Aaron Sorkin: cuando el guionista es la estrella (en peligro)

Un hombre va andando por la calle y cae en un agujero tan profundo que no le es posible salir de ¨¦l. Pasa un m¨¦dico y el hombre le pregunta: ¡°?Puede ayudarme?¡±. El doctor le escribe una receta, se la tira y sigue caminando. Luego pasa un cura, y el hombre le dice: ¡°Padre, ca¨ª en un agujero, ?puede ayudarme?¡±. El cura le redacta una oraci¨®n, se la lanza y prosigue su camino. Entonces, un amigo del hombre se acerca por la calle. ¡°Joe, soy yo. ?Puedes ayudarme?¡±. El amigo salta dentro del agujero. Nuestro hombre le dice: ¡°?Eres est¨²pido? Ahora estamos los dos aqu¨ª dentro¡±. El amigo le responde: ¡°Es cierto, pero es que yo ya he estado aqu¨ª y s¨¦ c¨®mo salir¡±.

Pocos meses despu¨¦s de que se emitiera el cap¨ªtulo d¨¦cimo de la segunda temporada de El ala oeste de la Casa Blanca, en el que el personaje interpretado por John Spencer (Leo McGarry, jefe de gabinete) narra esta historia, Aaron Sorkin, creador y guionista de pr¨¢cticamente todos las escenas de la serie, era arrestado en el aeropuerto de Burbank por posesi¨®n de drogas. En su maleta se hab¨ªan hallado setas alucin¨®genas, marihuana y coca¨ªna. ¡°Mi hija tiene ya nueve a?os¡±, declaraba recientemente el guionista de La red social. ¡°Temo el d¨ªa en que entre en Internet y vea lo que hizo su padre. Lo bueno es que, al menos en lo que se refiere a drogas, tendr¨¦ cierta credibilidad con ella¡±. Aaron Sorkin, ganador de un Oscar y uno de los escasos casos de guionistas convertidos en celebridad que ha dado la industria del entretenimiento en tiempos recientes, ha estado en ese agujero. Y no necesita a nadie que le ayude a salir. Ni siquiera a Madonna, que hace poco le llam¨® para pedirle una cita. ¡°Me parece que sigue queriendo ser Marilyn y esperaba que yo hiciera de Arthur Miller¡±, bromeaba Sorkin.

Madonna le pidi¨® una cita: "Sigue queriendo ser Marilyn y busca a su Miller", brome¨®

La primera vez que el mundo supo de la existencia de este personaje nacido en Scarsdale (Nueva York) en 1950 fue cuando, a principios de los noventa, Rob Reiner dirigiera Algunos hombres buenos, filme interpretado por Demi Moore y Tom Cruise y basado en la obra de teatro escrita por Sorkin e inspirada en un caso en el que Deborah, hermana del escritor y abogada de la Marina, hab¨ªa estado trabajando. M¨¢s de 20 a?os despu¨¦s del estreno de la obra, esta a¨²n es interpretada en teatros de medio mundo y las especulaciones sobre en qu¨¦ abogado est¨¢ basado el personaje interpretado por Tom Cruise siguen vivas hasta el punto de que en septiembre de 2011 The New York Times publicaba un art¨ªculo sobre los cuatro profesionales que siguen insistiendo en ser la persona en la que se inspir¨® Sorkin. ¡°Ese personaje es totalmente ficticio y no fue basado en nadie concreto¡±, zanjaba el autor en un e-mail enviado por su publicista, Joy Fehily, a la redacci¨®n del rotativo.

Sorkin, que opta de nuevo al Oscar por la adaptaci¨®n de Money?ball, se ha convertido en ese tipo al que los medios solicitan cualquier opini¨®n, conscientes de que dar¨¢ una respuesta susceptible de convertirse en titular. Odiado por la derecha recalcitrante (encaja perfectamente en el perfil de liberal arrogante y urbano que desprecia a la Am¨¦rica rural y aut¨¦ntica tantas veces retratado recientemente por el escritor David Brooks) y por la mitad de las personas reflejadas en La red social (¡°Es un t¨ªo muy raro. Lo conoc¨ª y no dejaba de temblar. No s¨¦ qu¨¦ se hab¨ªa tomado¡±, comentaba sobre ¨¦l Sean Parker), Sorkin se ha fabricado un perfil a medio camino entre la celebridad, el escritor gru?¨®n y el comentarista pol¨ªtico kamikaze.

As¨ª, mientras el mundo se congratulaba por el hecho de que un negro fuera presidente de EE UU, ¨¦l informaba de que ¡°lo importante no es que sea negro, sino que sea listo. Es la primera vez que tenemos a una de las mil personas m¨¢s inteligentes de este pa¨ªs como presidente¡±. Incluso cuando un cr¨ªtico de Newsweek escrib¨ªa un controvertido art¨ªculo que suger¨ªa la imposibilidad de que un actor gay pudiera hacer de hetero, provocando una llamada al boicot del medio por parte de colectivos gais, Sorkin volv¨ªa a desviar la pol¨¦mica hacia pastos menos transitados pero con mejores vistas: ¡°La ira hay que dirigirla hacia esos fan¨¢ticos que a¨²n creen que los gais no deben casarse, adoptar o servir en el ej¨¦rcito. Si vais a por ellos, os ayudar¨¦¡±, escrib¨ªa el mismo personaje que tiempo atr¨¢s hab¨ªa atizado seriamente a Sarah Palin por su afici¨®n a la caza de alces. La pieza terminaba as¨ª: ¡°Dejad que sea el primero en decir que abus¨¦ de la coca¨ªna y fui arrestado en 2001. Lo digo antes de que el ej¨¦rcito de arrogantes gilipollas de Sarah Palin llenen la Red ma?ana de referencias a este hecho de mi pasado¡±.

Su perfil est¨¢ entre la celebridad, el escritor gru?¨®n y el comentarista kamikaze

Para WG Snuffy Walden, compositor de la m¨²sica de las series creadas por Sorkin, esta ¨²ltima frase refleja a la perfecci¨®n la personalidad del autor. ¡°Muchos creen que es arrogante, pero la ¨²nica verdad es que es un tipo de firmes valores y una de las mejores personas con las que trabajar. Cuando me llam¨® para la m¨²sica de El ala oeste¡­ me pregunt¨®: ¡®?Has trabajado alguna vez con una orquesta? Espera, no importa, lo har¨¢s bien. El trabajo es tuyo¡±. Eli Attie, uno de los guionistas de la serie, recuerda que le result¨® complicado entender c¨®mo trabaja la psique de Sorkin y que, cuando lleg¨® a comprenderlo, descubri¨® que lo primero que deb¨ªa hacer si quer¨ªa salir adelante era olvidarlo. ¡°Cuando estaba en la serie nos asignaba trabajos muy concretos en funci¨®n de nuestro perfil, aunque el peso de la escritura siempre lo llevaba ¨¦l. Cuando se fue, intentamos escribir como ¨¦l y fue un fracaso. No puedes hacer eso. Es imposible escribir como lo hace Aaron Sorkin¡±, sentencia.