Los due?os de M¨¦xico
Justo a la mitad de su sexenio, el presidente Calder¨®n golpea con ¨¦xito a un poderoso sindicato reacio a cambiar, ?ir¨¢ m¨¢s all¨¢?
La liquidaci¨®n de la empresa Luz y Fuerza, que controlaba de manera omnipotente la distribuci¨®n, comercializaci¨®n de la energ¨ªa el¨¦ctrica en cinco entidades del centro de M¨¦xico y daba servicio a casi el 40% de la poblaci¨®n nacional, ventil¨® la manera como un sindicato, en este caso el Mexicano de Electricistas, abusaba de sus agremiados, de los usuarios y de quien se les pusiera enfrente. Si hab¨ªa historias de terror sobre aquellos que en un a?o no pudieron lograr que le conectaran el servicio, o a los que les ped¨ªan dinero para atenderlos o acelerar sus solicitudes de conexi¨®n o mantenimiento, las revelaciones de los ¨²ltimos d¨ªas sobre la forma como los l¨ªderes hac¨ªan uso de los dineros sindicales, contribuyeron para que la decisi¨®n del gobierno contara con la aprobaci¨®n de la mayor¨ªa de los ciudadanos, que no siente pena, en tiempos de crisis, porque 40.000 trabajadores se fueran, en una noche, a la calle.
Los excesos de sus l¨ªderes fueron grotescos. Un rancho con finos caballos y autos de lujo, propiedad de su dirigente. Miembros del comit¨¦ ejecutivo nacional pagando notas de comida de 2.000 d¨®lares. Privilegios por contrato, como pagas adicionales por presentarse a trabajar, o por llegar temprano. Sistema de ascenso basado en antig¨¹edad y no en productividad. Venta de plazas de nivel medio por el equivalente a 30.000 d¨®lares. Toda una pesadilla. La sociedad se escandaliz¨®, no sin razones, y convirti¨® al Sindicato Mexicano de Electricistas en el villano de moda. Muy pocos cuestionaron que si este sindicato pudo acumular tanto, se debi¨® a que la administraci¨®n de la empresa p¨²blica lo permiti¨®. Y la administraci¨®n lo hizo porque si lo enfrentaba, tem¨ªa, se podr¨ªa quedar sin luz m¨¢s de una tercera parte del pa¨ªs. Visto est¨¢, no fue as¨ª.
El Sindicato Mexicano de Electricistas ten¨ªa el monopolio el¨¦ctrico en toda una amplia regi¨®n del pa¨ªs. Al desaparecer la compa?¨ªa de Luz y Fuerza, se evaporar¨¢ el sindicato, que ten¨ªa en esa empresa su ¨²nica fuente de trabajo. Ser¨¢ absorbida por la Comisi¨®n Federal de Electricidad, otra empresa gubernamental, con lo cual el duopolio el¨¦ctrico pasar¨¢ a ser un monopolio. Esta es una palabra muy utilizada en M¨¦xico para describir a los verdaderos due?os de M¨¦xico, los que controlan el consumo y la vida de los mexicanos, los que impiden la competencia justa, los que reducen la competitividad y frenan el desarrollo. Son los que en buena manera han logrado que un pa¨ªs que tiene tanto potencial, se quede en el arrancadero del desarrollo, observando c¨®mo lo rebasan cada a?o.
Afirma el Foro Econ¨®mico Mundial en su ¨²ltimo informe sobre competitividad que abarca el an¨¢lisis de 132 pa¨ªses, que M¨¦xico est¨¢ en el lugar 60, abajo de Chile, Puerto Rico, Costa Rica, Brasil y Panam¨¢, entre las naciones latinoamericanas. Pero est¨¢ en el lugar 101 en ineficiencia de instituciones p¨²blicas, en el 115 en cuanto a rigidez laboral, y en el 74 por la mala educaci¨®n superior, incapaz de proveer mano de obra de calidad al mercado de trabajo. Este es el verdadero paisaje nacional, el de los grupos de poder, p¨²blicos y privados, que marcan la hora mexicana y manipulan el destino.
Los monopolios son una pesadumbre que no se siente cotidianamente, pese a que se les denuncia frecuentemente. La educaci¨®n primaria por ejemplo. El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educaci¨®n es utilizado como grupo de presi¨®n pol¨ªtica y como divisa de cambio en tiempos electorales, pero la educaci¨®n primaria en M¨¦xico, bajo todos los est¨¢ndares internacionales, est¨¢ reprobada. Maestros pobres, l¨ªderes ricos, con su dirigente perpetua con residencias en Estados Unidos y aviones privados, ropa de Louis Vuitton y zapatos Prada. El sindicato petrolero tiene en jaque a Pemex, una empresa petrolera que a¨²n en los tiempos en que M¨¦xico ten¨ªa una de las reservas probadas m¨¢s grandes del mundo, perd¨ªa dinero. Pa¨ªs pobre y l¨ªderes ricos, con autos de lujos, relojes Audemars Piguet de oro de 18 kilates y casas en Vail. Pero ya lo dijo el presidente Felipe Calder¨®n: la acci¨®n contra Luz y Fuerza y el sindicato no tendr¨¢ r¨¦plica en ninguno otro m¨¢s.
