Imperio y boda de Marta Ortega
Deber¨ªa ser el enlace del a?o, pero al due?o de Inditex no le gustan los grandes fastos. Se casa su heredera. Y lo hace con un gran jinete espa?ol, el mejor de 2011 y adem¨¢s de condici¨®n humilde
Si las bodas se midiesen por la cuenta de resultados es indudable que el pr¨®ximo enlace entre Marta Ortega P¨¦rez y Sergio ?lvarez Moya merece acaparar toda la atenci¨®n de la prensa especializada, sea en papel cuch¨¦ como en papel salm¨®n. Se casa la rica heredera, la ¨²nica mujer en el mundo que estar¨ªa en disposici¨®n de competir en n¨²mero de ceros con la mism¨ªsima reina de Inglaterra o estas nuevas ricachonas chinas de nombre impronunciable. Y se casa con un joven humilde, todo sea dicho, un jinete criado en las cuadras asturianas. Sin embargo, el enlace que deber¨ªa ser el m¨¢s difundido del momento camina por entre los ecos de sociedad con un perfil muy bajo por ausencia de novedades: desde hace meses no hay m¨¢s noticia disponible que alguna que otra especulaci¨®n acerca del vestido de novia. Y es que la prensa, la rosa y la de cualquier color, lleva merodeando varios a?os sin obtener resultados alrededor de esta mujer que acaba de cumplir los 28 a?os: ni una palabra, una sonrisa hacia la c¨¢mara, siquiera una confidencia banal. Estamos a punto de llegar al d¨ªa de la boda (18 de febrero) y no hay seguridad de que la novia vista de blanco tradicional o blanco roto. Bienvenidos al mundo Inditex, donde todo lo que est¨¢ fuera del escaparate es asquerosamente discreto.
Desde que a finales de 2006 se dieron los primeros movimientos de car¨¢cter administrativo alrededor de Marta Ortega (su nombramiento como vicepresidenta de las sociedades patrimoniales Gartler y Partler) qued¨® despejada cualquier duda acerca de qui¨¦n terminar¨ªa asumiendo en el futuro la gesti¨®n del inmenso capital de Inditex en manos de Amancio Ortega, casado dos veces y con tres hijos, Pablo, Sandra y Marta. Marta, la peque?a de los tres, la ¨²nica de su segundo matrimonio, ser¨ªa la heredera.
A pocas semanas del enlace no hay m¨¢s noticia disponible que alguna especulaci¨®n acerca del vestido de la novia
Pero quedaba por dilucidar si ser¨ªa tambi¨¦n la sucesora, si ser¨ªa ella quien sustituir¨ªa a su padre al frente de la gesti¨®n de la compa?¨ªa. As¨ª que durante cuatro a?os, estos cuatro ¨²ltimos, Marta ha recorrido todos los confines de la empresa, que as¨ª puede decirse porque incluy¨® una larga estancia de cuatro meses en las oficinas de Shangai (China), m¨¢s otras estancias en Francia, Italia e Inglaterra, con vistas a perfeccionar sus conocimientos y, porque no decirlo, a explorar sus cualidades para el mando. Durante todo este tiempo, la prensa se ha repartido el trabajo. El papel salm¨®n estuvo especulando con su ascenso a una presidencia, mientras el papel cuch¨¦ busc¨® la foto m¨¢s codiciada: ella, doblando prendas en una tienda como empleada de Berskha. Ninguno de esos dos fen¨®menos se ha producido.
