6 fotosTocados por la esperanzaTocados por la esperanza 25 mar 2009 - 00:00CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceEl sistema inmunol¨®gico de la hatiana Marie-Sonie St.-Louis estaba tan d¨¦bil que los m¨¦dicos no pod¨ªan creer que estuviera viva. Ella a¨²n no entiende c¨®mo se contagi¨®: no tengo de esas vidas libres y desenfrenadas". Pas¨® lo peor de su enfermedad encerrada en la peque?a casa de su madre, alejada del mundo, en un ¨¢rea pobre del centro de Hait¨ª, casi siempre sola. El tratamiento ha surtido efecto y ahora disfruta de sus hijos. "Les dir¨¦, cuando sea mayores, c¨®mo protegerse de la enfermedad, les ense?ar¨¦ a temerla".ELI REEDSus hermanos le insultaban por sentirse mujer. A Juan Carlos Huaman s¨®lo le entend¨ªa su madre. Con 12 a?os se fue de casa y alquil¨® una habitaci¨®n en Iquitos (Per¨²). All¨ª creci¨® solo. Prostituy¨¦ndose. "Cuando me dijeron que ten¨ªa sida, yo estaba practicando sexo sin cond¨®n, pas¨¢ndoselo a otra gente. Durante un mes lo hice a prop¨®sito. Los hombres luego se lo pasaban a sus esposas. El VIH se extend¨ªa. Las cosas han cambiado. Hace un a?o cumpli¨® su sue?o: montar un sal¨®n de belleza. Est¨¢ feliz, pero a¨²n tiene miedo al rechazo.ELI REEDEl vietnamita Nguyen Quock Khanh que ahora tiene 44 a?os se hizo adicto al opio y luego a la hero¨ªna, trabajando como minero. Se pensaba que aquello proteg¨ªa de la malaria, pero compartir aguja con 20 personas finalmente le infect¨® de VIH. Durante cinco a?os vivi¨® postrado en la cama.STEVE MCCURRYEn 2007 comenz¨® su tratamiento, y un d¨ªa dej¨® el lecho para ayudar a pintar una cosa. Con la pintura sobrante pint¨® la suya propia. La familia celebr¨® la mejora de su salud. Su mujer piensa que el tratamiento con antirretrovirales le ha devuelto la dignidad. "Si consigo resistir tres o cuatro a?os", piensa ¨¦l, "tal vez se descubra alguna cura". En la foto aparece en su casa con sus mujer y sus dos hijos.STEVE MCCURRYCuando en 2001, la rusa Oksana Nikandrova supo que era seropositiva estuvo a punto de suicidarse. Seis a?os despu¨¦s fue enviada a un hospital para iniciar un tratamiento antirretroviral, tras caer gravemente enferma. Supo del tratamiento por un amigo - ahora es su prometido - que lo hab¨ªa comenzado un a?o antes. Oksana, que antes estaba siempre fatigada y era propensa al resfriado, pronto not¨® una "diferencia dram¨¢tica". El tratamiento era, dice "realmente tangible y visible". Ahora vive con su madre, con su hijo Segei (con ella, en la parte derecha de la imagen) de 12 a?os. Piensa que el mejor apoyo es que sus amigos la tratan como a una m¨¢s.ALEX MAJOLITras conocer el diagn¨®stico, Litho Nyanda, surafricana de 19 a?os, pens¨® que estaba "embrujada". Ahora comprende que tal vez est¨¦ contagiada por un novio al que ya no ve. Iba en silla de ruedas, tal delgada que no se distingu¨ªa si era hombre o mujer. Ten¨ªa el 50% de probabilidades de morir Con el tratamiento ha recuperado las fuerzas. Lith vive con sus dos padres: "Me ayudan en el sentido de que nunca me juzgan por mi enfermedad". Su hermana mayor tambi¨¦n tiene el VIH. Ense?an a la peque?a para evitar el contagio.LARRY TOWELL