4,5 millones para reformar el Faro de Moncloa

El Faro de Moncloa, construido hace 18 a?os, ilumina las infraestructuras que se levantan bajo sus pies plantados en la avenida del Arco de la Victoria, es el soporte de antenas de radio y telecomunicaciones y el mejor mirador para contemplar el sky line madrile?o. Pero lleva m¨¢s de tres a?os cerrado porque incumple la normativa de seguridad. Para adaptarlo y volverlo a abrir, el Ayuntamiento acometer¨¢ unas obras de modernizaci¨®n que durar¨¢n nueve meses y costar¨¢n 4.513.932 euros, con cargo al Fondo Estatal de Financiaci¨®n Local. Las obras las dirigir¨¢ el mismo arquitecto que lo ejecut¨® en 1991, el madrile?o Salvador P¨¦rez Arroyo, y comenzar¨¢n de manera inmediata.

Tras las obras, el Faro estar¨¢ adaptado a la normativa vigente en materia de seguridad, extinci¨®n de incendios y accesibilidad. Se sustituir¨¢ la escalera met¨¢lica interior de evacuaci¨®n por otra de mayor anchura y la instalaci¨®n de un nuevo ascensor para eliminar barreras arquitect¨®nicas y como recurso en caso de emergencia. Adem¨¢s, pretende posibilitar nuevos usos en el edificio, para lo que se contempla la construcci¨®n de salas auxiliares, cuartos de instalacines, adem¨¢s de un vest¨ªbulo que permitir¨¢ el acceso al ascensor principal. Tambi¨¦n los acabados del edificio, ya deteriorados, ser¨¢n reemplazados.

Una barandilla que daba calambre

La reforma del Faro de Moncloa, aprobada el pasado jueves por la Junta de Gobierno, se suma a las otras 19 obras en edificios municipales que el Ayuntamiento financia en la actualidad. La Torre de Iluminaci¨®n y Comunicaciones del Ayuntamiento de Madrid, nombre oficial del Faro de Moncloa, cost¨® unos 2.000 millones de pesetas y se levant¨® para celebrar que Madrid fue capital europea de la cultura. Es una estructura de 110 metros de altura, situada en el distrito de Moncloa-Aravaca, y hoy ocupa el 11? lugar de las construcciones m¨¢s altas de Madrid, seguida muy de cerca por el Edificio BBVA, en AZCA.

El acceso a la parte del mirador se efectuaba a trav¨¦s de un ascensor exterior acristalado que tardaba 20 segundos en llegar a la cima. En el mirador superior, en forma de media luna, hubo un restaurante. Al poco de su inauguraci¨®n y debido al fuerte viento, algunas de las planchas met¨¢licas que recubr¨ªan la torre situadas en las partes m¨¢s altas, de varias toneladas, se desprendieron de la estructura y cayeron al suelo sin que hubiera que lamentar v¨ªctimas. Tras el acidente, se aseguraron las planchas con m¨¢s remaches.

Salvo el mirador, el resto de la torre est¨¢ constituida por el ojo hueco de los ascensores y una escalera en forma de espiral de tan s¨®lo 80 cent¨ªmetros. Este hecho resultaba peligroso porque el pasamanos de produc¨ªa fuertes descargas de electricidad est¨¢tica a quien lo tocaba. ?sta fue una de las razones por las que en agosto de 2005, a 13 a?os de su construcci¨®n y tras el incendio del edificio Windsor, el Faro fue clausurado por incumplir la normativa de seguridad del Ayuntamento de Madrid, que ampliaba hasta un metro la anchura m¨ªnima de las escaleras. Subir a lo m¨¢s alto costaba un euro para los adultos y 50 c¨¦ntimos para los ni?os.