A la derecha, Manuel de C¨¢rdenas propuso un rascacielos espigado y neoyorquino. Comparte con el que finalmente gan¨®, un torre¨®n que se vuelca hacia la plaza acentuando la perspectiva. Es el menos curvo de los seis edificios presentados. El proyecto de Pedro Muguruza, a la izquierda, imagina una fachada en ladrillo visto con un chafl¨¢n que da a la plaza de Callao.La fachada curva del proyecto de Eduardo de Garay y Juan de Zabala recuerda, como el proyecto que finalmente se construy¨®, a un barco.El maestro del racionalismo present¨® tambi¨¦n un edificio de inspiraci¨®n naviera. Algo recargado de banderitas y luminosos (casi todos los proyectos los inclu¨ªan en sus programas), el edificio de Luis Guti¨¦rrez Soto se parece al que finalmente se construy¨® en su aire naviero, su inspiraci¨®n en el expresionismo de Mendelshon y en que, como el Capitol crea una fachada m¨¢s convencional y vertical para la Gran V¨ªa, volcando toda su modernidad y horizontalidad en el dram¨¢tico torre¨®n curvo de la esquina.?Un Metr¨®polis sin c¨²pula? Imaginen las postales de Madrid con el edificio de la derecha en el lugar del de la izquierda. Ser¨ªa otra ciudad. Los hermanos Jules y Reymond Fevrier ganaron el concurso de 1904 para la aseguradora La Uni¨®n y el F¨¦nix quien convoc¨® exclusivamente a arquitectos espa?oles y franceses. El fallo cay¨®, no sin alg¨²n pique por ello, del otro lado de la frontera. El resultado (calle Alcal¨¢, 39) fue un inmueble estilo Bajo Imperio, m¨¢s franc¨¦s imposible. El proyecto de la derecha, de Manuel del Busto, gan¨® un acc¨¦sit y tuvo que repartirse 5.000 pesetas con otros tres arquitectos. Su recargada fachada tiene un aire catedralicio con una profusi¨®n de chapiteles sobre los que hacen equilibrios varias aves f¨¦nix, s¨ªmbolo de la compa?¨ªa aseguradora.CARLOS ROSILLOAntonio Palacios y Joaqu¨ªn Otamendi ganaron el concurso para proyectar la Casa de Correos y Tel¨¦grafos (plaza de Cibeles), ir¨®nicamente bautizado por Trostky como Nuestra Se?ora de las Comunicaciones por su monumentalidad en una visita a Madrid. El proyecto que hay debajo es de Felipe Mario L¨®pez Mario y Luis Montesino y fue descalificado por la Real Academia de Bellas Artes, lo que provoc¨® que la pareja de arquitecto e ingeniero publicasen un "folleto" de 75 p¨¢ginas en el que defend¨ªan su obra y dejaban caer que el concurso estaba ama?ado de antemano.RICARDO GUTI?RREZQuiz¨¢ el concurso m¨¢s pol¨¦mico fue el del C¨ªrculo de Bellas Artes. Cuando el anteproyecto del socio Antonio Palacios no fue uno de los tres preseleccionados por el jurado, el dicho arquitecto y un grupo de socios presionaron con una campa?a hasta que el concurso se declar¨® nulo. En vez de un jurado, la segunda vez fueron los propios socios quienes votaron eligiendo por "clara mayor¨ªa" el edificio de Palacios. A la derecha, el anteproyecto de Gustavo Fern¨¢ndez Balbuena, con el torre¨®n al otro lado, uno de los tres preseleccionados.ULY MART?NLos otros dos proyectos preseleccionados fueron el de Secundino Zuazo y Eugenio Fern¨¢ndez Quintanilla (a la izquierda) y el de Baltasar Hern¨¢ndez Briz y Ramiro S¨¢iz Mart¨ªnez (a la derecha). Ambos eran m¨¢s sobrios y cl¨¢sicos que el rompedor inmueble de Palacios, mucho m¨¢s avanzado.Al concurso del Casino de Madrid se presentaron 27 proyectos internacionales. Seis de ellos gustaron mucho al jurado, pero ninguno le convenci¨® del todo. As¨ª que los socios decidieron tirar por la v¨ªa del medio eligiendo las partes de unos y otros que m¨¢s les gustaron. El refrito es en gran parte obra de Farge, uno de los preseleccionados. El resultado: ecl¨¦ctico y suntuoso y muy caracter¨ªstico de la ¨¦poca (1905 - 1910).CASINO DE MADRIDDel proyecto del franc¨¦s Farge se conservaron muchos elementos, sobretodo decorativos, sin embargo, no gust¨® el aire neomudejar de la cornisa.Del proyecto de Palacios y Otamendi para el Casino se utiliz¨® la idea de una gran escalera central y la colocaci¨®n de la torre a la izquierda.En los planos del arquitecto G¨®mez-Acebo, uno de los preseleccionados, la torre est¨¢ al otro lado, pero s¨ª se mantuvo la secuencia de huecos y vanos de su fachada.