuerda, eso s¨ª, haber visto un cartel indicando la direcci¨®n de Sore, Parentis y Saucats.
Poco despu¨¦s, los terroristas le prometen una pronta liberaci¨®n, en cuesti¨®n de media hora, e introducen el coche en una pista forestal, a juzgar por los baches que sinti¨® en su cuerpo la v¨ªctima. Cuando el coche se detuvo, los dos hombres abrieron la puerta de atr¨¢s, le dijeron que bajara y que la iban a atar en el bosque. "Yo protest¨¦. Les dije que iba a morir all¨ª y que nadie vendr¨ªa. Caminamos unos 150 metros, me colocaron un gorro en la boca que me sujetaron con una cuerda alrededor de la cabeza y me ataron a un ¨¢rbol con una red que cogieron del maletero", recuerda.
"Le contar¨¢s la historia a tu hijo"
Ten¨ªa las manos y la cintura atados y es en ese momento, cuando por primera vez uno de ellos le dice que era miembro de ETA y que necesitaban dos horas para huir. "Me dijo que no me preocupara, que era joven, que resistir¨ªa el frio con mi parka y que alguien acabar¨ªa encontr¨¢ndome". "Al marcharse me dijo: esta noche le contar¨¢s la historia a tu hijo", relata Thilhet.
A la mujer no le cost¨® librarse de sus ataduras y luego corri¨® "como una loca" por la pista hasta llegar a la carretera donde empez¨® a hacer se?as a los coches que pasaban. Dos pasaron de largo pero el tercero, a bordo del cual iba una pareja de unos cincuenta a?os, par¨® y la condujo hasta la Gendarmer¨ªa de L¨¦ognan, el pueblo m¨¢s cercano al lugar en el que la hab¨ªan soltado los etarras.
"Me hice diez mil preguntas durante este periplo de dos horas. Hoy me siento aliviada. Estoy contenta sobre todo de haber mantenido la sangre fr¨ªa y contenta de haber vuelto con mis ni?os y mi marido. S¨ª, me siento aliviada", ha resumido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.