Para obtener la foto habr¨ªa que saber en cual de las 700 tiendas de Berskha alrededor del mundo trabajaba la hija del gran jefe. Y alguien estuvo a punto de conseguirlo, a alguien le lleg¨® el soplo de que Marta trabajaba en la tienda de Oxford Street en Londres. Lo hizo entre Septiembre y Mayo de 2008. En ese punto, la empresa tuvo los reflejos oportunos, por decirlo de alguna manera, para evitar la foto. La noticia que s¨ª se divulg¨®, por el conducto ordinario y sin filtraciones, fue el nombramiento de Pablo Isla como presidente de Inditex en sustituci¨®n de Amancio Ortega. Todo un bombazo: el consejero delegado se convert¨ªa en el n¨²mero uno. Quedaba entonces claro que la gesti¨®n ir¨ªa por un lado y el capital por otro. Es decir, Marta Ortega ser¨ªa la heredera pero no la sucesora. ¡°¡±Pablo Isla queda como referencia de la gesti¨®n y es quien lleva toda la estrategia en esa dimensi¨®n¡±¡±, se?ala un portavoz de la empresa con ese lenguaje tan cuidadoso marca de la casa, ¡°con lo cual cierta incertidumbre queda resuelta¡±¡±. Amancio Ortega, una vez m¨¢s, ha sabido manejar los tiempos.
?Significaba esta decisi¨®n que hab¨ªa fracasado la formaci¨®n de Marta Ortega dise?ada por expertos de escuelas de negocio? ?O acaso habr¨ªa mostrado Marta falta de vocaci¨®n o talento para dirigir una compa?¨ªa de la complejidad de Inditex? ¡±Todav¨ªa habr¨¢ m¨¢s novedades relacionadas con su formaci¨®n¡±, explica el portavoz oficial. ¡°Su futuro no se plantea en esos t¨¦rminos, gesti¨®n-administraci¨®n¡±, a?ade enigm¨¢tico. Lo que es evidente es que el mercado se ha dado por enterado y no plantea incertidumbre acerca del futuro de la compa?¨ªa una vez producido el nombramiento de Pablo Isla. "Inditex es un imperio que se puede duplicar en cinco a?os¡±, afirma Jos¨¦ Luis Nueno, profesor del IESE y experto en la industria de la moda. ¡°Es un modelo que viaja muy bien, que no supera el 3% de cuota de mercado en ning¨²n pa¨ªs y que en muchos sitios est¨¢ apenas por encima del 1%. Quiere ello decir que, con abrir m¨¢s tiendas dobla su cuota. Esa ropa asequible con aire de moda se va a vender m¨¢s porque el mundo va a ser m¨¢s pobre¡±, concluye Nueno.
La primera empresa de venta de moda del mundo (hace tiempo que Inditex dej¨® atr¨¢s a H&M, GAP, Benetton y un largo etc¨¦tera, de alguna manera se ha quedado sin competidor) es por otra parte la firma con menos glamour fuera de lo que es estrictamente el producto. La discreci¨®n y el anonimato es un sello de la casa, casi una religi¨®n, que instituy¨® en su d¨ªa Amancio Ortega (no hubo una imagen suya hasta 1998 y una de las ¨²ltimas cosas que se han sabido de ¨¦l es que su plato favorito son los huevos fritos con patatas y chorizo) y que cumplen a rajatabla todos cuantos le rodean. Pablo Isla, como en su d¨ªa lo fue Jos¨¦ Mar¨ªa Castellano, el primer consejero delegado, est¨¢n cortados por el mismo patr¨®n. As¨ª los define un catedr¨¢tico que no autoriza a desvelar su nombre: ¡°hombres de apariencia gris, de camisa azul, de cara triste, de s¨®lida formaci¨®n acad¨¦mica y excelentes gestores¡±.
Inditex es una marca de influencia global, pero su coraz¨®n est¨¢ en Arteixo, una localidad a las afueras de A Coru?a, de donde apenas se mueve Amancio Ortega y donde ahora trabaja su hija Marta todos los d¨ªas. Es decir, Arteixo y A Coru?a se han convertido en un microcosmos donde se ha desarrollado la vida de este singular hombre y su singular familia, que en ning¨²n momento ha ca¨ªdo en la tentaci¨®n de alejarse de Galicia (algo parecido ha sucedido con su primera mujer, Rosal¨ªa Mera, dedicada a una fundaci¨®n y a inversiones en empresas de biotecnolog¨ªa).
De esa manera, Marta Ortega ha llevado una especie de doble vida controlada. Una pr¨¢cticamente an¨®nima, muy familiar y muy dentro de la empresa. Y otra p¨²blica, reducido al entorno de los concursos h¨ªpicos. No se puede decir que haya sido precisamente un ejemplo de glamour, lujo y esplendor.
