Brigitte Bardot, musa de la ultraderecha
Francia reedita un libro sobre la actriz, musa de los sesenta, y ahora seguidora de Marine Le Pen
Desde que dej¨® el cine hace ya casi cuatro d¨¦cadas, la imagen de la actriz Brigitte Bardot no ha dejado de deteriorarse a tenor de sus salidas pol¨ªticas. La ¨²ltima ha sido esta misma semana, con un correo enviado a los alcaldes franceses a los que pide que respalden la candidatura a las presidenciales de la l¨ªder ultraderechista Marine Le Pen. Sin entrar a valorar su progresiva deriva derechista, la periodista Marie-Dominique Leli¨¨vre firma una nueva biograf¨ªa sobre la que fue sex symbol? de la d¨¦cada de los sesenta, en la que rescata la figura del mito que marc¨® toda una ¨¦poca. Brigitte Bardot, plein la vue, se propone indagar en el misterio B.B., desde su infancia hasta su retirada prematura en 1973 para volcarse en cuerpo y alma a la defensa de los animales.
¡°Desde que hay revistas y televisi¨®n en mi vida, es decir desde siempre, veo a Brigitte Bardot¡±, explica la autora en la introducci¨®n. Modelo juvenil de revista convertida en icono mundial, las im¨¢genes de Bardot sirven de pretexto a Leli¨¨vre para reconstruir de forma lineal pero din¨¢mica la historia de su vida. Parte as¨ª de un retrato de Brigitte con apenas ocho a?os ¨C¡°mi primera foto de artista¡±, escribi¨® la actriz en el reverso- para describir su infancia en el burgu¨¦s distrito parisiense del XVIeme, a la que sucede una multitud de portadas de revistas y de instant¨¢neas de la actriz a medida que se va consagrando como mito.
A lo largo de 300 p¨¢ginas, Leli¨¨vre detalla la pasi¨®n primera de la actriz por el baile, la explosi¨®n del fen¨®meno Bardot con Y Dios cre¨® a la mujer (1956), escrita y dirigida por su primer marido y pigmali¨®n, Roger Vadim, -al que dej¨® por su compa?ero de reparto, el actor Jean-Louis Trintignant-, su consagraci¨®n con la obra de culto El desprecio (1963), de Jean-Luc Godard, y su retiro en su mansi¨®n de Saint-Tropez, la m¨ªtica Madrague. Gracias a una gran cantidad de testimonios e investigaciones, recrea escenas precisas como el encuentro con el otro gran mito er¨®tico de la ¨¦poca, Marylin Monroe, con la que coincidi¨® en los ba?os del cine Empire de Londres, durante la gala anual del Royal Film Performance en 1956.
No pod¨ªa faltar la lista oficial de sus amantes, a los que abandona solo cuando tiene a otro en vista ¨C¡°cuando un hombre deja de admirarla, lo remplaza¡±- y entre los cuales suma cuatro maridos (adem¨¢s de Vadim, Jacques Charrier, G¨¹nter Sachs y su esposo desde 1992, el empresario Bernard d¡¯Ormale). Bardot nunca fue adepta de las fiestas mundanas, por lo que la mayor¨ªa de sus conquistas las conoce en el trabajo: un tercio son actores y una quinta parte cantantes.
Aunque sin entrar demasiado en detalles, la autora evoca tambi¨¦n la pol¨¦mica que ha rodeado a la actriz en los ¨²ltimos a?os, condenada hasta en cinco ocasiones por declaraciones racistas. ¡°Brigitte Bardot es capaz de pronunciar palabras condenables pero nada en sus actos indica el racismo¡±, concluye la autora en el libro, sin llegar a encontrar una explicaci¨®n al presunto salto entre su discurso y sus convicciones. Como explica la misma Leli¨¨vre a la revista Paris Match, Bardot ¡°podr¨ªa ser hoy una se?ora mayor de la que nos burlar¨ªamos cari?osamente por sus animales. ?Pues no! Ha tenido que hacer declaraciones chocantes¡±.
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