Desde nuestra privilegiada posici¨®n en la Tierra, cuando miramos al cielo vemos como se mueven la Luna y los planetas por el firmamento. La Luna se mueve a nuestro alrededor, pero los planetas lo hacen alrededor del Sol. Desde nuestra perspectiva en ocasiones se juntan aparentemente planetas tan distantes entre s¨ª como Venus o J¨²piter. Venus, un planeta de tama?o parecido a la Tierra pero de temperaturas infernales, gira en torno al Sol en una ¨®rbita m¨¢s interna que la nuestra, por lo que siempre veremos a este planeta al atardecer o amanecer como mucho a unos pocos palmos del lugar por donde se puso o saldr¨¢ nuestra estrella. J¨²piter, gigantesco planeta 319 veces m¨¢s grande que la Tierra y formado b¨¢sicamente por ingentes cantidades de gas, orbita el Sol de forma m¨¢s externa que la Tierra. Las ¨®rbitas de Venus y J¨²piter est¨¢n separadas como m¨ªnimo por unos 670 millones de kil¨®metros, por lo que ambos nunca pueden estar cerca uno del otro. Sin embargo, es posible que los dos astros errantes puedan aproximarse debido a nuestra perspectiva desde la Tierra. El pasado 1 de diciembre, ambos planetas se aproximaron aparentemente, siendo Venus adem¨¢s ocultado por la Luna. La imagen fue obtenida una vez pasada la ocultaci¨®n de Venus por la Luna. J¨²piter se encuentra en la esquina superior derecha. La foto fue tomada acoplando una c¨¢mara digital r¨¦flex a un telescopio Megrez 80.?. M.En ning¨²n otro lugar del universo conocido como en la Tierra se da la casualidad de que el sat¨¦lite sea tantas veces m¨¢s peque?o que la estrella como tantas veces est¨¢ m¨¢s cerca de la misma, por lo que los tama?os aparentes de la Luna ( 3.474,8 km de di¨¢metro) y el Sol (1.392.000 km de di¨¢metro) coinciden. Gracias a esta coincidencia, cuando la Luna en su fase de Luna nueva pasa entre el Sol y la Tierra y se sit¨²a adem¨¢s en la ecl¨ªptica, se nos regala el que quiz¨¢ sea el mayor espect¨¢culo de la naturaleza: un eclipse total de Sol. Durante el mismo, la luz desciende hasta hacerse casi de noche, en pleno d¨ªa se ven Mercurio, Venus y estrellas, todos los horizontes se ti?en de los colores del atardecer, baja la temperatura y, en el firmamento, una Luna negra est¨¢ rodeada por un anillo de fuego llamado corona solar. La corona solar no es m¨¢s que la atm¨®sfera m¨¢s externa del Sol y, aunque muy tenue en densidad, supera los dos millones de grados de temperatura, en contraste con la superficie visible del Sol que alcanza los 5.800 K. La foto fue tomada en N¨ªger con una c¨¢mara r¨¦flex digital y un telescopio Megrez 80.?. M.Durante la fase de totalidad de un eclipse de Sol, la Luna se interpone a la Tierra y el Sol. Los tama?os aparentes de nuestro sat¨¦lite y nuestra estrella coinciden -como en ning¨²n otro lugar del universo conocido- porque la Luna est¨¢ tantas veces m¨¢s cerca del Sol, como tantas veces es m¨¢s peque?a que ¨¦l. Cuando La Luna en su movimiento orbita, termina de ocultar el disco solar, por los valles lunares m¨¢s profundos a¨²n se escapan rayos solares que provocan una serie de destellos llamados perlas de Bailly. Los puntos rojos que se observan en el limbo lunar son expulsiones de gas incandescente producidas por el Sol en su superficie. Estas llamaradas, denominadas fulguraciones, son mayores que la Tierra y nos parecen tan peque?as por su lejan¨ªa ya que nuestro astro rey se encuentra a unos 150 millones de kil¨®metros de la Tierra. La imagen muestra uno de estos destellos captado en N¨ªger con una c¨¢mara r¨¦flex acoplada a un peque?o telescopio utilizado a modo de teleobjetivo.?. M.La Luna es el ¨²nico sat¨¦lite natural de la Tierra. A pesar de estar tan pr¨®ximo