A la hija de Amancio Ortega solo ha
sido posible verla? y fotografiarla
en los concursos ecuestres
Marta ha tenido una formaci¨®n muy tradicional, muy casera. Amancio no comparti¨® la idea de enviarla a estudiar a Estados Unidos. Se inclin¨® por un buen colegio de A Coru?a y unos estudios de empresariales en el European Business School de Londres. Eso y algunos cursos especializados fueron el pre¨¢mbulo a su periodo de formaci¨®n de cuatro a?os en la universidad de Inditex. En casa.
Su vida en la superficie ha estado pr¨¢cticamente monopolizada por su afici¨®n a la h¨ªpica, de tal suerte que a Marta solo era posible verla y fotografiarla en los concursos ecuestres. Sabido es que su padre, en uno de sus pocos excesos, mand¨® construir el centro h¨ªpico de Casas Novas en la localidad coru?esa de Lar¨ªn, un complejo que no tiene nada que envidiar a los mejores de Europa. All¨ª se celebran grandes competiciones, all¨ª ha podido desarrollar su hija su gran afici¨®n. Y en esos reducidos entornos, tan selectos y pijos, es donde se le han conocido amistades con glamour (desde Athina Onassis hasta Carlota Casiraghi, hija de Carolina de M¨®naco) a toda suerte de pretendientes, alg¨²n novio y, finalmente, quien va a ser su marido. Mientras su formaci¨®n discurr¨ªa por un territorio tan ortodoxo como discreto, en ese peque?o reducto de vida p¨²blica tonteaba con la frivolidad. Pero sin excesos.
De ese escenario tan reducido la prensa del coraz¨®n ha tenido que alimentarse durante a?os y explotar todo tipo de especulaciones, algunas m¨¢s o menos afortunadas. Se celebraban presuntos romances de Marta Ortega con hijos de banqueros o con el v¨¢stago del pol¨ªtico socialista Jos¨¦ Bono, que tambi¨¦n ten¨ªa pasi¨®n por la h¨ªpica. La vida sentimental de Marta Ortega pareci¨® estabilizarse con el catal¨¢n Gonzalo Testa, un buen jinete a secas sin demasiado porvenir en los concursos pero un hijo de buena familia al fin y al cabo cuya imagen parec¨ªa encajar como consorte de una rica heredera. Sin embargo, la novedad salt¨® un buen d¨ªa entre los centros h¨ªpicos: ya no era Testa su acompa?ante, sino el joven Sergio ?lvarez.
Para el resto del mundo, aquello no se ha trat¨® mas que de un cambio de jinete. Sin embargo, el reducido mundo de la h¨ªpica extrajo otra interpretaci¨®n. Si Testa, Bono Jr. o cualquiera de los otros pretendientes conocidos no pasaban por ser hijos de, Sergio ?lvarez significaba un cambio radical de perfil: es justo el jinete que ha llegado m¨¢s alto con medios m¨¢s modestos. Sergio ?lvarez no es hijo de buena familia sino el t¨ªpico hombre que se ha formado ¡°haciendo cuadras¡±, que ha sido mozo antes que cualquier otra cosa, calificado en el ambiente de los circuitos como ¡°un tipo sencillo¡±, un ¡°t¨ªo intachable¡± o una ¡°bell¨ªsima persona¡±, seg¨²n la forma de expresarse de cada entrevistado. Objetivamente, su posici¨®n no es dudosa: en la clasificaci¨®n oficial de 2011 de la Federaci¨®n Espa?ola de H¨ªpica es el n¨²mero 1 de Espa?a en la especialidad de saltos. Y como gran jinete es, a juicio de los consultados en el sector, de los que saben mantener el tipo cuando hay que beber.
