Los Kennedy pierden su mansi¨®n
La familia del presidente asesinado en 1963 entrega la casa a una fundaci¨®n All¨ª se reunieron los miembros del clan para bodas y periodos de duelo
De estirpe que parec¨ªa destinada a dirigir a su patria durante d¨¦cadas a tenue recuerdo de una familia que presidi¨® sobre un tiempo pasado, los Kennedy no tienen, desde hace ya un a?o, presencia en ninguna de las ramas del poder de Washington. Ahora, han perdido hasta su fortaleza, en la que se refugiaron en tiempos de gloria y dolor. La casa donde la familia celebr¨® sus triunfos y donde se refugi¨® para llorar sus p¨¦rdidas ha sido regalada a una fundaci¨®n.
La familia noble por excelencia en la pol¨ªtica norteamericana ha cedido la casa principal de su complejo en Hyannis Port, en Massachusetts, su basti¨®n pol¨ªtico. Se la ha regalado a un instituto bautizado con el nombre del fallecido senador Edward Kennedy, centrado en avanzar los valores democr¨¢ticos y la transparencia en el Gobierno. Donde los Kennedy se reunieron en el pasado, a partir de ahora se dar¨¢n conferencias y seminarios.
Son 12 habitaciones, 850 metros cuadrados, frente al Atl¨¢nitico, ahora deshabitados, pero que que en su d¨ªa albergaron bodas como la de Carolinne Kennedy en 1986. Fue el de sus nupcias un regreso de ensue?o para la hija del presidente John F. Kennedy y su esposa Jacqueline. En su breve presidencia, de dos a?os y 10 meses, Kennedy y su familia sol¨ªa pasar en esa casa sus veranos, huyendo del calor y la humedad de Washington.
Fue el epicentro de mi familia... Fue un lugar de felicidad y de dolor¡±, dice Ted Kennedy Jr.
Pero la mansi¨®n de Hyannis Port no fue siempre un lugar de ensue?o para los patricios de Massachusetts. Fue en muchas ocasiones decorado de la gran tragedia que la familia parec¨ªa destinada a vivir. All¨ª se parapetaron Jacqueline y sus cu?ados en 1963, despu¨¦s del asesinato del presidente. Y all¨ª regres¨® la familia en los momentos de duelo posteriores al accidente a¨¦reo en el que muri¨® su hijo, John-John.
La ¨²ltima vez que la familia regres¨® a Hyannis Port fue en 2009, cuando Edward, el m¨ªtico le¨®n del Senado, mor¨ªa por un c¨¢ncer cerebral. Los Kennedy fueron a su ¨²ltima guarida a presentarle sus respetos. Falleci¨® en agosto de aquel a?o, y los Kennedy hicieron un discreto mutis por el foro del gran escenario del poder de Washington. Su hijo, Patrick, abandon¨® la C¨¢mara de Representantes hace ahora un a?o.
¡°Fue el epicentro de mi familia¡±, dijo Ted Kennedy Jr., hijo del senador. ¡°Fue un lugar de felicidad y de dolor¡±. ¡°Aunque mi familia aun considera Hyannis Port nuestro hogar, admitimos que es un lugar hist¨®rico que deber¨ªa preservarse para que los futuros estudiantes de historia y pol¨ªtica entiendan c¨®mo esta casa ayud¨® a desarrollar, definir y mantener a mi familia¡±, a?adi¨® en un comunicado.
La mansi¨®n perteneci¨® a la familia desde 1928. En aquel a?o, el empresario Joseph Kennedy compr¨® la propiedad. Eran los a?os previos al ¡®crash¡¯ y la Gran Depresi¨®n, una temporada en la que la fortuna de Kennedy, inversor avezado, creci¨® de cuatro a 180 millones de d¨®lares de la ¨¦poca. All¨ª comenz¨® a forjar las alianzas pol¨ªticas que le llevar¨ªan a ser embajador en Reino Unido y que har¨ªan que sus hijos entraran en pol¨ªtica.
En Hyannis Port pas¨® muchos fines de semana el senador Joseph McCarthy, de infausto recuerdo por su cruzada contra el comunismo. Quiere la leyenda que all¨ª, este comenzara a salir con Patricia, una de las hijas de Kennedy, con la que vivi¨® un breve romance. Y tambi¨¦n all¨ª se refugio el viejo patriarca, Joseph, en sus ¨²ltimos d¨ªas, antes de morir en 1969, con el dolor de haber perdido asesinados a un hijo presidente y a otro, Robert, que se presentaba para serlo.
La ¨²ltima en ocupar la casa fue Vicki Kennedy, viuda del senador Edward. El valor de mercado de la propiedad es de 5,5 millones de d¨®lares. Pero no hay fortuna en EE UU que pudiera haber comprado ese emblema de la herencia familiar, una mansi¨®n plagada de recuerdos buenos y malos, donde se tomaron decisiones cruciales para la historia de EE UU y donde los Kennedy pasan de ser habitantes a ser pieza de museo de historia.
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