Las casas de la colonia de San Jorge, en el coraz¨®n de Vallecas, son construcciones humildes acordes con la condici¨®n obrera del barrio. Mar¨ªa Jes¨²s, una vecina del barrio, cuenta que a los pisos bajos acceden con m¨¢s facilidad. En un de ellos, en el n¨²mero 95 de Mart¨ªnez de la Riva, arrancaron de cuajo una de las rejas de una ventana y se colaron por ah¨ª.LUIS SEVILLANOLos vecinos del barrio son, en su mayor¨ªa, de avanzada edad. Por eso a algunos les da miedo hablar de los 'okupas'. "No puedes ni nombrarlos, porque est¨¢n tras las paredes y se enteran de todo", comenta una anciana de 81 a?osante la puerta de la casa de Gustavo. Seg¨²n ella, en el bloque de enfrente tambi¨¦n hay gitanos, y usaban un cordel entre las dos casas para pasarse "cosas".LUIS SEVILLANOLa Colonia de San Jorge est¨¢ empapelada con las pegatinas de todo tipo de cerrajeros. No es solo por las puertas antiguas: los vecinos cuentan que los 'okupas' cambian r¨¢pidamente de cerradura una vez que se instalan los pisos. Seg¨²n cuenta otra vecina, un d¨ªa tardaron tan solo 15 minutos en meterse en una casa. Fue el tiempo que tard¨® en marcharse el cami¨®n de la mudanza antes de que llegase la empleada de la agencia inmobiliaria.LUIS SEVILLANOLa mayor¨ªa de los inquilinos son gente de edad avanzada en el n¨²mero 81 de Mart¨ªnez de la Riva. Temen que los okupas vuelvan. Seg¨²n comenta m¨¢s de un vecino, "son como mafias" que esperan a que se vaya la polic¨ªa tras los desalojos. Gustavo Tard¨®n dice que la 'okupa' le dijo al marcharse: "t¨² pon la puerta nueva, que yo ma?ana te la tiro abajo y vuelvo a entrar".LUIS SEVILLANOEn el edificio con aspecto de corrala que est¨¢ a escasos metros de la Colonia de San Jorge viven familias completas de etnia gitana. All¨ª llegaron hace cinco meses Ram¨®n y Jessica, que se encontraron esta vivienda de la cuarta planta di¨¢fana. No ten¨ªa ni siquiera puerta, pero all¨ª decidieron montar su casa para darle un hogar a su hijo. Acaban de cumplir los 18 a?os. En el umbral de la puerta est¨¢ Tamara, la chica que dice ser la ocupante de la casa de Gustavo en el n¨²mero 81.LUIS SEVILLANOEn las cinco plantas de la corrala de la calle de Javier de Miguel todos se conocen. Los vecinos de siempre conviven con los nuevos inquilinos en un entorno en el que hacen su vida normal. De una planta a otra, los 'okupas' se pasean para ir a ver a sus familiares o amigos. Junto al edificio, el colegio Amos Acero, al que asisten muchos de los hijos de los inquilinos. Al otro lado del centro, se encuentra la Colonia de San Jorge.LUIS SEVILLANOAbraham y Mar¨ªa han pensado en su casa de la corrala como un hogar para que nazca el hijo que esperan. Mar¨ªa est¨¢ de ocho meses pero, aunque la casa no es suya, ya han comprado el cochecito para el beb¨¦ y la cuna.LUIS SEVILLANO
