Los talibanes mataron el martes a sangre fr¨ªa al director de la escuela de Porak, un pueblo de la provincia afgana de Logar, a menos de centenar de kil¨®metros de Kabul. Jan Mohammad fue tiroteado cerca de su casa, ante la presencia de uno de sus hijos que result¨® herido en el ataque, por negarse a cerrar su escuela a las ni?as. Los extremistas le hab¨ªan amenazado varias veces para que no admitiera alumnas.
En Afganist¨¢n, sobre todo en las zonas rurales, se necesita mucho coraje para dirigir una escuela para ni?as. Con frecuencia, la insurgencia las incendia. Las amenazas a los maestros y maestras abundan, al igual que a las familias que env¨ªan a sus hijas a recibir una educaci¨®n. ¡°Le mataron porque quer¨ªa dirigir la escuela¡±, dijo a la agencia Reuters un portavoz del Gobierno de Logar. El responsable provincial de educaci¨®n, Matin Jafar, reconoci¨® que Mohammad hab¨ªa recibido ¡°varias amenazas de muerte¡± de los extremistas.
El r¨¦gimen talib¨¢n que gobern¨® Afganist¨¢n desde 1996 hasta que fue derrocado por las tropas estadounidenses a finales de 2001 prohibi¨® la educaci¨®n de las ni?as y el trabajo de las mujeres, cuya vida qued¨® confinada a las paredes de sus casas, aunque algunas se atrevieron a desafiarle e impartieron clases a las ni?as de forma clandestina. En los 10 transcurridos desde la invasi¨®n, la situaci¨®n de las mujeres no ha mejorado mucho, ya que el grueso del inter¨¦s ha sido de car¨¢cter militar.
En una poblaci¨®n de 30 millones de personas, s¨®lo el 12,6% de las afganas es capaz de leer y escribir. De un total de 6.150.000 ni?as menores de 14 a?os, solo 2,4 millones van a la escuela y de ellas, solo el 20% asiste con regularidad a las clases. Contra las mujeres afganas se aliaron la tradici¨®n tribal past¨²n (el 45% de la poblaci¨®n afgana), el extremismo isl¨¢mico y 30 a?os ininterrumpidos de guerras.
Retiradas de la vida ciudadana en la que participaban en las d¨¦cadas setenta y ochenta, y ocultas bajo el burka que les impusieron los mul¨¢s, las afganas desaparecieron pr¨¢cticamente de la escena p¨²blica durante el periodo talib¨¢n. El Gobierno de Hamid Karzai les ha devuelto sus derechos civiles ¨Cdesde el voto a la educaci¨®n y el trabajo-, pero sobre el papel. En la pr¨¢ctica no deja de ser un papel mojado por el m¨ªnimo acceso que tienen a la educaci¨®n y al mercado laboral.
Las ONG dedicadas al desarrollo temen que los escasos logros alcanzados tanto en educaci¨®n infantil como superior de las afganas retrocedan ahora debido a que los Gobiernos occidentales que sostienen a Karzai est¨¢n centrados en los planes de retirada de sus tropas de Afganist¨¢n. El pr¨®ximo julio, comenzar¨¢n a retirarse los 150.000soldados extranjeros destacados en el pa¨ªs centroasi¨¢tico. El proceso culminar¨¢en 2014. Las autoridades afganas se ir¨¢n haciendo paulatinamente con el control del territorio y la gobernanza del pa¨ªs, pero en esta situaci¨®n de inestabilidad las mujeres son el eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil y pueden ser las que paguen el precio de las negociaciones con los talibanes para pacificar el pa¨ªs.
Comentarios
No entiendo c¨®mo en pleno siglo XXI tienen las mujeres que pedir permiso para vivir o perd¨®n por habitar entre los hombres. Las religiones han maltratado a la mujer y la han ninguneado hasta el punto de que hubieran preferido que, simplemente, las respetaran y las dejaran desarrollarse sin m¨¢s, igual que ellos, en lugar de aparecer como s¨ªmbolos para no se sabe qu¨¦ p¨¦rfidos objetivos. Desde hacerla causa del pecado del hombre, c¨®mo no, hasta inventarse el celibato para no mancillar el recto proceder de los pastores, han conseguido influir en la educaci¨®n global, familias y escuelas, convirti¨¦ndola en el elemento diab¨®lico que hay que ir sorteando para salvar el alma. Cuando, en todos los tiempos, se ha demostrado la torpeza de los hombres frente a la cordura y la prudencia de las mujeres. Aunque, trat¨¢ndose de personas, en ambos casos existan excepciones.
