6 fotosLa joya muniquesa para el arte contempor¨¢neoLa joya muniquesa para el arte contempor¨¢neo 19 may 2009 - 00:00CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceAsimismo presentes, repartidos en los espacios que envuelven un eje de escalinatas de fina madera danesa, est¨¢n Erich Fischl, Jannis Kounellis, Sigmar Polke, Mario Merz y, como no pod¨ªa ser de otro modo, m¨¢xime en Alemania, Joseph Beuys. El nuevo museo muniqu¨¦s debe su colecci¨®n al mecenas colon¨¦s Udo Brandhorst, quien cedi¨® la piezas a M¨²nich a cambio de que la ciudad le brindara un espacio y solar adecuados. En la foto, una pareja observa la obra 'Mother and Child', del artista Ron Mueck.EFELa respuesta de las autoridades muniquesas estuvo a la altura de las circunstancias: un solar con las pinacotecas p¨²blicas al fondo, sobre el que se construy¨® un edificio capaz de albergar las 700 obras del coleccionista, de las que se exhiben dos centenares. La m¨¢s fotografiada, incluso antes de abrir las puertas, fue la vitrina de Hirst, un monumental homenaje a la industria del analg¨¦sico, titulada "In this terrible moment". Pacientes estudiantes de arte han tenido que colocar p¨ªldora a p¨ªldora y de acuerdo a las precisas instrucciones crom¨¢ticas y de otro tipo del artista, hasta las 27.000 consignadas.AFPHirst est¨¢ en la lista de artistas cuidados por Brandhorst y suyo es asimismo un espectacular bronce de seis metros de altura titulado "Hymn". El preferido por excelencia del mecenas es, sin embargo, Twombly, de quien el colon¨¦s empez¨® a comprar obra en la d¨¦cada de los 60 hasta acumular la mayor colecci¨®n del artista fuera de EEUU. A la carga de vitalidad que irradia el museo desde el exterior, le sucede el impacto visual de varios cuadros de la producci¨®n reciente en gran formato de Twombly, en su interior. Brandhorst empez¨® a pensar en ceder sus obras, para su exhibici¨®n permanente, a la muerte de su esposa y compa?era en la labor coleccionista, Anette, en 1999. Primero baraj¨® la posibilidad de hacerlo a Colonia, su ciudad, poblada adem¨¢s de excelentes museos. En la imagen, "Living Room" de Eric FischlLuego entr¨® en juego M¨²nich, gran rival de Berl¨ªn. Y se llev¨® la partida, gracias a la elecci¨®n del solar, junto a las pinacotecas. La proximidad f¨ªsica que tanto favorece al visitante, por eso de tener tres espl¨¦ndidos museos en la misma plaza, ha puesto de relieve, sin embargo, el d¨¦ficit de las pinacotecas p¨²blicas. En la foto, la instalaci¨®n 'Rack with Madonnas' de la artista alemana Katharina FritschREUTERSEl diario muniqu¨¦s "S¨¹ddeutsche Zeitung", y a remolque de ese medio alem¨¢n de referencia el resto de peri¨®dicos y televisiones, han hecho hincapi¨¦ en la palabra "afrenta" hacia sus vecinas. M¨²nich no ha encontrado el dinero suficiente para completar los espacios y urbanizar como debe los solares compartidos entre las pinacotecas, lo que es un agravio comparativo frente a la generosidad con que se trat¨® al reci¨¦n llegado colon¨¦s. En la imagen, varias obras de Cy Twombly en el interior del museo.La directora general de las pinacotecas, Carla Schulz Hoffmann, quit¨® hierro a la pol¨¦mica, en declaraciones ayer a la televisi¨®n p¨²blica, recordando que el Brandhorst queda integrado en la red muse¨ªstica. Y a?adiendo que el rival no es la llegada a la ciudad de una colecci¨®n que la enriquece, sino Berl¨ªn. En la imagen, dos visitantes pasan por delante de la obra 'La ¨²ltima cena', de Andy Warhol.AFP