es muy distinto en su aspecto de tonalidades grises. Ya a simple vista se distinguen claramente dos tipos de superficie: una muy oscura llamada mare y otra m¨¢s clara denominada terrae. Estos nombres fueron otorgados en la Edad Media, cuando se cre¨ªa que la parte oscura de la Luna podr¨ªa ser un mar parecido a los oc¨¦anos terrestres. Con la primera mirada de Galileo a la Luna a trav¨¦s del telescopio (lo que celebramos en el A?o Internacional de la Astronom¨ªa) se demostr¨® que los mare no son mares de agua sino terrenos llanos de la Luna que -posteriormente- se descubri¨® eran enormes cuencas de impacto rellenadas por lava del interior lunar. El relleno de la lava lunar borr¨® todos los cr¨¢teres y monta?as lunares existentes, mostrando por ello muy pocos cr¨¢teres, en contraste con las zonas claras de la Luna, que est¨¢n plagadas de cicatrices de impacto. La Luna es un objeto de f¨¢cil alcance para cualquier observador, pues unos simples prism¨¢ticos ya revelan multitud de monta?as y cr¨¢teres, sobre todo si se observan las distintas fases lunares y se mira hacia la frontera entre la parte iluminada de la Luna y la mitad en la que en nuestro sat¨¦lite es de noche. Fotograf¨ªa tomada con una webcam a trav¨¦s de un telescopio de 1 metro de focal. La fotograf¨ªa es el resultado mosaico de 40 im¨¢genes individuales de diferentes partes de la Luna.?LEX MENDIOLAGOITIA / MARIANO ALONSOLa Tierra gira una vez sobre su eje en 23 horas y 56 minutos, si bien desde la superficie terrestre a nosotros se nos antoja que son las estrellas las que se desplazan por la b¨®veda celeste. Si dejamos una c¨¢mara r¨¦flex sobre un tr¨ªpode y apuntamos a cualquier parte del cielo, dejando el obturador de la c¨¢mara abierto, las estrellas se mostrar¨¢n como trazos; resultado de su movimiento por el firmamento mientras la c¨¢mara mira al mismo. Cuanto mayor sea el tiempo de exposici¨®n, m¨¢s largos ser¨¢n los trazos. En esta fotograf¨ªa se ha apuntado en direcci¨®n a Sagitario, donde se encuentra el centro de la V¨ªa L¨¢ctea, durante una hora y media. Por ello en la imagen se aprecian trazos de distintas intensidades (y colores), una mancha borrosa blanquecina (la V¨ªa L¨¢ctea, que tambi¨¦n se desplaza por el firmamento junto a las estrellas) y -por desgracia- se aprecia muy bien la contaminaci¨®n lum¨ªnica. La ausencia de cielos oscuros nos roba el privilegio de contemplar nuestra propia galaxia. La fotograf¨ªa fue tomada con una c¨¢mara r¨¦flex y un objetivo de 28mm sobre un tr¨ªpode desde Bonilla (Cuenca).La galaxia espiral NGC 4258, tambi¨¦n conocida como M106. En azul (luz ultravioleta) y verde (visible) se ven dos brazos espirales y un disco dominados respectivamente por estrellas j¨®venes y gas iluminado por estas. En rojo y magenta (rayos X) se revela un gas calentado hasta millones de grados en violentos choques con chorros de part¨ªculas expulsadas por el n¨²cleo de la galaxia. Imagen obtenida con el sat¨¦lite XMM-Newton. Comentario: Mar¨ªa Santos-Lle¨®, (ESAC, ESA).PEDRO RODR?GUEZ-PASCUALLa famosa nebulosa de la Cabeza de Caballo, conocida tambi¨¦n como Barnard 33, es parte de una nube molecular oscura denominada IC434. La primera imagen de esta nebulosa se tom¨® en 1888 desde el Observatorio del Harvard College, mediante el uso de placas fotogr¨¢ficas. El hecho de que su perfil sea tan parecido al de la cabeza de un caballo de mar ha hecho que ¨¦ste se haya convertido en uno de los objetos astron¨®micos m¨¢s conocidos. Situada a 1.600 a?os luz de la Tierra en la direcci¨®n de la constelaci¨®n de Ori¨®n, esta nebulosa es un gl¨®bulo oscuro de polvo y gas no iluminado que oscurece la luz que le