Si tu hermano o tu hijo deciden colgar el trabajo para coger la mochila y echarse al mundo, probablemente sientas una mezcla de envidia y orgullo, mientras colaboras en el dise?o de tan atractivo proyecto vital. ?Y si se trata de tu hermana o tu hija o, incluso, tu mujer? ?Sentir¨¢s lo mismo? ?Qu¨¦ es lo que nos hace a las personas de g¨¦nero masculino menospreciar, cuando no despreciar, a las de g¨¦nero femenino? Si tanto nos gusta que todo el mundo respete nuestras opiniones, decisiones y acciones ?qu¨¦ es lo que nos mueve a no hacerlo nosotros con ellas? ?Nos consideramos superiores, de otro estrato social? ?Creemos que los que tenemos la santa misi¨®n de cumplir los objetivos vitales somos nosotros y que ellas deben ayudarnos a ello? ?Las consideramos meras acompa?antes, servidoras, propiedad nuestra? Pero la primera pregunta debe ser ?Las consideramos personas, como nosotros?
Deber¨ªa de ser muy sencillo; cada cual se contesta y corrige la direcci¨®n de su barco mental haciendo girar el tim¨®n de su inteligencia.
Esto va para mi amiga sin nombre, para que no desperdicies tu vida pensando que se lo merece o merecen, sal de tu armario profundo y oscuro, pega un grito que se oiga en todos los rincones de tu casa, v¨ªstete la ropa de tu juventud, ?recuerdas?, c¨¢lzate las zapatillas de correr y salta a la calle para no volver. Luego, si vuelves que sea porque te has reencontrado contigo misma y para que te conozcan y te acepten. Si no, vete para siempre. Siempre me tendr¨¢s a m¨ª, aunque no lo sepas.
?Gran labor! Si la educaci¨®n es importantisima para el desarrollo de un pais, en un caso como el que nos ocupa lo es m¨¢s a¨²n para las ni?as; en una sociedad donde las mujeres educar¨¢n a sus hij@s, ese el comienzo de un cambio real que luego (muchos a?os despues) se reflejar¨¢ poco a poco en las estructuras del pais.?Y que hago con mi hij@? ?Cuantas veces te has hecho esta pregunta?Por eso hemos creado este blog, para ayudarte en el complicado proceso de educaci¨®n de los hijos. Puedes tanto leer los art¨ªculos, como hacer preguntas y compartir opiniones con otros padres.http://yquehagoconmihijo.blogspot.com/
No me canso de decir en cualesquiera foros que frecuente que con demasiada frecuencia pecamos de euroc¨¦ntricos.No se puede juzgar la situaci¨®n de Afganist¨¢n en nuestros t¨¦rminos occidentales. A decir verdad, y con independencia de lo que el "Gran Juego" ha supuesto para los afganos, ¨¦stos contin¨²an viviendo en gran medida en la misma forma en que lo hac¨ªan en los tiempos en que se supone que Alejandro Magno se pase¨® con sus falanges por aquellos territorios.Acusar a los afganos de machistas es como acusar a las moscas de carro?eras: in¨²til y rid¨ªculo. Dec¨ªa ayer que la conversi¨®n de un pueblo de monta?eses en un Estado requerir¨¢ varias generaciones, un enorme desembolso de dinero, mucha paciencia y un enorme y largo trabajo. Eso es algo a lo que se niegan nuestros civilizadores occidentales, para los que s¨®lo existen las soluciones f¨¢ciles y los beneficios inmediatos.Afganist¨¢n est¨¢, por otra parte, unido a Pakist¨¢n y, en menor medida, a Ir¨¢n: al m¨¢s dudoso aliado de Estados Unidos y a uno de sus m¨¢s fieles enemigos. Ambos isl¨¢micos hasta los cimientos; ambos contaminados de radicalismo; ambos, reg¨ªmenes que a duras reprimen las corrientes que empujan en direcciones distintas a las que oficialmente se permiten.La pregunta es, por tanto: ?Merece la pena "invertir" tanto dinero y esfuerzos en un pa¨ªs que promete tan magros beneficios? De ello depende el futuro de las mujeres afganas: de ello y no de los elevad¨ªsimos discursos morales que en nuestras c¨®modas poltronas occidentales podamos componer. Est¨¢ mal decirlo, lo s¨¦: pero, en el fondo, a nuestros dirigentes occidentales el destino de Afganist¨¢n y sus mujeres no les importa lo m¨¢s m¨ªnimo. S¨®lo les interesa en cuanto Afganist¨¢n cultiva mucha "papaver" y el puritanismo prohibicionista en materia de drogas hace que tales cultivos sean muy rentables. Puedo aventurar que, si alg¨²n d¨ªa la hero¨ªna se legalizare (bastar¨ªa con declarar su libre venta en farmacias a los adultos) ese territorio habr¨ªa perdido la mayor parte de su actual inter¨¦s para nosotros y pasar¨ªa al olvido.
Est¨¢ claro que occidente s¨®lo mira su bolsillo. La situaci¨®n de las mujeres en los pa¨ªses islamistas extremistas en terror¨ªfica. Otro tanto sucede con los derechos civiles en China (ayer mismo informe de A.I. sobre la pena de muerte en China; escandaloso). Sin embargo, el mercado y el petr¨®leo son mucho m¨¢s importantes para nosotros que las personas. Esto es m¨¢s que evidente.
