Su carrera como ladr¨®n, unida ya al activismo revolucionario anarquista, le llev¨® a cometer varios atracos a un abastecedor municipal, al banco de Vizcaya y al conde de Ruidoms. La prensa le pone un mote: el Doctor Mu?iz. Arrestado por la Guardia Civil, Sandoval logra huir de prisi¨®n. En la imagen, Sandoval tras su detenci¨®n.En 1919, Sandoval protagoniza su primera ltentativa de fuga de una prisi¨®n en Barcelona, donde cumpl¨ªa pena por un robo. Acab¨® recibiendo una paliza que le desfigur¨® su rostro y le marc¨® de por vida. Ficha policial de Felipe Sandoval FOTO: CAC FONTAINEBLEAU22 de agosto de 1936: Sandoval Organiza el asalto de la c¨¢rcel Modelo de Madrid que termin¨® en matanza de pol¨ªticos all¨ª presos de la derecha. En la fotograf¨ªa, Miembros de la CNT en la puerta del sol de Madrid. "Quiero hacer constar que no tir¨¦ un solo tiro en tan lamentable suceso, lo que juro ante Dios y ante los hombres que me tienen que juzgar", dir¨¢ m¨¢s tarde en su confesi¨®n policial, una vez terminada la guerra. En la fotograf¨ªa, un grupo de anarquistas aprendiendo a disparar.Sandoval fue el l¨ªder de una de las checas m¨¢s temidas de la capital, instalada en el Cine Europa, en el barrio de Cuatro Caminos. "El honor de las injurias", un documental de Carlos Garc¨ªa Alix, retrata la vida de Sandoval, realizado en un 80% con material de archivo.Felipe Sandoval, con 53 a?os y aquejado de tuberculosis, cae en la madrugada del 16 de junio de 1939 en el n¨²mero 36 de la calle Almagro, en el centro de Madrid. All¨ª le detiene la la Brigada de la Divisi¨®n de Investigaci¨®n Pol¨ªtica. En la fotograf¨ªa la habitaci¨®n de la calle Almagro, con sus pertenencias.Felipe Sandoval firma una declaraci¨®n inculpatoria de 36 folios. En ellos se puede leer: Los anarquistas somos la hostia, compa?ero. Sabemos retorcernos el coraz¨®n si hace falta para cumplir nuestro deber revolucionario. Lo que esos jovencitos comunistas que presumen de coraje no se atreven a hacer, aqu¨ª est¨¢ el viejo Felipe, anarquista, dispuesto a hacerlo en bien de nuestros sagrados ideales. Aunque el coraz¨®n se me salga por la boca". El atracador, el l¨ªder de una de las checas m¨¢s temidas de Madrid, el asesino, se quita la vida poco despu¨¦s. Nadie reclamar¨¢ su cad¨¢ver.Eduardo Guzm¨¢n, un compa?ero de celda escribe m¨¢s tarde:"Le han pegado sin compasi¨®n y tiene m¨¢s cara de muerto que de vivo. Arroja varias bocanadas de sangre que un polic¨ªa le obliga a limpiar del suelo aunque cada movimiento le arranca dolorosos quejidos". En la imagen, el puerto de Alicante, donde fueron apresados la mayor¨ªa de los compa?eros de cautiverio de Sandoval cuando estaban listos para salir de Espa?a.