viene de atr¨¢s. El resplandor rojo que se observa por encima de la cabeza est¨¢ originado principalmente por hidr¨®geno ionizado por la estrella Sigma Orionis. Imagen obtenida con el telescopio IAC80 en el Observatorio del Teide (Islas Canarias), del Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias. Comentario: Pablo Rodr¨ªguez Gil y ?lex Oscoz Abad.LUIS CHINARRO / FABIOLA MART?NLas Pl¨¦yades, M45 o Las siete hermanas es un c¨²mulo abierto de estrellas en la constelaci¨®n de Tauro. A simple vista, y en condiciones normales, se pueden distinguir seis estrellas; con un buen cielo es posible observar nueve, y en unas condiciones ¨®ptimas hasta 12. Este c¨²mulo, compuesto por unas 500 estrellas, est¨¢ situado a unos 450 a?os luz de la Tierra y tiene un di¨¢metro de unos 12 a?os luz. Una parte importante de sus estrellas la constituyen enanas marrones y estrellas j¨®venes de gran masa. Las estrellas que forman las Pl¨¦yades se encuentran envueltas en una nebulosa de reflexi¨®n visible a causa del polvo que refleja la luz azul de las estrellas calientes y j¨®venes. Se cre¨ªa que este gas representaba los restos de la formaci¨®n estelar del c¨²mulo pero, con una edad de unos 100 millones de a?os, pr¨¢cticamente todo el polvo originario deb¨ªa haber sido dispersado por la radiaci¨®n estelar. Por ese motivo, se considera que el c¨²mulo est¨¢ atravesando una regi¨®n interestelar especialmente abundante en polvo. La imagen se obtuvo con el telescopio IAC80, en el Observatorio del Teide. Comentario: Pablo Rodr¨ªguez Gil y ?lex Oscoz Abad.DANIEL L?PEZM31, la galaxia de Andr¨®meda es la de mayores dimensiones del Grupo Local, al que pertenece la V¨ªa L¨¢ctea. Desde lugares oscuros y en noches de buena transparencia es posible verla a simple vista. La galaxia de Andr¨®meda es espiral y posee una masa casi una vez y media superior a la nuestra. Esta fotograf¨ªa fue obtenida utilizando medios amateur desde el Observatorio del Roque de los Muchachos en la isla de La Palma. Comentario: Javier M¨¦ndez ?lvarez.NIK SZYMANEKLa nebulosa de la Roseta o NGC2237 es una inmensa nube formada principalmente por hidr¨®geno y situada en nuestra galaxia. En su interior se forman nuevas estrellas, las cuales a su vez calientan el gas circundante y lo hacen brillar. Esta imagen es un mosaico de varias obtenidas por el telescopio de 2,5 metros de di¨¢metro Isaac Newton, en el Observatorio del Roque de los Muchachos en la isla de La Palma. Las im¨¢genes fueron capturadas a trav¨¦s de un filtro de hidr¨®geno alfa. Comentario: Javier M¨¦ndez.NICK WRIGHT / IPHASMosaico hecho con im¨¢genes tomadas con las c¨¢maras a bordo del sat¨¦lite XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea. Los colores indican la energ¨ªa en que la radiaci¨®n es emitida, dentro del rango de los rayos X, una luz muy energ¨¦tica e invisible para nuestros ojos. En rojo se muestra la radiaci¨®n X de menos energ¨ªa y en azul la de mayor energ¨ªa. Vemos que objetos diferentes emiten de forma diferente. As¨ª, a la izquierda se muestra la luz en rayos X de un c¨²mulo estelar en la regi¨®n de Ori¨®n, a su lado, en tonos muy azules, est¨¢ la radiaci¨®n de un c¨²mulo -o grupo- de galaxias, mucho m¨¢s lejano, y abajo la emisi¨®n de un resto de la explosi¨®n de una estrella como supernova, igual que la imagen del centro y la de su derecha. Las regiones centrales de dos galaxias (NGC 253, con formaci¨®n estelar activa, y M31 o Andr¨®meda) se muestran arriba a la derecha, y abajo la emisi¨®n de un n¨²cleo gal¨¢ctico activo, tan brillante que domina todo el resto de la galaxia en donde se encuentra (NGC 1068).ESA, P. RODR?GUEZ-PASCUAL y M. SANTOS-LLEO