Por cierto, alguna opini¨®n sobre la discriminaci¨®n de las mujeres iguala a todas las religiones en este aspecto. Esto es una generalizaci¨®n m¨¢s que injusta. Precisamente en los pa¨ªses de tradici¨®n cristiana es donde la mujer est¨¢ en mejor posici¨®n, a pesar de todas las cr¨ªticas que se puedan hacer a la diferencia de consideraci¨®n hombre-muher dentro del cristianismo.
Keyser S?ze dices acusar a los afganos de machistas .... Hay ni?as que se juegan la vida por ir a la escuela, ni?as quemadas con ¨¢cido, heridas a pedradas ... y vemos un director muerto Este y esas ni?as se atreven, al igualq ue los que les ense?an en piso, los padres y las alumnas mismos .. ?Estos que son CHINOS para t¨ª o moscas cojoneras? Parece mentira !!!
An¨®nimo. A poco que lea un par de libros de historia y vea un par de telediarios comprender¨¢ que no estamos en Afganist¨¢n por fraternidad sino por conveniencia. Y por la misma raz¨®n por la que estamos dejaremos de estar.Este pensamiento es demasiado agrio como para poder digerirlo sin una previa preparaci¨®n pero, repito, si repasa un poco los libros de la historia y observa a su alrededor la historia en desarrollo comprender¨¢ a qu¨¦ me refiero.No soy yo el ¨²nico que piensa que en Afganist¨¢n, como en Irak, como en otros tantos sitios, el pensamiento m¨¢gico sobreabunda y es t¨®xico. No basta con creer en la magia para que ¨¦sta se produzca. No basta con creer que todo el mundo es bueno.No estoy minusvalorando el trabajo que se hace en Afganist¨¢n. S¨®lo estoy incidiendo, para esc¨¢ndalo de incautos, en que todo ese esfuerzo, todo ese inter¨¦s que las mujeres manifiestan, pende de un hilo demasiado delgado como para que resulte visible. A no ser que se enfoquen las cosas de otra forma, en el momento en que las tropas occidentales desaparezcan, con ellas desaparecer¨¢ el barniz de civilizaci¨®n que tra¨ªan consigo. As¨ª sucedi¨® cuando Estados Unidos ayud¨® a la derrota de la Uni¨®n Sovi¨¦tica en su campa?a afgana; as¨ª suceder¨¢ de nuevo si no se pone algo m¨¢s que buenos deseos para evitarlo. Y en Estados Unidos no hay otra cosa que buenos deseos e intereses econ¨®micos.
La historia ya me la s¨¦. Tambi¨¦n Espa?a era cat¨®lica, las mujeres no iban a la Universidad y el marido pod¨ªa cargarse al amante de la mujer (delito de honor) mientras que ¨¦l a lo suno ten¨ªa, por lo mismo, un destierro a 6 kil¨®metros. Los gays eran enfermos mentales y ahora se casan ... No se nace taliban.. Toda mi admiraci¨®n por esas ni?as. y los profesores !!!
No se me sulfure, an¨®nimo. Las buenas intenciones alfombran el descenso hacia los infiernos.
a mi me sulfuran los esencialistas culturales
An¨®nimo: h¨¢gase cuenta de que yo no voy m¨¢s all¨¢ de defender la idea de que de nada sirve ponderar los enormes esfuerzos que hacen las mujeres afganas si no se hace nada para que se consoliden. Cuando los ej¨¦rcitos occidentales abandonen Afganist¨¢n (y lo har¨¢n, a no ser que muchas cosas cambien) la situaci¨®n volver¨¢ exactamente al punto al que los talib¨¢n quieran que vuelva; y nada de lo que se ha hecho habr¨¢ servido de nada. Dentro de dos generaciones estas historias acerca de educar a las ni?as ser¨¢n meras leyendas.Eso es lo que realmente importa. Yo no tengo inter¨¦s alguno en que las ni?as afganas sean unas analfabetas; ni en que las mujeres afganas sean unas esclavas. Sin embargo la actitud occidental me recuerda muchas veces aquellos buenos viejos tiempos de la guerra en los Balcanes, cuando Solana y otros recomendaban poco menos que deb¨ªamos correr desnudos por los floridos campos minados de Bosnia (algo as¨ª como Julie Andrews pero con un toque sesentero) gritando "?Amor, amor!". En Occidente somos as¨ª: derrochamos sensibilidad mientras dejamos que los dem¨¢s se pudran. As¨ª que pong¨¢monos de acuerdo: ?qu¨¦ podemos hacer para que las pr¨®ximas generaciones de ni?as afganas sepan leer y escribir? Le doy una pista: nada de lo que hasta ahora se ha hecho va a servir de nada.
Es evidente que los talibanes son una organizaci¨®n de mis¨®ginos atacando a las mujeres afganas a tiempo completo. Qu¨¦ odio que tienen hacia el g¨¦nero femenino. Como si ninguno de ellos hubiera sido parido por una mujer !
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