Y a punto estuvo Hitler de perder sus ansiadas Olimpiadas con la prohibici¨®n de admitir a atletas jud¨ªos para competir en el seno del equipo alem¨¢n. En la imagen, un cartel de los Juegos Ol¨ªmpicos de Berl¨ªn de 1936. La comisaria de la exposici¨®n, Susan Bachrach, no duda en afirmar que "la organizaci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos ofreci¨® una extraordinaria oportunidad al r¨¦gimen de Hitler para proyectar la ilusi¨®n de una Alemania tolerante y de paz, bajo el disfraz de cooperaci¨®n internacional que brindaban los juegos". De este modo, el F¨¹hrer enmascar¨® entre los preparativos deportivos una fuerte campa?a propagand¨ªstica del r¨¦gimen, combinada con un reclutamiento de j¨®venes atletas germanos como fuente de abastecmiento del ej¨¦rcito ario. Carteles coloridos aderezados con sutiles connotaciones racistas ilustraban el fuerte sentimiento ol¨ªmpico-patri¨®tico, que dejaba entrever la superioridad de la cultura alemana como la mejor heredera de la excelencia de la Grecia Cl¨¢sica. Cartel de los Juegos Ol¨ªmpicos de Berl¨ªn de 1936.EFECartel de los Juegos Ol¨ªmpicos de Berl¨ªn de 1936.Cientos de familias de raza gitana fueron "limpiadas de las calles de Berl¨ªn", seg¨²n ¨®rdenes de las autoridades del pa¨ªs, y recluidas en campos de internamiento de los suburbios de la ciudad, como el centro de Marzahn. En la imagen, un cartel de los Juegos Ol¨ªmpicos de Berl¨ªn de 1936. Ni prohibiciones ni internamientos consiguieron evitar que el 'ego' del F¨¹hrer se derrumbara con la victoria de dieciocho atletas afroamericanos, que incluyen al campe¨®n de cuatro medallas de oro en Berl¨ªn 1936, Jesse Owens. La cara victoriosa de las XI Olimpiadas se refleja con la exhibici¨®n de medallas e instant¨¢neas de los vencedores, entre ellos doce jud¨ªos de los equipos de Estados Unidos, B¨¦lgica, Hungr¨ªa, Austria, Canad¨¢ y Polonia y la germana Helene Mayer, la ¨²nica representante jud¨ªa del equipo nazi. Cartel de los Juegos Ol¨ªmpicos de Berl¨ªn de 1936.EFEA escasos metros de la salida, aparece una imagen nevada de un campo de concentraci¨®n que hiela con sus explicaciones la respiraci¨®n de los visitantes. Se trata de diecisiete retratos en primer plano de deportistas jud¨ªos y gitanos que participaron en los Juegos Ol¨ªmpicos de 1936, y que tambi¨¦n fueron v¨ªctimas del racismo de Hitler durante la II Guerra Mundial. A la salida del 'zulo' que alberga la exposici¨®n, una gran oleada de luz natural convierte las tit¨¢nicas paredes enladrilladas del museo en un espejismo de las masivas f¨¢bricas alemanas utilizadas como unidades de producci¨®n nazi. Un escenario apropiado para guardar las reflexiones de los visitantes, como antes hizo con las de los millones de jud¨ªos exterminados en el Holocausto. En la imagen, cartel de los Juegos Ol¨ªmpicos de Berl¨ªn de 1936.EFE