Pongan algo m¨¢s de su parte
El Poder Judicial deber¨ªa esforzarse para obtener el respeto que reclama
Ya hab¨ªamos dejado en segundo plano la polvareda levantada por la influencia que las creencias religiosas de Carlos D¨ªvar, presidente del Supremo y del Consejo del Poder Judicial, pudieron tener en el frenazo a un informe de esta instituci¨®n sobre la reforma legal del aborto. Y de pronto disponemos de otra muestra de su pensamiento. Al responder a la inquietud de un diputado catal¨¢n por el escaso uso de las lenguas cooficiales en el ¨¢mbito de la justicia, D¨ªvar rememor¨® cierta ocasi¨®n en que llam¨® a un int¨¦rprete de mandingo a su juzgado. Despu¨¦s se disculp¨®, pero el mal estaba hecho: hab¨ªa comparado el uso de un idioma espa?ol, cooficial en su territorio, con el de una lengua hablada en ?frica occidental.
Poco antes, la portavoz del Consejo del Poder Judicial, Gabriela Bravo, indic¨® que ¡°no todos los imputados son iguales¡±, para explicar que la futura declaraci¨®n judicial del duque de Palma sea dispensada de grabaci¨®n. ¡°No todos los asuntos judiciales est¨¢n sometidos a la misma presi¨®n medi¨¢tica (¡) y no en todas las ocasiones puede estigmatizarse tanto la imagen de una persona¡±, argument¨®. Luego insisti¨® en que todos los ciudadanos son iguales ante la ley, pero que difieren ¡°las circunstancias¡±. Procesos medi¨¢ticos hay muchos, adem¨¢s del que afecta a I?aki Urdangarin.
Estas son las personas que reclaman rigor y respeto a las decisiones judiciales. Que se quejan, como ha hecho D¨ªvar en sede parlamentaria, de lo que calific¨® como ¡°deslegitimaci¨®n¡± del Poder Judicial. Son los mismos que constatan, a?o tras a?o, la demora de millones de asuntos.
Lo cual no solo se debe a la escasez de medios para la Administraci¨®n de justicia, sino tambi¨¦n al tiempo ¡ªy al dinero¡ª que se pierde manteniendo abiertos procedimientos que se sabe de antemano que no van a ir a parte alguna, pero que perviven por intereses poco transparentes, como ha sucedido con uno de los referidos a Baltasar Garz¨®n.
Habr¨ªa que preguntar a estos dignatarios del tercer poder del Estado si podr¨ªan poner algo m¨¢s de su parte para merecer el respeto que demandan, mejorar la imagen de la justicia y hacerla m¨¢s respetable para el ciudadano.
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