11 fotosMiedo de MadridMiedo de Madrid 28 oct 2011 - 17:02CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceObra de Aniceto Maran en homenaje a los H¨¦roes del 2 de mayo, escondida en un jardincillo cerca del Templo de Debod. "Entre las figuras del conjunto" -un ca?¨®n, un soldado, una mujer muerta- "hay un muchachito con una terrible expresi¨®n de espanto que parece mirar a la muerte". El historiador Luis Miguel Aparisi lo tiene claro: "La guerra da mucho m¨¢s miedo que el demonio".SAMUEL S?NCHEZ"Las Cuatro Torres son nuestros vampiros". Lorenzo Silva, escritor y comisario del festival Getafe Negro, tiene claro el paraje madrile?o m¨¢s siniestro: "Los rascacielos en los antiguos terrenos del Real Madrid son cuatro colmillos que se clavan en un espacio urbano que era de todos y cuya sangre se la han chupado los de siempre".SAMUEL S?NCHEZ"Debajo no hay nada, es una zona fantasmag¨®rica. De noche produce escalofr¨ªos". Para Silva, que incluye el lugar en la ¨²ltima novela de su personaje Bevilacqua, las torres son "un s¨ªmbolo de lo que de verdad asusta: la especulaci¨®n, la corrupci¨®n, la codicia y esa megaloman¨ªa sup¨¦rflua y prescindible".SAMUEL S?NCHEZ"Ten¨ªan un grafismo claro, eran iconogr¨¢ficas y en aquel momento simbolizaban un gran esc¨¢ndalo financiero", dice ?lex de la Iglesia sobre su elecci¨®n de las Torres K¨ªo, hoy Puerta de Europa, como portal de Bel¨¦n sat¨¢nico. En El d¨ªa de la Bestia, los malvados reyes magos eran pijos xen¨®fobos, armados con barbours, bates y cultura del pelotazo. "Hoy al Anticristo le quedar¨ªan peque?as la torres", dice el director.SAMUEL S?NCHEZEl Museo del Romanticismo mantiene vivos los valores del siglo XIX sobre la muerte. "Se viv¨ªa de otra manera, no les daba tanto miedo", dice Asunci¨®n Cardona, directora del museo. "Conservamos muchos retratos luctuosos, comunes entre la burgues¨ªa". El que m¨¢s llama la atenci¨®n a la gente es la escultura de m¨¢rmol de un ni?o yaciente, la muerte m¨¢s tab¨² de todas.SAMUEL S?NCHEZHubo un tiempo en que el sexo era m¨¢s tab¨² que la muerte. Y hay un lugar en Madrid donde se mantienen vivos los c¨®digos XIX: el Museo del Romanticismo. El cuadro representa a Becker en su lecho mortal. "Se nota la lividez del rostro y el rigor mortis", apunta Asunci¨®n Cardona, directora del museo. "Lo pint¨® su amigo Vicente Palmaroli; ponerse a retratar a un amigo es su lecho de muerte puede parecernos terrible pero es en realidad un acto valiente y lleno de ternura, Palmaroli solo intent¨® captar, con r¨¢pidas pinceladas, el alma que se escapa del poeta". "Quiz¨¢s lo m¨¢s terrible es c¨®mo hemos convertido algo natural en algo intocable", opina Cardona, "lo que nos resulta espeluznante era, hace no tanto, una muestra de cari?o".SAMUEL S?NCHEZMarco Besas, coautor de De Madrid al Infierno, recorre en un libro los 10 cr¨ªmenes hist¨®ricos que marcaron la ciudad de Madrid. ?El caso que m¨¢s yuy¨² le da? El misterio de la mano cortada de 1954, seg¨²n el cual la burguesa se?ora Ruiz de Lihory, mutil¨® el cadaver de su hija muerta en su casa de la calle Princesa. "Adem¨¢s de una mano, le sac¨® los ojos y le cort¨® la lengua... Y guardaba en un armario, dentro de una olla, las cabezas de un mont¨®n de perros", recuerda.SAMUEL S?NCHEZEl suceso tuvo lugar en un piso de la calle Princesa en 1954, donde tambi¨¦n vivi¨® el barman Chicote. "Es una casa de lo m¨¢s normal, eso es lo m¨¢s inquietante, que tras una fachada anodina, en lo que podr¨ªa ser la casa de vecinos donde vive tu abuela, pasen esas cosas", opina Marco Besas, coautor de De Madrid al Infierno, sobre la mutilaci¨®n que llev¨® a cabo la se?ora Ruiz de Lihory a su propia hija. "No es un lugar siniestro, esa normalidad es lo que lo hace terror¨ªfico".SAMUEL S?NCHEZLos n¨²meros son implacables: en el barrio de San Cristobal el paro llega al 24,6%, casi el doble de la media madrile?a (12,92). La inmigraci¨®n ahora es extranjera, pero en los cincuenta era donde llegaban, buscando alojamiento asequible, los emigrantes del campo. Su falta de medios llev¨® a una falta de servicios, que llev¨® a un abaratamiento del barrio, que atrajo a m¨¢s poblaci¨®n desfavorecida... "Es una pescadilla que se muerde la cola", dice Victor Garc¨ªa, director general de Participacion ciudadana.SAMUEL S?NCHEZEl punto con m¨¢s contaminaci¨®n de Madrid es un parque infantil: la plaza Luca de Tena, en Delicias. "All¨ª hab¨ªa una estaci¨®n de medici¨®n de la contaminaci¨®n que registraba, a?os tras a?os los peores datos de la ciudad", explica Francisco Segura de Ecologistas en Acci¨®n, "pero el Ayuntamiento decidi¨® quitarla".SAMUEL S?NCHEZLos cementerios, esos lugares siniestros con esculturas siniestras. O no. "Son buenos lugares para ver escultura", concede el historiador experto en la materia Luis Miguel Aparisi. El mejor: San Isidro, donde hay "¨¢ngeles lastimosos y figuras femeninas que son verdaderos fantasmas". Tambi¨¦n un "extra?¨ªsimo sarc¨®faco suspendido por cadenas que sujetan unos ¨¢ngeles cabeza abajo".SAMUEL S?NCHEZ