La paridad no es el futuro; es el pasado

El mundo, tal como lo concibe Mariano Rajoy, nuestro flamante presidente del Gobierno, es un mundo muy masculino. Y lo que es m¨¢s importante: la paridad en la pol¨ªtica no es el futuro. Es el pasado. Sus primeros nombramientos ya denotaron cu¨¢l es su opini¨®n sobre c¨®mo aprovechar el talento de las mujeres de su partido. Ellas quedan en un segundo plano para dejar las mieles de las presidencias del Congreso y el Senado a sus colegas varones. Algo, por cierto, en lo que coincide con la elecci¨®n de su predecesor Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero.

Con el nombramiento hecho por Rajoy de sus ministros, el retroceso a los primeros a?os de democracia ha quedado ejemplarmente perpetrado. Aun reconociendo el poder otorgado a Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa (lo que s¨ª, es un ligero avance respecto a la era preZP), lo cierto es que el Ejecutivo de Rajoy es un grupo fundamentalmente masculino: m¨¢s del 70% de sus miembros son hombres. Se desconoce a estas apresuradas horas de la tarde y poco despu¨¦s del anuncio sobre la composici¨®n del Gobierno del PP, si esta es la forma de Rajoy de visualizar el rechazo que tradicionalmente ha mantenido su partido a respetar cuotas femeninas. Lo que s¨ª ha quedado meridianamente claro es que las cuotas masculinas han sido, evidentemente, respetadas al m¨¢ximo.

Puede que tengan raz¨®n los analistas que aseguran que este Gobierno es un Ejecutivo ¡°s¨®lido¡±. S¨ª. Hay veteranos. Mariano Rajoy ha hecho caso a Alfonso Guerra. ?Recuerdan? El exvicepresidente del Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez dijo hace tres semanas que no estaba seguro de que la f¨®rmula de j¨®venes y mujeres primero diera buen resultado. Dicho y hecho por su contricante: en este Gobierno hay pocos j¨®venes y poquitas mujeres. Que se opte por la experiencia puede ser positivo y hay poco que explicar al respecto. Que se opte por una mayor¨ªa tan aplastante de hombres merecer¨ªa, s¨ª, alguna explicaci¨®n. ?Qu¨¦ tienen las mujeres que les impida acceder a esos puestos? ?Es que acaso las militantes del PP no merecen los mismos reconocimientos que sus colegas masculinos?

Me temo que Rajoy, que tampoco en su primera comparecencia en Moncloa ha respondido a las preguntas de los periodistas, no va a explicar tanta inclinaci¨®n por sus pares masculinos. Me temo que el partido, con su apabullante mayor¨ªa absoluta, mantendr¨¢ la falacia de que en el seno de su organizaci¨®n se priman los m¨¦ritos sobre la condici¨®n sexual y que muchos seguir¨¢n dando por buena esa falacia, lo que significar¨ªa que las mujeres (al menos las del PP) son un poco m¨¢s tontas.

Nada m¨¢s incierto. Pero esto es lo que hay. Con el Gobierno de Mariano Rajoy, no nos enga?emos, la pol¨ªtica vuelve al siglo pasado que sepamos en dos cuestiones: en la poca vocaci¨®n de transparencia para con la prensa y en igualdad, con todo lo que ello significa de retroceso en modos democr¨¢ticos y valores tradicionales. Marcelino Iglesias, el secretario de organizaci¨®n del PSOE, es de los pocos que ha destacado esta falta de paridad en el Ejecutivo de Rajoy.

Rajoy ha puesto la guinda a ese pasito atr¨¢s que dio Rodr¨ªguez Zapatero durante la ¨²ltima parte de su segunda legislatura en una de sus pol¨ªticas bandera, la igualdad. La triste realidad social de las mujeres vuelve a verse en el espejo de la pol¨ªtica. Quiz¨¢ lo de los primeros gobiernos de Zapatero fueron una mera ilusi¨®n. Pero fue bonito mientras dur¨®...