Los comercios de Catalu?a no podr¨¢n ofrecer bolsas de pl¨¢stico gratis en 2009
La Generalitat quiere reducir su uso en un 30% el a?o que viene y el 50% en 2012
Uno puede llevarse decenas de bolsas de pl¨¢stico del supermercado sin abonar un c¨¦ntimo, pero cuestan dinero. Es la paradoja que ha sostenido hoy ICV-EUiA para presentar una enmienda que obliga a cobrar por las bolsas en supermercados y comercios para que el cliente "visualice" as¨ª su coste. La propuesta, pionera en el conjunto del pa¨ªs, ha recibido el apoyo de los otros grupos de gobierno (PSOE y ERC) por lo que, al contar con mayor¨ªa parlamentaria, se aprobar¨¢ en el ¨²ltimo pleno de este a?o y entrar¨¢ en vigor "a principios de 2009", ha anunciado el diputado de ICV-EUiA, Daniel Pi. El precio de la bolsa quedar¨¢ a elecci¨®n del propio comercio: podr¨¢ cobrarla aparte o descontarla, si el cliente no la solicita, del precio final de la compra.
La medida se enmarca en el plan de gesti¨®n de residuos municipales de la Agencia Catalana de Residuos (ACR) y no aspira a la desaparici¨®n progresiva de las bolsas de pl¨¢stico, como pretende el Gobierno espa?ol para 2010, pero s¨ª a que los catalanes reduzcan su uso. Se estima que unos 14 millones de bolsas de pl¨¢stico se expenden cada semana en Catalu?a y que su tiempo de vida ¨²til se sit¨²a alrededor de los 10 minutos. El objetivo de la ACR es que se empleen el 30% menos de bolsas en 2009 y el 50% en 2010 para reducir la cantidad de residuos generados. "Queremos promover el consumo responsable de este producto", ha precisado un portavoz de la ACR.
El anuncio ha sentado como un tiro a los comerciantes catalanes, que se han opuesto "rotundamente" a la medida. As¨ª lo ha declarado la Confederaci¨®n de Comercio de Catalunya (CCC), que ha protestado por una decisi¨®n unilateral y "fuera de lugar y tiempo", ha declarado el portavoz de CCC, Miguel ?ngel Fraile, a Europa Press. Fraile ha a?adido que les supone un agravio comparativo respecto al resto del pa¨ªs, ya que, por ahora, las bolsas s¨®lo tendr¨¢n precio en Catalu?a.
Cobrar por las bolsas de pl¨¢stico hab¨ªa generado someros debates en los ¨²ltimos a?os, por lo que pocos comerciantes esperaban que se implantara de forma tan s¨²bita y sin preaviso. Por sorprender, la medida ha cogido desprevenidos hasta a varios grupos ecologistas. Ecologistas de Catalunya lament¨® que no regular el precio de las bolsas provocar¨¢ desigualdades entre comercios y precios tan ¨ªnfimos que apenas supondr¨¢n un desgaste real para el consumidor.
Se trata de la peculiaridad catalana a la hora de gravar las bolsas de pl¨¢stico: otros pa¨ªses les han puesto precio pero fijando siempre la cantidad a pagar por ellas. Incluso precisan a qu¨¦ se dedicar¨¢ el dinero obtenido: Irlanda implant¨® en 2002 un impuesto de 15 c¨¦ntimos por cada bolsa de pl¨¢stico, cuya recaudaci¨®n -unos 19 millones de euros al a?o- destina a fondos para el medio ambiente. Los irlandeses redujeron el uso de bolsas de forma considerable hasta que se fueron habituando a que la compra les costara unos c¨¦ntimos de m¨¢s. En 2007, el impuesto ascendi¨® a 22 c¨¦ntimos por bolsa. Italia, Suecia, Dinamarca, Alemania e Islandia tambi¨¦n han implantado tasas similares.
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