Un serio error
Aporrear a estudiantes en una concentraci¨®n callejera es un retroceso inquietante
Dotaciones de la Polic¨ªa Nacional sembraron el caos en Valencia al disolver sucesivas concentraciones de estudiantes con una fuerza desproporcionada, lo cual acarre¨® la detenci¨®n de decenas de personas y aporreamientos, zarandeos y heridas a j¨®venes y no tan j¨®venes. Lo que hab¨ªa comenzado la semana anterior como una protesta de decenas de estudiantes de un c¨¦ntrico instituto valenciano, por falta de calefacci¨®n, ha derivado en la ocupaci¨®n de las calles por millares de indignados como reacci¨®n a las violentas cargas policiales. Una peligrosa escalada, sobre todo cuando ni siquiera hay noticia de da?os materiales de consideraci¨®n que anotar en la cuenta de los supuestos antisistema.?
El ministro del Interior admiti¨® por la ma?ana la posibilidad de alg¨²n ¡°exceso¡± policial, para rectificar por la tarde y decir que los ¡°excesos¡± los cometieron los ¡°radicales¡±. No est¨¢ claro lo que Fern¨¢ndez D¨ªaz entiende por radicales, pero aporrear y herir a ciudadanos pac¨ªficos exige dilucidar de inmediato qui¨¦n merece la destituci¨®n por este error. La delegada del Gobierno, Paula S¨¢nchez de Le¨®n, que el lunes se permiti¨® la frivolidad de reducir los graves sucesos a una ¡°an¨¦cdota¡±, pretende ahora quitarse de en medio diciendo que ¡°no hay una orden desde un despacho en que se levanta el tel¨¦fono y se dice: ¡®carga¡±, sino que esas decisiones ¡°las toman los que est¨¢n en calle¡±. Sin embargo, y bajo el mismo jefe superior de Polic¨ªa de los ¨²ltimos cuatro a?os ¡ªel que describi¨® el lunes a los estudiantes que cortaban el tr¨¢fico como ¡°el enemigo¡±¡ª se produjeron concentraciones mucho m¨¢s numerosas en Valencia el a?o pasado, a ra¨ªz del 15-M, sin ninguna intervenci¨®n policial ni lejanamente parecida.
El propio Sindicato Unificado de la Polic¨ªa (SUP), a la vez que llama ¡°cobarde¡± al ministro del Interior por admitir la posibilidad de alg¨²n exceso policial en Valencia, carga contra el jefe superior de Polic¨ªa por ¡°arrojar m¨¢s gasolina al fuego¡± y ¡°matar moscas a ca?onazos¡± con su gesti¨®n de la crisis valenciana. Este sindicato resalta que el jefe superior en cuesti¨®n, Antonio Moreno, es un nombramiento del anterior Gobierno socialista. Lo cual es verdad, aunque es igualmente cierto que se trata de uno de los pocos jefes de Polic¨ªa que no fueron destituidos fulminantemente por el nuevo Gobierno del PP.
En todo caso, la voluntad de cubrir a las fuerzas del orden, hagan lo que hagan, o de incitarles a demostrar una mayor dureza, nos situar¨ªa en una perspectiva inquietante y resultar¨ªa poco compatible con la funci¨®n de la polic¨ªa en una sociedad moderna, que no debe confundir a simples ciudadanos con terroristas u otros delincuentes y debe utilizar la fuerza siempre de forma proporcionada.
La buena imagen de las fuerzas del orden, reflejada por diferentes encuestas, se refiere a las que ayudan al ciudadano y protegen sus derechos, no a los que le aporrean indiscriminadamente. Si esa es la mentalidad con que el poder aborda un tiempo de probable conflictividad social, podemos temernos lo peor.
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