Dos sindicatos policiales acusan en v¨ªdeo al investigador del Fais¨¢n del chivatazo
El SUP presenta al juez Ruz una simulaci¨®n animada en la que dice que la delaci¨®n se hizo junto al despacho del magistrado Grande Marlaska
El Sindicato Unificado de Polic¨ªa (SUP) ha elaborado para el juez Pablo Ruz una reconstrucci¨®n del chivatazo del bar Fais¨¢n, una infograf¨ªa animada, en la que sostiene una tesis simple y explosiva: sostiene que el autor del chivatazo el 4 de mayo de 2006 fue el inspector Carlos Germ¨¢n, precisamente el jefe del equipo policial que entonces investigaba la red de extorsi¨®n etarra y que luego dirigi¨® las pesquisas sobre tal soplo. Y que, adem¨¢s, lo hizo mientras sal¨ªa del despacho del juez de la Audiencia Nacional que dirig¨ªa Fernando Grande Marlaska. Adem¨¢s, se exculpa al hasta ahora principal acusado de entregar el tel¨¦fono a Joseba Elosua, el polic¨ªa Jos¨¦ Mar¨ªa Ballesteros. El sindicato SPP, que atiende la defensa de Enrique Pami¨¦s, jefe superior de polic¨ªa del Pa¨ªs Vasco, tambi¨¦n acusa a Germ¨¢n del chivatazo.
Las defensas de los dos agentes imputados en el caso Fais¨¢n -operaci¨®n contra el aparato de extorsi¨®n de ETA que se intent¨® reventar merced a un chivatazo policial el 4 de mayo de 2006? han presentado sendos informes explosivos de conclusiones. Tanto los letrados del jefe superior de polic¨ªa del Pa¨ªs Vasco, Enrique Pami¨¦s, como del inspector Jos¨¦ Mar¨ªa Ballesteros, han documentado al juez Pablo Ruz que existe otra llamada tan sospechosa como la que le imputan a sus clientes en el momento en que se produjo tal ilegal aviso.
En concreto, ambas defensa destapan que el inspector que entonces dirig¨ªa el operativo contra la red de extorsi¨®n y hoy investiga -autoinvestiga, en t¨¦rminos de las defensas- el chivatazo c¨®mo alguien pudo alertar a su presa, Joseba Elos¨²a, recibi¨® una llamada de uno de los integrantes de su equipo a las 12.26 del 4 de mayo de 2006. Esa llamada procede del tel¨¦fono de su equipo 609340276, que llevaba uno de los miembros de su equipo (Enrique o F¨¦lix). Tiene una duraci¨®n de 4.45 minutos. Y es "inmediatamente anterior a la precipitada salida de Elos¨²a del bar Fais¨¢n en direcci¨®n a la cabina para advertirle al contacto que no baje a Espa?a. Y tiene una duraci¨®n aproximada a la calculada por el equipo investigador". Casualmente, en el listado de llamadas que posee el juez, figura esta llamada como entrante en el tel¨¦fono de Carlos Germ¨¢n, sin embargo no figura como saliente del citado tel¨¦fono de sus subordinados.
Ambas defensas denuncian que parte de la opacidad que rodea con qui¨¦n habl¨® Elos¨²a en el bar Fais¨¢n tras pasarle un m¨®vil un agente es que el juez, hasta la fecha, ha rechazado investigar las llamadas recogidas por las antenas de la telefon¨ªa francesa. Y resulta que ambos escritos resaltan mediante pruebas emp¨ªricas que el bar Fais¨¢n tambi¨¦n tiene cobertura de antenas francesas.
Por tanto, en la medida en que el juez y Germ¨¢n s¨®lo han investigado los datos de la telefon¨ªa espa?ola, han dejado fuera todas las posibles llamadas sospechososas que ese d¨ªa se realizaron bajo cobertura francesa. Entre ellas, la citada llamada recibida por Germ¨¢n.
El escrito del letrado de Ballesteros no se anda por las ramas y detalla as¨ª la secuencia: "A las 12.26 Enrique ya en el bar Fais¨¢n llama a su jefe Carlos Germ¨¢n, entra en el bar, y tras hablar con Elos¨²a, le dice que le van a dar un recado y le pasa el m¨®vil. Carlos Germ¨¢n habla con Elos¨²a y le dice que avise a Jos¨¦ Antonio para que no baje, que le est¨¢n vigilando, que no hable por el m¨®vil, y que controla a los polic¨ªas que hay fuera". No en vano, Elos¨²a detalla que hay tres o cuatro polic¨ªas escoltando al agente que le entrega el m¨®vil.
Y la defensa sostiene que Ballesteros no llevaba escolta, mientras que Elos¨²a afirm¨® lo siguiente: "?se [el agente delator] me ha dicho que tienes que tener en cuenta que opero con cuatro o cinco polic¨ªas eh", a lo que Elosua responde: "No si ya los veo, lo veo todos los d¨ªas".
Y la defensa de Pami¨¦s detalla que esto corrobora que los agentes habituales a los que alude Elos¨²a ten¨ªan que ser los miembros del equipo de Germ¨¢n, que llevaban tiempo siendo su sombra.
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