Tranquilos y a seguir trabajando. Los due?os de M¨¦xico no tienen problemas con el Estado salvo ocasionalmente. El presidente Calder¨®n dijo, incluso antes de tomar posesi¨®n, que el desmantelamiento de los monopolios ser¨ªa parte de su cruzada para modernizar el pa¨ªs y detonar el desarrollo. No ha podido ni ha querido. El crecimiento de M¨¦xico est¨¢ por debajo no s¨®lo de la media mundial, sino se encuentra en los s¨®tanos entre sus pares en Am¨¦rica Latina. El principio del despegue de la crisis tom¨® al gobierno mexicano en el cab¨²s del ferrocarril del desarrollo, sin muchas posibilidades de ir avanzando en los vagones, menos a¨²n para colocarse en la punta de la locomotora. Los grandes grupos de inter¨¦s lo tienen dominado y frenado.
M¨¦xico es el pa¨ªs de los monopolios. El magnate Carlos Slim es el arquetipo, con su dominancia en el sector de las telecomunicaciones. Tiene bajo su control al 80% de la telefon¨ªa fija y mantiene bajo su f¨¦rula m¨¢s del 70% de la telefon¨ªa m¨®vil. Las tarifas, casi parece pleonasmo se?alarlo, se encuentran entre las m¨¢s altas del mundo. El grupo que encabeza ha estado dando una batalla para impedir que el conglomerado de comunicaci¨®n, Televisa, pueda entrar al mercado de la telefon¨ªa fija. Hay mucho temor, pues con el dominio del 70% de las pantallas de televisi¨®n en M¨¦xico, la propiedad del sistema de cable m¨¢s grande del pa¨ªs y del sistema de televisi¨®n por sat¨¦lite dominante, la comercializaci¨®n en paquete s¨ª representar¨ªan un desaf¨ªo empresarial para Slim. Pero al mismo tiempo, Televisa presiona para que el gobierno no le autorice a Slim un canal de televisi¨®n, quien ya tiene 36 canales en operaci¨®n, semiclandestinos en Internet, en espera de la se?al p¨²blica.
Es la lucha de colosos en un bosque donde hay muy pocos gigantes. Un solo grupo, Cemex, controla el 90% de la producci¨®n y el mercado de cemento. Otro m¨¢s, Pe?oles, domina el 100% de la producci¨®n y el mercado de la plata. Cervecer¨ªa Modelo, que vende 10 marcas de cervezas -entre las que se encuentra Corona-, domina el 65% del mercado, dejando el 35% a Cuauht¨¦moc Moctezuma, que es filial del conglomerado Femsa, que adem¨¢s de las cervezas, domina el 60% de las refresqueras (soft drinks). Bimbo domina el mercado del pan, y Gruma el de ma¨ªz. En cada uno de esos rubros, el precio al consumidor es m¨¢s alto, en funci¨®n a su poder de compra, que en muchas partes del mundo.
Todos los organismos internacionales han venido se?alando desde hace tres a?os la necesidad de que el gobierno se decida romper los monopolios. Desde entonces, el gobierno del presidente Calder¨®n ha dicho que as¨ª ser¨¢, pero no lo es. Hay una ret¨®rica muy fuerte en esa direcci¨®n, pero la voluntad pol¨ªtica es sumamente d¨¦bil. Hay una leve esperanza de que en el tiempo que le queda a Calder¨®n al frente del gobierno -menos de tres a?os-, se decida a abrir la competencia por la v¨ªa del ataque a los monopolios. Se ve dif¨ªcil. Cada mes que pase, se ir¨¢ debilitando. Reformas importantes y cambios de pol¨ªtica de largo plazo, dicen los cl¨¢sicos, se hacen en el inicio del gobierno, no al final. Pero acaba de liquidar a Luz y Fuerza y se enfrent¨® a un sindicato con la fama de ser el m¨¢s combativo de todos los sindicatos mexicanos. Hasta ahora las cosas, en t¨¦rminos pol¨ªticos y para incrementar su popularidad, le est¨¢n funcionando de acuerdo con sus deseos. Pero Calder¨®n no es de los que enga?e con la verdad. Lo m¨¢s probable es que su lucha antimonop¨®lica, pese al ¨¦xito, se la herede al pr¨®ximo gobierno.
Raymundo Riva Palacio es director de ejecentral.com.mx.
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