Hace tiempo que Marta desisti¨® de hacer una carrera como amazona. Posiblemente fue su gran sue?o. El aparato de propaganda de Inditex, siempre prudente, cometi¨® algunos excesos en este terreno y sobrevalor¨® sus cualidades. Suele suceder entre gente de poder¨ªo econ¨®mico que se mete a deportista: los medios superan el talento. Marta no es una notable amazona (lo dicen los expertos, eso s¨ª, bajo juramento de anonimato), pero monta con caballos (Madame Pompadour, entre otros) que cuestan un mill¨®n de euros. ¡°Son caballos ganadores, con un ¨¢rbol geneal¨®gico repleto de campeones ol¨ªmpicos¡±, explica un experto. Son caballos que no se paran nunca. Para llegar a ciertas verdades hay que dejar el palco y acercarse a las cuadras. Por ejemplo, que la infanta Elena tuvo buenos caballos pero le sobraba miedo. O que Cayetano Mart¨ªnez de Irujo no ha tenido suerte: era un buen jinete pero se ve que la duquesa de Alba era un poco taca?a y no le compr¨® buenos caballos. Eso al menos corre de sitio en sitio en el mundo de la h¨ªpica. Como se difunde que Marta Ortega ha tenido buen gusto al elegir marido.
Marta no es una notable amazona, seg¨²n los expertos, pero monta caballos que valen un mill¨®n de euros
?Y c¨®mo es ella, a todo esto? La versi¨®n oficial la describe como una mujer normal, sencilla y accesible. Hay discrepancias en torno a si es t¨ªmida, simp¨¢tica, distante, humilde o sosa, que de todo ello se escucha en los sitios por donde se mueve. ?Y por d¨®nde se mueve? No busquen muy lejos. En el microcosmos de Arteixo. Trabaja en Zara y come en Zara, donde acude, seg¨²n lo describe un empleado que se encuentra con ella todos los d¨ªas ¡°con blusa y vaqueros cada ma?ana, con gabardinas de Dutti a la medida y con algunas concesiones a otras marcas¡±. ?Qu¨¦ otras marcas? ¡°A lo que no renuncia¡±, dice con total seguridad, ¡°es a los bolsos de Clo¨¦ y Celine y a las bailarinas de Chanel¡±. As¨ª viste Marta Ortega en el lugar de trabajo, en pleno coraz¨®n de Zara mujer, donde se definen las tendencias de moda, donde se identifica por d¨®nde evolucionar¨¢n los dise?os. Es uno de esos puntos neur¨¢lgicos donde se vive realmente la moda. Es el lugar m¨¢s sofisticado del mundo Inditex. ¡°Hay que tener en cuenta que Marta se ha criado entre dos personas que han vivido la moda intensamente, que han hecho de la ropa su modo de vida¡±, explica un amigo de la familia. ¡°Ha mantenido sus amigos del colegio, se la ve en cualquier restaurante de A Coru?a. No ha hecho ninguna extravagancia y lleva una vida muy familiar¡±. Vamos: es una Ortega.
Y all¨ª, dentro del cuartel general, se decide c¨®mo ser¨¢ su vestido de novia. Una decisi¨®n importante, a lo que se ve, que se ha tomado como un secreto de Estado, como si Zara se jugase su prestigio en este detalle. ?Lo dise?ar¨¢ alguien de Zara? ?Alg¨²n dise?ador externo? ?Un amigo dise?ador, como se dice por Arteixo? La empresa solo ha abierto los labios para negar que ese vestido suponga que Zara saque una l¨ªnea de vestidos de novia. Ning¨²n inter¨¦s ha ocasionado el vestido del novio. Lo dise?ar¨¢n en Massimo Dutti. Como el de los ni?os.
La boda ser¨¢ un discreto evento muy del estilo Inditex. Como fue la de Amancio Ortega, una de las escasas ocasiones donde dicen que se puso corbata. Pocos invitados, muy escogidos, y entre ellos los amigos de toda la vida. Nada se sabe sobre el viaje de novios. Cabe suponer que no ser¨¢ nada extraordinario. Y es que nada es extraordinario dentro de esta casa, salvo la forma que tiene Inditex de hacer crecer su imperio. ¡°De momento les basta con seguir implementando lo que ya tienen a la espera de la pr¨®xima gran idea¡±, dice un analista, ¡°mientras el patrimonio de Ortega crece a raz¨®n de entre 500 y 800 millones al a?o¡±. Y nadie duda de que esa pr¨®xima gran idea llegar¨¢.
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