Julia Ormond, la pen¨²ltima estrella solidaria
La actriz acude al Congreso de EE UU para luchar contra la compraventa de esclavos humanos
Las estrellas saben de su popularidad fuera de las pantallas. Sin embargo, muchos -cada vez m¨¢s- la utilizan para algo m¨¢s que para conseguir mesa en alg¨²n restaurante. Y es que el apoyo a causas humanitarias parece estar a la orden del d¨ªa en Hollywood. Si George Clooney lucha por Darfur, Sean Penn por Hait¨ª o Ben Affleck por el Congo, ahora es la actriz Julia Ormond la que clava una lanza por los desfavorecidos. En su caso, la lucha es contra la venta de personas para realizar trabajos forzosos.
La int¨¦rprete de Leyendas de pasi¨®n y El curioso caso de Benjamin Button ha participado en una reuni¨®n en el Congreso de Estados Unidos sobre este tema, con la que intenta concienciar acerca de la trata de hombres, mujeres y ni?os. En un panel que ha realizado junto a legisladores, ha afirmado que "los ni?os son encadenados, pegados y marcados de por vida mientras trabajan tejiendo nuestras alfombras".
En su discurso, Ormond ha hablado acerca de esta nueva forma de esclavitud: "En la agricultura, los esclavos mayas recolectan mis tomates en Florida", ha afirmado, para mantener los precios bajos y los m¨¢rgenes de beneficio altos. "Al igual que aquellos que son forzados a los trabajos sexuales, merecen nuestra compasi¨®n".
El a?o pasado, la actriz y su asociaci¨®n -la Alianza para parar la esclavitud y acabar con el tr¨¢fico humano (ASSET, por sus siglas en ingl¨¦s), fundada en 2007- consiguieron un importante logro en el estado de California, el m¨¢s poblado de EE UU con casi 40 millones de habitantes. Lograron la aprobaci¨®n de una ley por la que se exige, tanto a los minoristas como a los fabricantes de cualquier producto que ganen m¨¢s de 100 millones de d¨®lares al a?o (71 millones de euros, aproximadamente), que hagan p¨²blicos quienes son sus suministradores, y especialmente cuales son las condiciones de la mano de obra que fabrica los bienes que venden. As¨ª, permite a los consumidores elegir si compran un producto fabricado por mano de obra explotada o no. "Tambi¨¦n educa a las compa?¨ªas", ha afirmado Ormond, que trata de extender la nueva legislaci¨®n a todo Estados Unidos, para darle m¨¢s peso.
"No es la panacea pero ayuda a avanzar", relat¨®. La ganadora de un premio Emmy fue adem¨¢s testigo de una audiencia en la Comisi¨®n de Seguridad y Cooperaci¨®n Europea, una agencia del gobierno de EE UU que monitoriza los derechos humanos en Europa bajo los Acuerdos de Helsinki, y que por tanto ayuda a evitar el tr¨¢fico de seres humanos.
Ormond comenz¨® su lucha por los derechos de los trabajadores explotados tras conocer la dif¨ªcil situaci¨®n de las mujeres que eran vendidas como trabajadoras sexuales en la Europa del Este.
Cada vez resulta m¨¢s frecuente que los famosos acudan al congreso o formen parte de campa?as gubernamentales, adem¨¢s de situarse en el centro del conflicto. George Clooney se implic¨® con los desplazados de Darfur (Sud¨¢n) tras varios viajes a la zona (all¨ª ha llegado a contraer la malaria), y se ha reunido con el presidente Barack Obama para pedirle implicaci¨®n diplom¨¢tica en el conflicto. Tambi¨¦n Ben Affleck acudi¨® hace unas semanas a una comparencia ante el Congreso de EE UU para pedir m¨¢s implicaci¨®n, diplom¨¢tica y monetaria, con el Congo y con ?frica en general. Ambos tienen sus propias organizaciones: Clooney (que tambi¨¦n es mensajero de la paz de Naciones Unidas) Not on Our Watch (No ante nuestros ojos) y Affleck Iniciativa por el Este de Congo.
Por su parte, Sean Penn suele desplazarse a Hait¨ª para tareas de reconstrucci¨®n tras el terremoto que asol¨® el pa¨ªs en enero de 2010, y ha fundado la Jenkins-Penn Haiti Relief Organization. Angelina Jolie viaja a distintos pa¨ªses en su labor como embajadora de ACNUR. Su labor la ha llevado por Bosnia, Hait¨ª, Siria, Costa Rica y m¨¢s recientemente a la frontera de T¨²nez. Junto a su esposo ha creado la Fundaci¨®n Jolie-Pitt, con la que han donado varios millones de d¨®lares. Adem¨¢s, la actriz Geena Davis forma parte de la divisi¨®n Mujeres dentro de la ONU.
Seg¨²n cifras de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo, solo el 11% de los m¨¢s de 12 millones de personas explotadas en el mundo lo est¨¢n en la industria del sexo, mientras que la mayor¨ªa realizan trabajos forzados en granjas, f¨¢bricas o como trabajadores dom¨¦sticos. El 56% son mujeres y ni?as, y la mayor parte proviene de Asia y Am¨¦rica Latina.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.