De lo arriesgado que resulta entrar en Marruecos con una manta
Nuevo incidente en la conflictiva frontera de Melilla por el trato de unos polic¨ªas a un matrimonio
El polic¨ªa marroqu¨ª tir¨® primero de la manta intentado arrebat¨¢rsela a su compatriota Souad el Abdellaoui mientras la insultaba, pero no lo consigui¨®. La mujer, que acababa de poner pie en Marruecos, tras cruzar andando la frontera de Melilla, dio entonces marcha atr¨¢s y se dirigi¨® a grandes zancadas al puesto policial espa?ol acompa?ada por su marido, Juan Eugenio Rodr¨ªguez Valverde.
?ste se hab¨ªa negado, seg¨²n afirma, a sobornar al primer polic¨ªa marroqu¨ª con el que se top¨® para que le dejara introducir en Marruecos la manta que hab¨ªa comprado en Melilla. "Es un objeto de mi propiedad, no para el contrabando", le contest¨® cuando el agente le pidi¨® un "bakchich" (propina). Mantas y cubrecamas representan un buen porcentaje del comercio ilegal pero permitido a trav¨¦s de esa frontera.
As¨ª empez¨®, el pasado fin de semana, un nuevo incidente en la conflictiva frontera de Melilla con Marruecos. El suceso tuvo lugar de madrugada y probablemente no habr¨ªa trascendido si Rodr¨ªguez Valverde no hubiese puesto el pasado lunes, en una comisar¨ªa de Melilla, una denuncia contra la polic¨ªa marroqu¨ª por agredirle en territorio espa?ol. El atestado policial espa?ol coincide con las aseveraciones del matrimonio hispano-marroqu¨ª.
Al ver a Souad retroceder el agente marroqu¨ª no se cort¨®. La sigui¨® hasta el mismo control espa?ol y, una vez all¨ª, tir¨® de ella con todas sus fuerzas esforz¨¢ndose por arrastrarla hacia Marruecos. Entonces apareci¨® un polic¨ªa nacional que advirti¨® a gritos al marroqu¨ª de que esa zona era ya Espa?a y que deb¨ªa retirarse.
"No te metas, es cosa nuestra"
"T¨² no te metas, esto es cosa nuestra", le respondi¨® el polic¨ªa marroqu¨ª, al que se hab¨ªan unido un par de compatriotas uniformados. Su colega espa?ol "les repiti¨® que deb¨ªan marcharse de all¨ª", reza la denuncia. Fue entonces cuando dos agentes marroqu¨ªes se abalanzaron sobre el espa?ol. Uno "le cogi¨® por detr¨¢s (...) y otro le agarr¨® por el pecho y le golpe¨®". Varios compa?eros del agredido acudieron en su ayuda.
"En todo momento la intenci¨®n de los polic¨ªas marroqu¨ªes fue la de arrastrar al polic¨ªa espa?ol hacia la zona marroqu¨ª", se?ala la versi¨®n de la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Melilla. "(...) pero no pudieron lograrlo y se marcharon a Marruecos", concluye.
"Se trata de un suceso menor y excepcional", aseguran fuentes de la Delegaci¨®n del Gobierno en Melilla. Las autoridades espa?olas no se han quejado ante Rabat ni tampoco lo hicieron el mes pasado, cuando se produjo el anterior incidente. Una muchedumbre enrabietada por las dificultades para entrar en Melilla estuvo entonces a punto de linchar en Beni Enzar, una localidad colindante con la ciudad aut¨®noma, al teniente coronel jefe de la Guardia Civil, al jefe superior de Polic¨ªa, al delegado de Hacienda y al inspector-jefe de la frontera. Los cuatro regresaban de una reuni¨®n de trabajo.
La colaboraci¨®n de Marruecos mejora, insisten las mismas fuentes. Prueba de ello es que, desde hace unas semanas, la polic¨ªa marroqu¨ª escolta hasta su puesto de control, situado a unos 200 metros del espa?ol, a los agentes espa?oles que en coches camuflados repatr¨ªan a marroqu¨ªes expulsados de Espa?a. Hasta ahora los pasajeros espa?oles de esos veh¨ªculos eran a veces insultados durante el corto recorrido que efect¨²an despacio, a causa del gent¨ªo, e incluso amenazados.
Los polic¨ªas se embolsan 90 millones
El semanario de Casablanca Al Ayam calcul¨® hace ya un lustro que el conjunto de los polic¨ªas y aduaneros destinados en las fronteras de Ceuta y Melilla se embolsaban al a?o 90 millones de euros. Los recaudaban cobrando a los peque?os porteadores entre 45 c¨¦ntimos y 1,9 euros por viaje, y cantidades superiores a los que transportaban la mercanc¨ªa en autom¨®viles.
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