La cocina del esperpento
Hac¨ªa mucho tiempo que no ve¨ªa tantos disparates juntos en un solo men¨². Y yo que cre¨ªa que a golpes de crisis la mala cocina creativa se hab¨ªa terminado. ?? Pues no?? La experiencia que viv¨ª la noche del 11 de mayo en el hotel Palace (Madrid) merece la pena ser analizada. ?Conseguiremos alg¨²n d¨ªa desterrar cosas as¨ª?
Se trataba de disfrutar con un men¨² especial dedicado al esturi¨®n y el caviar (55 euros). Dos productos de la piscifactor¨ªa ecol¨®gica de Riofr¨ªo (Granada) de los que soy un fan declarado. Noches tem¨¢ticas de jueves s¨¢bados que organiza el propio hotel. No creo que haya nadie con criterio al que no se le ericen los pelos al leer los enunciados de lo que se supon¨ªa ¨ªbamos a comer. Os lo comento despacito y que cada uno aporte su opini¨®n.
De aperitivo una bolita de esturi¨®n ahumado con queso de cabra y chirimoya, un amasijo raro con la fruta dulce de remate. A su lado, en el mismo plato, un p¨¦simo maki- sushi de esturi¨®n. Desatino total. Segundo plato: un falso bizcochito (elaborado en microondas) adornado con caviar prensado y dos rulitos de jam¨®n. Dos alimentos proteicos y bastante salados. Lo intent¨¦ pero no pude, me dol¨ªa la lengua de tanta sal. Y como remate de este arranque una propuesta inveros¨ªmil: un taco de esturi¨®n ahumado y recalentado, aderezado con chocolate blanco batido con aceite de oliva y una perla de guisante con wasabi. ?Chocolate, aceite, wasabi? Si alguien entiende algo que me lo explique, por favor.
Aun sin reponernos lleg¨® lo ¨²nico coherente, una yema de huevo sobre caldo de esturi¨®n a las almendras con una cucharada de caviar Pers¨¦. Fue un par¨¦ntesis. ?Os imagin¨¢is como quinto plato un taco de pescado tan graso como el esturi¨®n, escalfado primero en aceite de oliva y luego envuelto lascas de panceta de cerdo? Al morderlo la grasa impregnaba la boca por todos lados. El sexto servicio, que nos pill¨® cansados, era de lo poquito que se pod¨ªa comer, un lomo del mismo pescado fresco a baja temperatura con algas y azafr¨¢n y, eso si, con lenguas de gato dulces para adornar. ?Vaya empacho del mismo pescado?
Pero lo peor estaba por llegar. Un postre esperp¨¦ntico digno del Guinness. Imaginaos una mayonesa dulce convertida en helado. Grasa y grasa total. A su lado, taquitos y lascas de remolacha cruda y deshidratada, una muselina de hierba lim¨®n, granizado de vodka y montoncito de caviar.
Enmudecidos por tantos ¨®rdagos de la cocina preguntamos quien era el responsable. Al fin nos enteramos que el ide¨®logo hab¨ªa sido Ignacio S¨¢nchez del desaparecido restaurante Momento de Granada y que los chicos del Palace eran interpretes ocasionales. La pel¨ªcula tiene suspense. A mis tres compa?eros de mesa y a m¨ª nos qued¨® la duda de si la brigada del hotel hab¨ªa empeorado o mejorado las recetas del men¨² original.
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